Este fin de semana he tenido oportunidad de asistir al preestreno de la película "El Percusionista Acelerado", un interesante thriller psicológico sobre un joven aprendiz de músico.
El flim, o pinicula, como sutedes perfieran, nos narra la angustia vital de un joven que empieza a tocar la batería. No lo hace mal, incluso aprende rápido a combinar la caja y el bombo, pero tiene un terrible problema que intenta ocultar pero que poco a poco sus compañeros descubren: No sabe llevar el ritmo y se acelera. Al principio todo el mundo le pone buena cara y clave de sol, pero llega un momento en el que el director está hasta los trombones de oírle y le encarga una difícil misión, debe comprarse un metrónomo.
Un tanto deprimido, el músico empieza a abusar de las corcheas y semicorcheas y se sumerge en las bajas líneas del pentagrama. Pero una chica se apiada de él y lucha porque sus notas graves se conviertan en agudas. El chico al principio la ve como una oportunidad para usar la trompa, pero poco a poco se va enamorando de ella hasta que se da cuenta de cuánto la quiere y la necesita. Es entonces cuando él se declara y ella acepta, no sin antes hacer un acuerdo prematrimonial, que la cosa está mu malita últimamente. Y al final acaban casados, felices y comiendo alitas de pollo, cosa muy comprensible por los motivos antes explicitados y que no creo que sea necesario repetir.
Les recomiendo que vean la película, no es la típica comedia romántica al uso. Además, las cinco horas y media que dura se les pasarán voladas.
Lo que no voy a hacer es fastidiar el final y no les diré si al final se acaba comprando o no el metrónomo.
lunes, 14 de noviembre de 2011
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