
Como la canción. Miralos, están ahí. Bajo un cielo gris azulado de una tarde de mediados mayo. y ahí seguirán cuando llueva o haga viento. Permanecen resguardando muchas historias, vivencias. Son confidentes de nuestras vidas, guardando celosamente todos nuestros secretos, protegiéndonos de las indiscreciones propias y las curiosidades ajenas. No nos juzgan, tan solo cumplen con su cometido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario