martes, 31 de mayo de 2011

Gloria

El Señor nos los dió, el señor nos los quitó.

Demos gloria al Señor.

Enfermo

Fiebre. Del sábado noche. Contagiosa. Letal.

Que no te curas, vamos.

Ejercicios nocturnos

1. Ponga el siguiente vídeo.

2. Dele al play.

3. Forme con cada uno de sus brazos una L, levantando el dedo índice de cada mano y manteniendo el resto de la mano cerrada.

3. Adelante un antebrazo, el derecho mismamente.

4. Cuando oiga "Burn, Baby, Burn" proceda a retrasar el antebrazo derecho y avanzar el antebrazo izquierdo de forma rítmica. Atrás, adelante, atrás (o al revés según la situación de partida) con cada una de las palabras anteriormente mencionadas. Repita el ejercicio tantas veces como oiga la frase "Burn, Baby, Burn".

5. Improvise, si lo desea, alguna variante. Y comuníquela para disfrute general.

Que usted lo pase bien.

Desnudo

No es fácil enfrentarse a un recuadro en blanco, con unos cuantos píxeles parpadeantes, que te desafían sin piedad. Las ideas a veces están en tu cabeza y quieren salir de golpe, agolpándose contra un teclado que recibe una lluvia de ideas de unas manos que no siempre pulsan la sucesión de teclas adecuadas para formar la idea exacta que llevo en la cabeza.

¿No es injusto que la herramienta que nos sirve para comunicar a veces deje mudos nuestras nuestros pensamientos más íntimos?

Cada noche lleno con mi piel el desnudo del cuadro, a veces arrancándome la piel a tiras, a veces dejando que sangre y tiña las palabras que representan, a veces con cierta aproximación, aquello que se me ha ocurrido.

A veces hay ocurrencias, a veces hay gracias o gracietas. Pero si se sabe mirar, se encuentra lo se que busca. Y si no, no pasa nada. Quizá no haya nada que buscar. No dejan de ser palabras, palabras al viento. Palabras que escapan buscando... su propia libertad, huir del corsé que les ha sido impuesto.

Desnudo cada noche ante ellas. Son mi única arma. Soy uno más de sus soldados.

Acepto la derrota. Estoy en desventaja.

domingo, 29 de mayo de 2011

Inexorable

Sabiendo que por fuerza del destino mi coche debe ser rayado, prefiero hacerlo yo a que lo hagan los demás. Aunque sea de una forma muy tonta.

El Niño del Polinomio - Danza Anónima

Una nueva interpretación de "El Niño del Polinomio" para celebrar la entrada 1000.

Primavera



Más

El blogueo

Es como aquello. Barca llena, barca vacía.

Barro

Había una vez un escultor que, en un rincón de su taller, descubrió abandonado un buen montón de barro. Feliz por el hallazgo, se puso a moldearlo, y pensó en hacer una figura humana. Mostraría la belleza del hombre en todo su esplendor. Y podrían verse reflejada en ella los ideales del ser humano. "Aquello que nos hace grandes", pensó.

Con sus manos, su tesón y su paciencia se puso a trabajar con la ilusión de un niño. Y, al terminar el día, completó su magnífica escultura. Cansado, pero satisfecho, se retiró a descansar, dejando la escultura secarse en su taller.

Pero, al cabo del rato, salió la Luna y uno de sus rayos se coló por el estrecho ventanuco del taller del artesano. El rayo avisó a la Luna y ésta, conmovida por la belleza de la figura, le dio vida. La figura se desperezó y comenzó a moverse. Oyó a la Luna hablar y miró hacia arriba.

- Tú ¿quién eres?
- Soy la Luna. Me ha conmovido tu belleza y he decidido concederte la vida.
- ¿Qué es la vida? ¿Qué es la belleza?, preguntó la estatua.

Pero no obtuvo respuesta

Se acercó a un espejo y se vio reflejado en él. Y entonces creyó resolver las preguntas que había dejado en el aire para que la Luna le respondiera. Miró su cuerpo, tan perfectamente moldeado, tan exactamente representado, que no pudo evitar sentirse orgulloso de él. Se fijó en la hermosura de sus facciones. En su pelo largo y rubio, en la virilidad de su pecho y en la ternura de su mirada. Creyó ser perfecto, porque así lo vio en el espejo. Porque así lo habían hecho. Porque así se lo habían dicho.

Entonces la figura pensó en su futuro, que sería lleno de alegrías y placeres. Y decidió abrir la puerta del taller del artesano y salir a la calle, para que todos admiraran su hermosura. Pero al empezar a andar sintió su cuerpo resquebrajarse. Su hermosura se perdía. No podía hacer nada por evitarlo. Aterrado, intentó salir más aprisa, pero la solución fue fatal. Se deshizo aún más rápidamente. Y, en el suelo, se convirtió de nuevo en el barro del que salió.

Al oír ruido en su taller, el artesano corrió a ver qué sucedía. Pensó en que le robaban su obra más reciente, pero al abrir la puerta del taller la encontró deshecha en el suelo. Un tanto extrañado, al ver el barro en un sitio distinto a donde dejó la estatua, pensó en modelarlo de nuevo. Recordó que, con el deseo de empezar a trabajar el barro, se olvidó de poner una base para sustentarlo y que no se cayera. Se sintió un poco tonto por no recordar ese detalle, pero le entraron aún más ganas de trabajar en su idea. Al agacharse a recoger el barro, se dio cuenta de que los trozos estaban iluminados por una extraña luz que entraba por el ventanuco.

Sorprendido, miró y descubrió a la Luna. Llorando. Y entonces recordó por qué dejó abandonado ese buen montón de barro en una esquina de su taller, tan lejos de la luz que entraba por aquel ventanuco.

PS: Gracias, por darme la idea, al contarme cómo trabajas el barro.

sábado, 28 de mayo de 2011

Ahí sentados

Suelo andar por la calle con los auriculares puestos. Tiene su lado bueno, especialmente si se vive en un barrio como el mío, sin aceras, y es que un coche te puede sorprender y atropellar. Casi seguro que algún abogado inteligente demostraría lo contrario. Pero también te permite observar todo con más detalle.

Me fijo en la gente que pide en la calle. No sabría decir si con esto de la crisis hay más gente o menos, pero en mi ruta habitual casi siempre veo a los mismos. Hay mimos, gente que toca algún instrumento, gente que implora y gente que, acurrucada en un portal, sujeta en sus manos un vaso de plástico con algunas monedas mientras un cartel da unas explicaciones que a veces están de más. O más bien preferiríamos no saber...

Hay una mimo que nunca pierde la sonrisa. Saluda a toda la gente que pasa, siempre educadamente, a niños y mayores. A veces me paro a cierta distancia y observo las reacciones de la gente. A veces se pone en la calle Zacatín, o en un lateral de Correos. Va vestida de color plata, a veces de color oro. Miro su cara no sin cierto pudor. Y pienso en cómo es su vida. Me pregunto donde duerme por las noches. Me pregunto si está ahí por trabajo o por necesidad. Y me pregunto si todas esas cosas que me pregunto no son una absoluta estupidez.

Hay otro señor, tendrá ya sus 50 años. Tiene gafas y barba. Va correctamente vestido. Toca la guitarra y canta. Desde mi humilde punto de vista no lo hace nada mal. La gente hace corro a su alrededor. Otras veces, siguen andando, ajetreados, cargando bolsas de franquicias con sus últimos trofeos textiles. Canta canciones populares. Mi música no consigue ahogar el arte que me regala. Me siento un tanto ladrón y otro tanto déspota cuando paso por su lado. Todo el mundo tiene derecho a ser admirado, especialmente si hay algo que sabe hacer bien.

Muchas veces me pregunto qué haría yo si me viera en su lugar, si tuviera que hacer lo que ellos hacen para salir adelante. Cómo reaccionaría si perdiera todas mis comodidades más o menos justamente conquistadas por una mala jugada de la vida. Qué sería de un quejica sin motivo como yo si me viera como ellos. Ahí sentado.

Posibles sentencias indignadas

Mas hacerse pajas y menos ir a las rebajas.

El Niño del Polinomio - Cántiga

Versión de la Cántiga de Alfonso X el Sabio a cargo de "El Niño del Polinomio". Que la disfruten.

Bosques

Una vez había un bosque de árboles grandes, altos y fuertes. Árboles que crecieron hace ya mucho tiempo y que se presentaban majestuosos, imponentes, a los ojos de los demás. Cobijaban gran cantidad de vida, resguardando a muchos seres entre sus troncos y ramas. Una vez, uno de esos seres dejó caer una semilla al suelo. Al cabo del tiempo la semilla germinó y de ella salió un fino tallo verde, tierno, que despertaba al mundo. Cuando asomó su primera hoja se sintió muy pequeño, puesto que estaba rodeado de tan ilustres vecinos que sentirse pequeño era casi una obligación, pero se propuso crecer hasta hacerse tan grande como sus vecinos. Pensó en los peligros que debía sortear y en cómo lo haría. Y si alguna vez lo lograría.

Al verlo pensar en voz alta, los árboles que le rodeaban se miraban y sonreían. Recordaban el tiempo en el que tan solo eran un brote que levantaba menos de un palmo de la hojarasca del suelo. Y se propusieron cuidarlo para que, cuando ellos tan solo fueran una figura muerta en el atardecer del bosque, miraran a su lado y vieran la figura de un árbol fuerte y joven. La alegría de su pasado, el consuelo de su vejez.

Relaciones

Tú, que me dedicaste tan cariñosos epítetos, me ahora pides simpatía...

Terrazas de verano

Agradable noche familiar, con helado de fin de fiesta. Viejas promesas que se incumplirán, risas tras una cerveza. Bueno, tras varias.

Qué mejor plan para una noche de primavera...

o-o-o-o-o-o

Temas pendientes:

Árbol // Pobre // Barro

PS: Temas cumplidos. Que eficiente que soy.

viernes, 27 de mayo de 2011

Con el tiempo aprendes a no creerte nada, ni siquiera a tí mismo.

Dolor y consternación

A esta hora yo... no puedo seguir. Me embarga la emoción.

PS: Y la ironía...

jueves, 26 de mayo de 2011

Anticrisis

Se me ha gastado el estropajo. O está próximo, porque parece un agujero negro. Se traga todo el jabón y no hace espuma. No se si abrir otro o, para lo que queda de curso, apañarme como pueda.

Las ciencias adelantan que es una barbaritat...

Hoy ha sido un día redondo. He aprendido a hacer fotocopias por las dos caras (por favor, no saquen paralelismos con cierta canción de Mecano) y me han informado de un descubrimiento científico de primera magnitud. Un avance de la tecnología que, sin duda, revolucionará la enseñanza en el siglo equis equis palote.

Por lo visto, hay alumnos que no acaban de creer en la significatividad del proceso de evaluación y deciden que tener una "ayuda" en esos momentos de soledad y tribulación siempre es bueno. Es decir, que o bien se copian, cosa que yo jamás he sospechado de mis pupilos, ni siquiera he tenido un atisbo de ello, o utilizan lo que vulgarmente se conoce como "chuleta". Curioso nombre de algo que no se come.

Hasta el momento, el sufrido alumno del sistema educativo español tenía que hacerse una chuleta a mano, lo cual sin duda resultaba un poco tedioso, porque te tenías que leer los apuntes, decidir lo que es más importante y copiarlo en un papelito de adecuado tamaño o bien recortarlo, que suponía aún más trabajo. También es cierto que últimamente se ha puesto de moda la chuleta TIC, consistente en la utilización del móvil o pda para ayudarse en los exámenes y así superar los elevadísimos niveles de exigencia de la educación secundaria obligatoria, más conocida por "eso", aunque debería ser "lo otro".

Pero las tribulaciones de los adolescentes que sestean por nuestro sistema educativo tocan a su fin. Llega "Chuletator", un magnífico programa con el que copiarse nunca fue tan fácil. Basta introducir los datos más relevantes, o bien los temas que compongan la prueba, imprimirlos y recortarlos. Y ya está. Sin más trucos o aditamentos. Tan fácil y sencillo como eso. Ya no serán necesarias largas noches de estudio intentando aprenderse las memeces de filósofos calvos y viejos, o fórmulas absurdas que no sirven para nada y que luego se olvidan, o aprenderse las obras literarias de cuatro muertos de hambre a los que encima no se les entiende lo que escriben. Hombre, no vas a comparar los relatos de la Superpop con Benito Pérez Galdós, por ejemplo.

El caso es que con este maravilloso programa se resolverán muchas penas de los adolescentes españoles. Ya no hará falta estudiar para que te compren la moto (bueno, a veces ni eso) o para que te levanten el castigo y te dejen salir de botellón con la Jenni o el Eufrasio. Basta con usar "Chuletator". Y asunto arreglado.

Lo último que queda es hacer el examen y a aprobar. Siempre que no se sea muy vago, claro.

PS: No pongo el enlace al programa por pudor. (No se pierdan los comentarios, por favor)

miércoles, 25 de mayo de 2011

Mi gato necesita urgentemente in Ipad

Aaaaaaargh

¡Anda, si tienes las gafas sucias!

Uuuu, ¿pero qué te ha pasado en la cara?

¿En qué estás pensando?

Así como preguntar y que no te oigan y te ignoren...

Amargura

En mi corazón. Sin ninguna explicación coherente, sin ningún motivo aparente.

Es sentirte incapaz, fracasado ante las expectativas, frustrado ante un cambio de planes inesperado. Pero es lo que hay y tienes que enfrentarte a ello.

La noche de aquel día

Cuando acabó la tarde y aquel hombre se dirigía a su casa se sentaron con él en su coche todos los fantasmas de su pasado reciente. Con la sensación amarga que dejan las almendras que no están en buen estado, todos y cada uno de sus etéreos amigos le recordaban aquello que había hecho mal, clavando pequeños alfileres en su ya desgastado corazón.

Pensó en las lecciones que había repasado en sus apuntes y que no había sabido trasmitir. "No se puede ser sutil" pensó, mientras aparcaba cerca de su casa.

Había caído ya la noche y había empezado a llover. No abrió su paraguas negro, pues estaba ya cerca del portal. No había nadie, era tarde, y el sonido de sus pasos lo acompañaba. Giró dos veces la llave y cogió el ascensor.

Dejó con desgana la cartera y se sentó en el sofá. Encendió un cigarrillo y apretó sus dedos contra la frente, apoyando su cabeza en la mano derecha.

No entendía nada. No le bastaba la analogía futbolística que le habían sugerido. Había fracasado donde era imposible perder, cuando el partido estaba sentenciado se había dejado ganar. Pero le resultaba imposible. No lo comprendía. Quizá hay cosas que no tienen explicación, simplemente ocurren.

Futuro imperfecto

Se avecina un cabreo. Me lo veo venir.

o-o-o-o-o-o-o

Algún día tendré que escribir, digo yo, sobre la cuestión. Aunque aún no se cuando ni las palabras.

Proposiciones

Que te inviten es condición necesaria, pero no suficiente.

La cantidad de comentarios es inversamente proporcional al tamaño de la entrada.

martes, 24 de mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

Rarezas humanas

Calentar la comida y esperar a que se enfríe.

Equívocos

Hoy he asistido a mi habitual clase de guitarra. La verdad es que estas semanas he estudiado poco debido a que mi habitual fuente de ingresos me ha exigido más atención de la debida. La pieza, Cántiga de Alfonso X el Sabio me salía más o menos. La he interpretado con cierto acierto y el profesor me ha puesto otra pieza para esta semana.

Una vez copiada la tablatura, llega el momento de enfrentarse por primera vez a la pieza. Cojo mi guitarra y empiezo a tocar. La verdad es que no sabía como meterle mano a la pieza y he estado a punto de decirle a mi profesor ¿Me la tocas, por favor?

En ese momento, y todavía sin saber por qué, justo cuando la m se asomaba por mis labios y la interrogación se escapaba ya de mí, he empezado a reírme. El caso es que he tenido que reprimirme, pues si estuviera en una clase con 20 criaturas más seguro que mi profesor no se da cuenta, pero estando yo solo la cosa es más difícil. Yo creo que el hombre se ha coscao y me ha dicho, "Empieza primero por el punteo y luego metes los acordes" Y yo, que soy un alumno muy aplicado, me he puesto a ello.

Moraleja: "No se puede ir a clase solo"
Moraleja II: "Se puede ir a clase solo, pero no se puede uno reír"

Clichés II

Jornada de reflexión. Hay que pensar. Como ya había votado por correo (he de reconocer que soy fácil) decidí convertirla en algo de provecho. Pensar en mi política personal, en qué voy a hacer con los temas candentes de mi día a día. Utilizando una margarita, fui deshojando con respuestas alternativas y acordé acatar el resultado.

Pero como el deshoje margaritil aparte de poco ecológico puede resultarme muy caro, decidí que la gran decisión de mi vida sería aplazada. Tampoco es cuestión de echarse en brazos del primer constructor que se me cruce por la calle. Esperaremos un poco, a ver si mientras sale algo que nos interese más.

O que sea más barato...

PD: Si por algo elegimos a los políticos. Para no tener que pensar.

domingo, 22 de mayo de 2011

La palabra del día

Escachifollar

Noche electoral

¿Es lo mismo el voto escrutado que el voto escotado?

¿Es lo mismo el voto escrutado que votar con el escroto?

Clichés

Ya hemos votado y no he usado ni una vez la expresión "fiesta de la democracia".

Indígnese

Aquí.

3g

Hay que aceptar la realidad. No sé vivir sin internet en sus muchas facetas. Soy un adicto y en cierto modo me encanta. Puedo estar andando por esas sierras pero a la vez pensando en qué estará pasando por esas redes. Menos mal que por un rato consigo desconectarme para disfrutar de un buen rato con la naturaleza y admirar los hermosos paisajes que nos ofrece. Tan sólo hay que ser respetuoso. No creo que sea pedir mucho. Y cuando andas en silencio, sin más compañía que tu respiración y tu cansancio,te das cuenta de lo poco que se necesita para ser feliz. Si acaso un par de botas y un palo que haga de bastón.

sábado, 21 de mayo de 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

La fuente entre las montañas

Números

Se instalan en mi cabeza, rompiendo el silencio de la noche. No me dejan dormir. Porcentajes me zarandean por la mañana. Plazos en meses me asaltan en mitad de la noche.

Números. Cuadrarlos con mis ideas iniciales. Con mis intenciones.

Números. Habéis sido crueles. Quizá intencionadamente, quizá no. Pero el daño ya está hecho.

O me lío la manta a la cabeza y acabo con vosotros con mi firma. Aunque luego seáis una condena. Con terraza, por supuesto.

PD: Esta adorable tendencia a dar tantas vueltas...

jueves, 19 de mayo de 2011

Cosas que se pueden hacer con una tiza

Aquí

Gracias al amable lector que me ha dado la pista.

¿Como se dirá...

...en inglés, por ejemplo?

Novedades en antiguedades

Cuerdas en guitarra prestada. Empezaremos a ver si todo está listo para la fecha. Habrá que intentarlo.

Chasco

Inmobiliario. Total. Iba yo tan feliz, me sacan el papelito y me dejan planchado.

En los momentos iniciales allá que iba yo, colocando muebles imaginarios, poniendo la cocina, pensando en los electrodomésticos, pensando en las visitas. Se me ha ocurrido un concepto totalmente innovador. La habitación estudio-cuarto de música-despacho. Ya la tenía planeada cuando he preguntado...

Para qué. La verdad es que me he hecho unas ilusiones bastante tontas, pero me las había hecho. Ahora toca hacer cuentas y pensar si realmente es eso lo que quiero. Me han sugerido que hay más personas interesadas, cosa que ni me creo ni me dejo de creer. Si lo pierdo, pues mala suerte. Siempre se pueden barajar varias opciones. Siempre hay plan B. Afortunadamente, yo tengo un abecedario completo.

En fin, que otra vez vuelta a empezar. Cosa que ya cansa, pero... es lo que hay.

Fonética

Hoy han tocado ejercicios de fonética. No los entiendo. No sé para qué sirven, pero los profes de inglés se pirran por ellos. Yo pensaba que la gente en Londres se volvía loco con ellos y estaban en el metro, en la oficina, en la ópera, todo el día haciendo el longuis con la fonética, pero no, no era así.

El caso es que te ponen el cassete. Bueno, el disco compacto, que los tiempos adelantan que es una barbaridad. Y sale una señora en plan satánico, exagerando un fonema, agrediendo tus tímpanos con un /k/ que te vuelve loco. Y empieza una retahíla de palabras y hay que clasificarlas en distintas columnas. Y como la señora que habla va a toda leche y además la ortografía británica no ayuda al final te haces un taco bastante gordo.

Al cabo del tiempo he conseguido equivocarme menos, lo cual no significa que acierte mucho. Pero, en caso de apuro, para eso inventó el Señor las quinielas. Lo mismo hasta tienes suerte...

Tumbado en el sofá

A veces es bueno perder el tiempo. Lástima de un sofá tan incómodo.

Marujadas

Esta mañana me he sacado un tupper de lentejas. Al volver a casa no me he acordado de este detalle culinario y me he afanado en mis espinacas al queso azul. Y al abrir la nevera por este elemento en cuestión me lo he encontrado allí, mirándome con lástima. Decidí calentarlo, pero al abrirlo he visto que estaba congelado. Por lo que lo he devuelto a corrales, digo, al congelador.

Definitivamente, hoy es mi día.

miércoles, 18 de mayo de 2011

La canción del día

http://www.youtube.com/watch?v=5LEqLdUM8lg

Indecisión

Me se ha presentado un problem que no se how to solve. Son cosas que solo me pasan a mí. Bueno, tiene que haber de todo en este mundo, ¿no?

Tengo varias alternativas.

Una: No hacer nada.

Dos: Medio hacer algo.

Tres: Hacer algo.

Amables lectores, ayuden a este pobre indeciso. ¿Serán ustedes tan amables?

PS: Al final, haré algo.

Carta a mí mismo

Acabo de venir de ensayar. Al final dejaré la tiza por la guitarra, ya lo verás. Pensé en ducharme, pero los apuntes de inglés me reclamaban. Se supone que debería estar haciendo ejercicios interesantísimos de gerundios e infinitivos, pero se han quedado al margen, por un momento.

Las cosas que me pasan. Es como una especie de big bang dentro de la tranquilidad del día a día. Todavía me pregunto por qué, entre la indiferencia y la incomprensión. Y para qué. También me pregunto el para qué. Siempre he sido muy tonto, muy binario, muy sencillo. Y estas cosas me sorprenden, pero no me sorprenden. Me lo esperaba. Pero no las consecuencias, y he quedado muy sorprendido. En el fondo, ser como soy tiene sus ventajas, aunque cueste.

Llueve. El mal tiempo se resiste a irse. Los coches al bajar la cuesta de mi calle levantan una estela de agua que produce un sonido característico que me gusta. La espera del verano va a ser larga. Por mi, que no llegue nunca. Pero tendrá que venir. Necesito tiempo para estudiar solfeo.

Te decepciona mi respuesta. O no te la crees. Somos libres, pero es que yo soy distinto a los demás. Pero, además, de verdad. Funciono a otro nivel. No quiero parecer idiota, pero así soy yo. Te lo quise decir un día también a ti, pero me faltó valor. Ahora, en cierto modo, me alegro.

Te decepcionó mi actitud. Pues muy bien. Estoy de acuerdo contigo. Esencialmente me equivoqué en el diagnóstico. Y no fue por falta de avisos. Pero se enmarañó todo de tal manera que decidí seguir adelante. Al final me he curtido y los palos no me los he llevado yo. Esto sí que no me lo esperaba.

Divago. Ya seguiré luego.

Cosas que pasan

No, si al final voy a tener un grupo de rock y todo...

martes, 17 de mayo de 2011

Poesía de altos vuelos

Y te toco de forma casta y pura
que luego la gente murmura
y de camino así evito
que se me ponga...

(que palabra rimaría, buff no se. Qué dura es la vida del poeta...)

Dolor de cabeza

Se me ha pasado de la forma más rara, tocando una guitarra eléctrica. No me encontraba muy bien, pero ha sido llegar al local de ensayo y evaporarse. Quizá el tener que concentrarme en los acordes ha hecho el milagro que la pastilla ha intentado pero no ha conseguido. Bueno, se fue. Es lo importante.

Martes

Me duele la cabeza.

o-o-o-o-o-o-o

Mañana de uno, dos, tres, cuatro. El absurdo por el absurdo.

o-o-o-o-o-o-o

Nuevas experiencias culinarias. Calentar cocido en el microondas. Zonas calientes y zonas heladas. Hay que remover.

Lunes noche

Ir a por lana y salir trasquilado.

lunes, 16 de mayo de 2011

domingo, 15 de mayo de 2011

Sobre las oportunidades. (Entrada perdida)

En estos días en los que blogger nos dejó huérfanos, publiqué una entrada sobre las oportunidades perdidas que, ironías de la vida, se ha perdido.

El caso es que, decía, a veces nos empeñamos en que las cosas tienen que ser tan perfectas que al final se acaban arruinando. Tan obsesionamos estamos en que todo salga bien que dejamos escapar otras cosas a las que no damos importancia. Sin darnos cuenta de que lo que durante un tiempo fue perfecto ya no lo es. Y entonces comprendes que no hay verdades inmutables, y que la vida fluye sin que nada se pueda hacer por evitarlo. No hay que forzar que las oportunidades sean únicas. Hay que seguir el camino.

Y sufrir las consecuencias.

El cariño de una madre

Especies autóctonas

María

Nueve casi y media. Hace frío. Chocolate con churros. Madrugon. Hay que estar mu loco.

sábado, 14 de mayo de 2011

Rissoto con champiñones y queso azul



Una receta nada canalla y muy fácil de hacer.

Ponemos en una sartén un poco de aceite. Cuando esté caliente, se pone ajo picado. Una vez dorado, se añade el queso azul a taquitos, para que se deshaga más fácilmente. Cuando se ha hecho una especie de pasta, añadir el arroz. Remover e ir añadiendo agua. El fuego debe ser siempre medio, medio-bajo. No se debe añadir el agua de golpe, debe ir paso a paso. Además, el agua debe estar caliente, por lo que tendremos al lado el agua preparada para ir añadiendo conforme se necesite. Cuando el arroz esté casi cocido añadimos un poquito de nata, también caliente, y lo que le vayamos a añadir al arroz, en este caso champiñones de lata. Y queso rallado. Si hiciera falta algo de agua, se puede añadir, pero no mucha no sea que el arroz quede caldoso. Otra cosa, la sal se pone en el agua. A mi me da un poco igual, porque cocino de una forma totalmente sosa y ya me he resignado, pero siempre hay a quién la sal le pirra.

Y a la mesa.

viernes, 13 de mayo de 2011

Gritos

Ya ha caído la noche. Me llegan las voces y los gritos de un mitin, con sus aplausos correspondientes. A fin de cuentas estamos en campaña y hay que mendigar el voto para seguir en la brecha.

La cadencia de la voz no me deja oír las palabras del orador. Quizá también el desinterés. Sigue hablando de cosas, la gente le aplaude. Y vuelta a empezar.

¿Qué triste, no?

Tejados



Como la canción. Miralos, están ahí. Bajo un cielo gris azulado de una tarde de mediados mayo. y ahí seguirán cuando llueva o haga viento. Permanecen resguardando muchas historias, vivencias. Son confidentes de nuestras vidas, guardando celosamente todos nuestros secretos, protegiéndonos de las indiscreciones propias y las curiosidades ajenas. No nos juzgan, tan solo cumplen con su cometido.

El Niño del Polinomio - La bella y la bestia

Lo prometido es deuda y El Niño del Polinomio nos obsequia con esta gran interpretación de la canción "La bella y la bestia". Espero que la disfruten.

Sustos

Esto de bloguear nos ha dado un susto. Nos han borrado unas cuantas entradas, aunque en mi caso creo que nada serio. Tan solo una maceta, un plantón de tarde de jueves que aproveché para hacer una redacción de inglés.

Además, comentario crítico sobre la versión 11.04 de ubuntu. Bien, mejor que la 10.10 UNR de mi pequeño portátil. Unity funciona más o menos como debería. Pero parece que para incrementar la emoción computérica, el sistema operativo sortea reinicios aleatorios. E imposibilidades de conectarse vía módem usb. Pero por lo demás, mola un puñao. Descárguesela usted de aquí si es tan friqui como yo. O pruébela online. O descárguese la versión 10.04, que está también muy bien.

Tarde de examen e intendencia. Curiosamente, siempre encuentro a alguien en el supermercado. Compro todo, salvo una cosa. Siempre me dejo algo sin comprar. Y siempre compro algo que no necesito. Pero ya me da igual. He aprendido a aceptar esa faceta mía.

Reflexiones cuando volvía...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Nada

Más palabras, palabras que son ruido, palabras que sobrevuelan mi cabeza. No dejan de ser palabras.

Nada. No soy nada. Nunca he sido nada. Pero me satisface mi nada. Es una nada que me gusta, que me hace feliz. Aquello que soy es lo que he conseguido. Es mío.

Tengo poco, pero realmente tengo lo que quiero y quiero lo que tengo. Así como los que me tienen.

Con qué poco soy feliz. A pesar de lo que se pueda pensar.

martes, 10 de mayo de 2011

Silencio pictórico



Supongo que será de noche, algo tarde. En el edificio del fondo apenas se ven luces y las persianas están a medio bajar. Las ventanas se adivinan abiertas, por lo que quizá sea verano. Hay dos tiendas. Curiosamente en una se ve la nitidez de la inexistencia de mercancía y en la otra sí se adivina algo de género. Algo se nos oculta.

El bar está vacío. Una puerta un tanto falsa, con un ventanuco, hace su papel de baño imaginario. Un hombre nos da la espalda. No vemos lo que hace. Otra vez. Quizá apure los restos de un café, quizá sea el último wisky. Personalmente, creo que lee el periódico. No tengo indicios de ello, por eso me lo parece. Quizá sostenga un cigarrillo, que mira mientras piensa algo, mientras espera la siguiente calada.

En el otro lado del triángulo, porque la barra parece un triángulo, una pareja se toma algo. Guardan cierta simetría. Las tazas fuera, las manos dentro. Parece una taza de café. Ella sujeta algo en sus manos. El parece mirar al infinito. Parecen enfadados el uno con el otro. Sombrero de ala ancha y vestido rojo no parecen un buen presagio. O un buen final.

Dentro del triángulo está el camarero, de blanco impoluto. Pareciera un heladero. Se nos oculta lo que hace, diría yo que friega. Mira a la pareja, quizá a un componente más que otro, pero pareciera una mirada más de cansancio que de interés.

La calle está desierta. Quizá no pase nada. Quizá no tenga que pasar nada, porque es de noche. O se supone que es de noche. Cuando no pasa nada. O pasa lo que no se ve. Parece que lo que se ve es lo que menos interesara.

Depresión primaveral

Ya la estaba echando yo de menos. Todos los años por esta época me visita una curiosa sensación de depresión. Normalmente suele suceder al común de los mortales en otoño, por aquello de la caída de la hoja y las prevacaciones solares pero es que yo soy así. Ya me lo dice mi madre siempre que tiene ocasión: "Hijo, qué raro eres" Y yo no digo nada, porque es verdad y porque, en el fondo, me gusta que me lo digan.

Objetivamente no entiendo los motivos, porque en el fondo no los hay. Quizá es porque se acabe el curso y empiece otro. En el fondo, me aterran los cambios, pero es que en verdad nunca acaba de cambiar nada. Se van unos, se quedan otros, llegan unos terceros y el mundo vuelve a girar. En el fondo es mucho meneo para que todo siga siendo exactamente igual. Porque todo sigue siendo lo mismo. El eterno río de la docencia, por el que fluyen las mismas gotas de agua, las mismas corrientes, si acaso describiendo otros remolinos.

Quizá es el cambio de ropa, los primeros calores. Las camisetas. En teoría, como ser libidinoso, por ser hombre, debería alegrarme de ver más carne suelta por esas diminutas ropas que trae el verano, pero no. No es eso. Quizá por algunos debería ser siempre invierno, además de frío riguroso. El problema de eso es no acertar nunca con la ropa. Frío por la mañana, calor por la tarde... resfriado seguro.

Se me agotan las razones, pero la depresión primaveral permanece. Apliquemos la receta de nuestro amigo Ocham y mi señora madre. Que soy raro. Y punto.

Noticias noticiosas

En el día de la fecha ha tenido lugar el tan señalado acontecimiento. Ya desde los días anteriores los ánimos estaban totalmente alegres ante el hecho en sí, de forma que cuando se ha producido ríos de alegría se han vertido.

Desde muy mañana los últimos nervios afloraban y algunos no veían la hora del inicio. Y entonces arrancó el ritual. La llegada de los cuadernillos, la apertura de las bolsas. La magia flotaba en el ambiente, ensimismando a las dos partes implicadas.

Pero sin duda lo más difícil fue resistirse a abrir el cuadernillo. Los bolígrafos rugían como los coches en los semáforos a punto de ponerse en verde. Pero, entonces, se obró el milagro. Con un rotundo "¡Ahora!" los bolígrafos salieron atropelladamente. Las neuronas rugían, se cortocircuitaban, en un orgasmo de pensamiento. El espectacular silencio que se hizo solamente se veía roto por los ronroneos de los bolígrafos que escribían y del viento al pasar las hojas de los cuadernos. Los minutos se escurrían entre las manos del futuro. Y sonó el primer timbre imaginario.

Caras de preocupación, de nervios, de alegría en algunos casos. Un efímero descanso para abrir una ventana a la ilusión de la segunda parte de la prueba. Se respiraba el silencio y las risas nerviosas de la esperanza de lo que traerá en sus páginas. Un bocado rápido y a la segunda parte.

Ahora estaba todo decidido. Ya conocían todo su futuro, solo hacía falta enfrentarse a él. Con decisión. Con la soledad de nadie que te ayude, repito, nadie. Los minutos seguían pasando. Y llegó el temido final.

La alegría ante el trabajo bien hecho. La ilusión por el resultado. Y la satisfacción de la utilidad de todo el proceso.

PD: Un alumno quiere que lo cite. Pondré sus iniciales. D.C.S. (Qué cansino que es...)

lunes, 9 de mayo de 2011

Molésteme la disculpa IX

Por no saber ortografía he ido dando saltos de casa al trabajo. Todo el mundo me decía que votara...

Inés, Inés

El último éxito de El Niño del Polinomio.


Animales de compañía

Aparte de un gato que me ignora sistemáticamente los fines de semana que tiene oportunidad de ello, mi vida está llena de animales, algunos de ellos de más de dos patas. Y, especialmente, insectos.

Concretamente, ya desde pequeño los insectos y yo nos declaramos hostilidades. En primer lugar, una avispa me picó estando en parvulitos. Esto me marcó profundamente, por otro lado como tantas otras cosas, y durante bastante tiempo el hecho de oír el ruido de un insecto volar me hacía salir completamente escopeteado. Me admiro a mi mismo cuando, debido a las circunstancias de mi trabajo, me tengo que enfrentar a una avispa interesada en las Matemáticas.

Pero últimamente ronda mi vida otro insecto. Se trata de una mosca gorda, negra que no verde, de éstas que hacen al volar el ruido de un jumbo. Mientras rozo con mis dedos los tan dulces primeros momentos de la siesta, allá que aparece ella, entrando por la ventana del dormitorio y colándose en el cuarto de estar, sin ningún tipo de compasión.

Su entretenimiento consiste en golpear el cristal de la ventana para salir. Que digo yo que para qué puñetas entra si quiere salir. Y se pone a embestir cual mihura, sin compasión por el pobre cristal. Al cabo del rato, me levanto y le abro el cristal, para que salga, no sin antes pegarse otro par de porrazos. Para evitar tentaciones, me aíslo de nuevo cerrando la ventana.

Cuando vuelvo al status quo mosquil, oigo otra vez su maravilloso ruido. Se ha vuelto a colar. La misma mosca estúpida, carente de ideas y de proyecto de futuro. La mosca ni-ni, en una palabra, aunque en realidad sean más y las estemos contrayendo. Y repetimos la situación, no sin antes abandonar la idea de la siesta.

El caso es que me ha debido tomar cariño, porque a veces me visita mientras limpio, mientras preparo la comida, mientras estoy tocando la guitarra. Debe ser una mosca familiar.

Y el caso es que esto me mosquea...

Los días de la semana

Lunes de guitarra y saladitos.
Martes de diagnóstico y evaluación.
Miércoles de duplicidad y reuniones. (Tengo un arma secreta)
Jueves de piso e inglés.
Viernes de examen vespertino y avituallamiento.
Sábado de limpieza y corrección.
Domingo de caminata y ensalada.

sábado, 7 de mayo de 2011

Agradecimientos

Para editar fotos online de forma fácil y sencilla.

www.picnik.com

Miscelánea II

Esta sensación de seguir siempre hacia adelante, como un pollo sin cabeza, sin tener en cuenta nada más que el plan trazado de antemano.

o-o-o-o

Al final, me ahorro un traje. Otra ventaja de adelgazar. A este paso, empiezo a vivir de mi portentoso físico...

o-o-o-o

No hay nada más agradable como vivir bajo la permanente amenaza de meter la pata.

o-o-o-o

- Piensa en un animal
- Ammmm, un lince.

Inventos del maligno

Preposiciones inglesas.

Desgracias

Ignoro qué pecados de mi vida anterior hacen que los sábados me despierte a la misma hora que los días de diario. Intentaré recordarlos.

Claro que hoy había excusa. Lluvia fuerte y tormenta. Me he levantado a ver si el cauchil del patio estaba abierto justo cuando las probabilidades de inundación eran máximas si estuviera cerrado, pero en esta primavera las sábanas se me pegan más de lo habitual, lo que ya es una barbaridad.

Trabajo adelantado anoche. Y día al revés. Mañana de guitarra, bastante productiva. Pero me duele la mano una barbaridad al tocar la bella y la bestia. Habrá que hacer gimnasia de mano izquierda.

Casi me he decidido por la guitarra eléctrica que me voy a comprar. Otra cosa es que lo haga.

Mis dedos están muy torpes hoy. Le echaré la culpa al teclado.

viernes, 6 de mayo de 2011

Miscelánea

Hay algo que se me escapa y no sé que es.

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Profundo asco.

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Lo escrito, escrito está. Aunque he de reconocer que, una vez, fue cierto. Al menos ya sé cómo ha acabado.

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Deslumbrado por la blancura.

o-o-o-o-o

Reconozco que puedo ser antisocial. Y, en cierto modo, no me desagrada.

jueves, 5 de mayo de 2011

Sentido

Acababa de salir el sol. Se oían las gaviotas y la brisa de la mañana inundaba toda la bahía. Y allí estaba, erguido ante el mar y las olas que acariciaban su base. El calor de los primeros rayos del día acariciaba su superficie. Estaba allí, por fin. De pie ante una inmensidad fascinante.

Pasó el tiempo. El viento comenzó a soplar con fuerza y las aguas comenzaron a agitarse. Y ahí seguía. Ahora tendría que resistir. El viento arrancaba las escamas que el sol había ido preparando. Las olas golpeaban en su base con cada vez más fuerza. De forma más violenta. Algunos iguales ya habían caído, pero él permanecía ahí. Quieto. Aguantando las fuerzas de la naturaleza a su alrededor, que amenazaban con derribarlo.

Ya viejo y deteriorado, a punto de ser sustituido por otro, se preguntaba de qué ha servido todo ese trabajo, de qué ha servido el estar resistiendo ante las fuerzas de la naturaleza. El no ser más que un poste ante la inmensidad de un pequeño mar contenido en una bahía, en la que cada mañana salía el sol y se ponía un tiempo después. Si acaso como un molino roto por un acertado caballero en enjuto rocín.

A fin de cuentas no era más que eso. Un objeto roto por el uso y el desdén.

Espectador

No hay espectáculo más bonito que ver a los tontos adorar a falsos dioses.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Prueba

Este es un post de prueba directamente desde mi móvil, gracias a nokia mail, yoigo y blogger.

Ensayo

Hoy ha ocurrido algo que hace mucho tiempo me hubiera parecido increíble. He sido parte de un ensayo. Allí estaba yo, con mi guitarra eléctrica prestada y tratando de pasar medianamente rápido de un acorde a otro. Do, La, Re. Una y otra vez.

La experiencia más alucinante en mucho tiempo. Lamento no haber empezado a tocar antes...

martes, 3 de mayo de 2011

Doctor en Alaska II

Psicológicamente, la separación es parte del proceso de madurez,y con el tiempo todos crecemos y nos damos cuenta de que todos estamos chalados de una forma personal e intransferible

Qué gran verdad...

La lengua de los colibrís

Aquí.

Amadecasadas

Entro a casa. Uno de los baños tiene mal olor. Voy a la cocina, donde tengo de todo porque soy un amo de casa estupendo lerendo. Elijo el ambientador "Spa". En el bote, veo a una señorita sugerentemente tumbada boca abajo con dos o tres cantos rodados de color negro en su espalda. Cojo el bote y, como decía aquel, rociamos con profusión. Un interesante aroma brota ahora de dicha estancia de mi casa. Vuelvo a mis quehaceres y una nube de aroma a ambientador se cierne sobre mi, como la nube radioactiva de Chernobyl. Lo que comenzó como una inocente brisa se ha convertido en un pestazo impresionante a "spa". Me empiezo a acordar de la señorita y de sus piedras.

Lo peor es que no encuentro el desambientador.

Necropreguntas

Un coche fúnebre, ¿tiene más marchas aparte de la primera?

Atardecer/Amanecer

Así que el sol se pone. El rosado del atardecer es el preludio de la noche oscura, que cae sobre la tierra inexorablemente. Las nubes de la lejanía te impiden ver lo que hubiera sido la puesta de sol que siempre habrías soñado. Te lamentas por no poder hacer nada, pero es que la vida es así. No lo puedes controlar todo. Aunque durante un tiempo fueras tan iluso y pensaras que sí.

La noche caerá sobre ti y no podrás hacer nada para evitarlo. Te cubrirá con su negro manto de desesperanza, que ahoga a las estrellas que brillan en el cielo.

Correrás a esconderte en tu guarida, esperando que la negrura y la desesperanza pasen de largo, pero no lo harán, pues es a ti a quien han venido a buscar, es a ti a quien quieren. Es inútil esconderse, te encontrarán.

Pero entonces te acordarás que a un anochecer sigue un despertar. Las lágrimas mojan los malos pensamientos de las pesadillas, arrastrando al río de la vida sus malos augurios. Y, entonces, un nuevo sol saldrá. El sol de la mañana saldrá para ti. Te saludará a ti solamente y sonreirás, pues el atardecer que siguió a tu desgracia ha sido borrado con la brillante estrella que para ti se puso en el cielo. Sentirás como el calor del sol seca tu alma malherida. Y tus malos sueños son ya patrimonio de esa noche negra que se fue y no volverá mas.

To sum up...

...que pienso que hasta nos quedamos como estamos. Que tampoco estamos tan mal.

Lo que tiene el no saber que hacer con tu vida.

Insorpreseces

Comodidad y egoísmo.

Lo que explica muchas cosas.

Tan solo hace falta tener mis ojos.

lunes, 2 de mayo de 2011

Gotas

No nos deja la lluvia, si acaso nos da una tregua.

Por la noche, mientras intento dormir ,un repiqueteo suave sobre el hierro del balcón ahoga los pensamientos que pasan por mi cabeza. Ya ha acabado el día. He visto una película famosa, pero bastante tonta, y me dispongo a empezar el último día de las vacaciones inesperadas que tiene este mes de mayo.

Al día siguiente mientras oprimo, acaso aleatoriamente, las teclas, pequeñas gotas caen del cielo, como intentando decirme algo. Miro hacia el alero del vecino, de color oscuro, y se dibujan con más claridad, cayendo mansamente sobre el suelo de adoquines. Mojando la calzada que en un rato pisará cruelmente algún coche, como rematando un cadáver previamente asesinado.

Gotas caen suavemente que rompen el atronador silencio de la tarde, tras la comida. Cuando todos duermen, cuando todos descansan. Infatigables, cumplen con su misión. Mojar el suelo, hacer crecer la vida.

Acaso descubrir que, a pesar de todo, todavía no estamos sordos.

domingo, 1 de mayo de 2011

Piropos

Me adoro cuando me pongo a hablar de algo y me empalago a mi mismo, de tal forma que hasta me creo lo que vendo...

Colocado II

Decido colocar los libros rojos por fecha. Y los libros azules por número. Es curioso que conteniendo lo mismo estén puestos de manera distinta. Y otra cosa, el encuadernador de los libros azules no debe saber escribir en números romanos más allá de 30, porque 29 si está escrito como XXIX, pero 30 ya no. Curioso.

Una vez colocados estos libros, sigo mirando y remirando. Subo cosas y las coloco según cuadra, alternando la fantástica decoración, consistente en patitos de madera de hermoso plumaje y ligeramente decapitados, pues siempre se rompían por el cuello y allá que estaba mi tío para arreglarlos con su cola de carpintero. También fotos de cuando un servidor era pequeño e inocente y se cortaba el pelo adrede para salir mal en las fotos de estudio, y de otros niños que no vienen al caso, remitidos por orgullosas madres y abuelas que se dedican a colonizar casas de familiares con sus fotos. No sé por qué no nos dedicamos a mandar fotos de nuestro gato como represalias, pero en fin, es lo que tiene no dirigir la política exterior.

En vista de que más o menos todo lo gordo está colocado y que los libros que quedan no me suenan en la estantería correspondiente al día de hoy, decido dar de mano, más que nada porque estoy ligeramente mareado. Tanto colocar me ha colocado.

Y mañana, otra igual.

Colocado

Me levanto temprano, desayuno, cumplo con mis obligaciones y a colocarse. A colocarse unos cuantos libros.

Lo primero de todo, subirlos. De la planta inferior a la media. Una vez que los has subido, primer problema: Cómo los coloco. Si fueran míos no tendría ese problema, pero como no los son me tengo que ingeniar un orden para colocarlo. Y no hay nada que me agobie más que inventar un orden para colocar cosas. El orden es, por tanto, aleatorio. Yo querría que fuera un orden total, pero eso no es posible. En resumidas cuentas, que me produce una situación de estrés bastante tensa y desagradable.

Decido efectuar una llamada de socorro, pero mi interlocutora no me oye. No hay nada que más odie que gastar teléfono en una llamada y que ni mi interlocutor me oiga ni me ayude. Quince céntimos a la basura.

Bueno, al fin el propietario de los libros me da una vaga idea de como colocarlos y empiezo a la tarea, no sin antes recordarme que algún día esos libros serán míos. Me enfrento a los libros rojos y azules. Los libros azules y rojos guardan revistas que publicaban cuentos allá por finales de los 50 y principios de los 60. Novelas y Cuentos, se llama. Me da por ojear una. Antes me saco los ojos y los disuelvo en lejía que leerlos. No por nada sino porque la letra es infama, amén de que la palabra "margen" no debía estar de moda. Más que párrafos, eso parecen botellones de letras, todas apeguñadas gritando "Cipote el que no bote"...

A todas esas madres, que por ser madres deberían ser santas

Aquí.

Sábado cine



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