lunes, 14 de noviembre de 2011

Crítica de cine

Este fin de semana he tenido oportunidad de asistir al preestreno de la película "El Percusionista Acelerado", un interesante thriller psicológico sobre un joven aprendiz de músico.

El flim, o pinicula, como sutedes perfieran, nos narra la angustia vital de un joven que empieza a tocar la batería. No lo hace mal, incluso aprende rápido a combinar la caja y el bombo, pero tiene un terrible problema que intenta ocultar pero que poco a poco sus compañeros descubren: No sabe llevar el ritmo y se acelera. Al principio todo el mundo le pone buena cara y clave de sol, pero llega un momento en el que el director está hasta los trombones de oírle y le encarga una difícil misión, debe comprarse un metrónomo.

Un tanto deprimido, el músico empieza a abusar de las corcheas y semicorcheas y se sumerge en las bajas líneas del pentagrama. Pero una chica se apiada de él y lucha porque sus notas graves se conviertan en agudas. El chico al principio la ve como una oportunidad para usar la trompa, pero poco a poco se va enamorando de ella hasta que se da cuenta de cuánto la quiere y la necesita. Es entonces cuando él se declara y ella acepta, no sin antes hacer un acuerdo prematrimonial, que la cosa está mu malita últimamente. Y al final acaban casados, felices y comiendo alitas de pollo, cosa muy comprensible por los motivos antes explicitados y que no creo que sea necesario repetir.

Les recomiendo que vean la película, no es la típica comedia romántica al uso. Además, las cinco horas y media que dura se les pasarán voladas.

Lo que no voy a hacer es fastidiar el final y no les diré si al final se acaba comprando o no el metrónomo.

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