lunes, 4 de julio de 2011

Paseos por Granada. La Alhambra.

Me levanto y desayuno. Me doy una vuelta por Internet y, como cada cosa está en su sitio, decido ir a dar una vuelta, a hacer algo de ejercicio. Habrá que inventarse una rutina veraniega.



Salgo de casa y llego al Paseo de los Tristes. Me saluda una vieja amiga, que me invita a recordarla y voy buscándola por la Cuesta de los Chinos, que exige un gran esfuerzo pero que premia con lugares muy hermosos. Pero por estas fiebres renovadoras que tienen los alcaldes me la encuentro cerrada. Rescataré su recuerdo con fotos del año pasado.



Bordeo el Darro, con sus puentes, por su carrera, buscando la Plaza Nueva, arranque del embobedado y fin de la justicia, pues en ella se encuentra el más alto tribunal de la región, el antiguo edificio de la Audiencia, de granito y mármol de Sierra Elvira.





Improviso subir por la Cuesta Gomérez. La subida es más amable y tiene un encanto que no tiene la otra. Son muy distintas, cada una en su estilo. Mientras que en la otra te acompaña el ruido del agua, en esta se pueden ver las muchas tiendas de recuerdos, especialmente las de taracea. Hay también tiendas donde se fabrican guitarras, desde tiempos casi inmemoriales.

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