Han aparecido. Bueno, hace ya que han aparecido y no sé de dónde salen.
Las vi, por primera vez, cerca del zapatero. Dos. Un poco perdidas, pero allí estaban. Hace unos días, las empecé a ver por la cocina, en un número mayor pero sin ser preocupante. Incluso un día las sorprendí en el armario, llevándose mi chocolate de alto estánding del Lidl, si es que se puede escribir alto estánding y Lidl en la misma frase.
Pero ahí están, haciéndome compañía. Si ronronean, las adopto.
jueves, 7 de junio de 2018
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