Curvas. Redondas, largas, muy largas. Cortas. Traicioneras. Las que ves venir y las que aparecen de improviso. Las señaladas y las no señaladas. Limitaciones de velocidad que no cumplimos y que hacen que nos estrellemos.
Curvas. Circulares, en ángulo. Atravesadas. Con peralte, sin peralte. De salida tangencial. Desgastadas. Inventadas y falsas, como las de una rotonda.
Curvas. Sangrientas a veces. Enemigas de las rectas, pero imprescindibles porque las enlazan.
Curvas. El secreto está en tomarlas bien.
Curvas. De carretera, naturalmente...
martes, 9 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Naturalmente.
ResponderEliminar