martes, 19 de abril de 2011

Martes Santo II

Cuando vuelvo de mis gestiones, me encuentro con un amigo. Lleva prisa, pero me decido a acompañarle en su camino. Le planteo una duda que tengo y responde justamente lo que yo pensaba. Resentimiento. Lo sabía.

No tiene sentido que preguntes algo sabiendo que no te lo voy a dar. Así que lo que hay es herida. Me planteo las razones de mi no y descubro que soy bueno y tonto, aparte de estar como un queso, pues he bajado de los 70 kp. Le planteo a mi acompañante dejar de serlo, pero no me lo permite. "El mundo necesita gente buena" me dice.

Nos despedimos, pero nos queda pendiente una borrachera.

Y me sumerjo en mi camino a casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario