domingo, 30 de enero de 2011

Domingo

Dudaba si desayunar antes o después mientras me levantaba.

Me tocó descambiar el suplemento semanal que mi quiosquera equivocó. Echo de menos los suplementos semanales de antaño, con sus secciones fijas de coches, música, entrevistas interesantes y no los bodrios en los que se han convertido. Siempre llego tarde a todo. O demasiado pronto...

Mañana soleada, con la nieve allí y yo también allí, pero en otro allí de donde estoy ahora, que estoy aquí.

Tarde de viaje, con nieve inesperada pero no me ha sorprendido. La nieve acecha tras una montaña, como aquella canción de Björk.

La situación en Oriente Medio me desaconseja repostar. Para ser amo de casa también hace falta saber de política exterior.

Me invade cierto tipo de melancolía, que solamente puede ser melancolía de domingo, la más peligrosa si no se sabe manejar.

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