Microcuento de microcosmos

Y vi la naranja sola, en su estante. Y sintió pena.

Pensó Dios que no era bueno que la naranja estuviera sola. Y arrancó de ella un gajo para crear una nueva y que ya no estuviera sola. Y vio Dios que eran buenas.

Y se las acabó comiendo.

Figuras docentes

El examen de guardia.

Equivalencias

5 = Tacataca tan
9 = Tacatacatacataca tan

Frases que pueden malinterpretarse

Vengo a verte el youtube.

Huelga

Si no hay gusanitos sabor ketchup yo no sé si tiene sentido seguir viniendo al sitio este de las íes. Con sus puntos, claro.

Nuevos aforismos

La pena de cenar solo puede soslayarse usando muchos platos.

Y su contrario más extraño

Es una pena que los coches no tengan máquina de fotos integrada. Supongo que es mejor que el conductor se pare, pero es que hasta eso me da pereza. Pero el invierno tardío de este año no tiene precio.

Había estado lloviendo todo el día y tenía mis temores sobre la carretera, pero un puerto cerrado realmente es una noticia que se sabe. De alguna manera, y aunque no lo veas en el periódico, salta de subconsciente en subconsciente, como una lucecita o un resorte. Y esta tarde no se activó.

Me incorporé a la carretera donde siempre y comencé a subir. Las nubes eran bajas, grises. Al fondo contrastaba el blanco de la nieve recién caída, delicadamente colocada copo sobre copo en las hojas de los pinos. Curiosamente recibía un foco de luz de sol, empeñado en no ceder protagonismo. Al acercarme, el polvo de la nieve que flotaba buscando donde posarse y la niebla provocada por las nubes bajas daban una atmósfera de irrealidad más allá del parabrisas. Reduje la velocidad para disfrutar del espectáculo. Y por consejo de la prudencia.

Que la hora fuera tan tardía y la temperatura tan baja me confundía. Quizá volvía el invierno de forma sorprendente, quitando este año al verano su turno de réplica. La posibilidad de resarcirse de los errores que tapa la nieve pero que el deshielo no arrastra consigo, pues éstos no se escurren como el agua entre los dedos, pero se sirven de ella para enraizarse y crecer. Pensé en cómo sería pasar otra vez por lo mismo. Pero ciertos dolores son únicos e irrepetibles. Aparte de personales.

En ocasiones no tiene sentido que vuelva atrás el invierno. A su vuelta, nos resultaría más desolador.

Previsiones

Esto tiene pinta de que va a ser más largo y complicado de lo previsto.

Como lo otro, curiosamente.

Microcuento

Pensaba que, con un leve movimiento, todo se volvería negro.

Hay un gato sin cobijo en la fría mañana

Llueve. Graniza. Hace el frío típico de mayo cuando marzo ha mayeado.

Mi vieja guitarra me sigue queriendo. Se agradece.

Sin saber por qué

Dormir mal implica tener mal día. No es que haya sido un mal día, pero he tenido toda la mañana esa sensación de aceleración en el pulso, esa inquietud por hacer varias cosas sin posibilidad de hacerlo, ese dolor de cabeza persistente que resiste pastillas y siestas.

Curiosamente, la tarde se la tomó libre, justo mientras ensayaba con la guitarra. El minueto está casi listo, solo queda pulirlo. Como si alguna vez se acabara. Ingenuo.

Sigo teniendo esa sensación de vacío y culpa.

Viernes tarde

Si hay algo realmente complicado... pues poner títulos.

Paraíso añorado

Hace no mucho tiempo había lugares prohibidos. Lugares donde no se debía indagar, pues supuestamente contenían tesoros vedados a nuestros ojos, pero que algún día, muy muy lejano, podríamos ver.

Hoy ya no tiene mucho sentido acceder a esos lugares. Y apenas se encuentra nada en ellos que merezca la pena, salvo papeles amontonados sin ningún orden y aquellas cosas que, a hurtadillas, tomábamos prestadas sin que nadie se diera cuenta. Es lo que tuvieron las infancias de los ochenta y las adolescencias de los noventa, que con cualquier cosa nos flipábamos.

Ahora tan solo encuentro pena por mirar ahí. Porque la causa de la excitación de lo prohibido no está. Los papeles amontonados tendrán que ser rotos, pues son ya caducos estados de esos tiempos donde las preocupaciones eran pequeñas, o sencillas de resolver. Y ahí están aquellas cosas que tanto deseé y que el tiempo ha hecho empequeñecer, pues esas mismas cosas ya las tengo yo. Me he encontrado con un pasado que añoraba un futuro, pero que ha quedado superado.

Mientras cargo con las revistas camino del contenedor tan sólo pienso en disculparme, a la par que me siento un poco culpable.

El señor grifo

Las tradiciones son las tradiciones

Y si son tan sabrosas, mejor.

Canciones para una tarde lluviosa

Oxímoron

Dice mi amado y sabio compañero (o sea, mi amol) que hay que poner algo sensato sobre las competencias.

Frases en un momento

Porque pasear, todavía, es gratis.

Minueto

Me estresa comenzar nuevas obras. Me siento impotente por verme derrotado de antemano. Pero no hay que olvidar que la batalla se suele ganar y que no estoy en guerra. Esas son mis armas.

Alto standing

Me informan de las novedades en las obras, consistentes en que casi está todo hecho, salvo los inevitables detalles de última hora que son los que, a fin de cuentas, le dan gracia a la vida y sentido a nuestra existencia. Espero que me dejen participar en la inauguración oficial. Si no quedo cohibido, claro.

o-o-o-o-o

Apago la tele. He subsistido este año a base de realities de post-adolescentes buenorros. Que ni están las neuronas para Shopenhauer ni los ánimos para faralaes. Pero al final se refugia uno en este sofá, paradigma de la comodidad a buen precio, de saldo, con su mantita a rayas de gran superficie sueca. Así aprovecho el invierno de San Marcos, el hermano primaveral del veranillo de San Miguel.

A ver el año que viene como me organizo. Me pregunto si no será tiempo ya.

No escriba aquí

De acuerdo.

Coincidencias

El motivo de que alguien tan poco dispuesto como yo haya acabado convirtiéndose en un entusiasta del trabajo es simplemente lo fastidioso y agotador que me resulta divertirme. Triste pero cierto.

Sacapuntas

Tengo que reconocer, no sin cierta pena, que soy incapaz de sacar punta a mis lápices. Quizá la cuchilla esté oxidada y no me haya dado cuenta. O mi muñeca ya no gire con fuerza. A lo mejor, o a lo peor, es la madera que es mala y se rompe con mirarla.

Pero es que no hay manera, oiga.

Por un poco

Se me está haciendo corta la semana. Tanto que casi se me pasa el día son escribir nada, por aquello de los cursos a acabar. Aunque esto no es más que una mentira piadosa, porque he perdido parte de la tarde, bueno, en realidad toda, apalabrando. Eso si, de vez en cuando he tocado una cuerda. Supongo que los comienzos de obra son algo descorazonadores. Eso sí, de tanto insistir al final medio salen las cosas.

o-o-o-o-o

El baño, monísimo. Al menos eso me dicen. Y del grifo, ya ni les cuento.

o-o-o-o-o

Tengo una cita pendiente con una entrada que querría publicitar. A ver si mañana en la guardia...

Post para hacer constar

Que esta tarde hemos despedido al frío oficial con un cálido hasta luego.

Algún día, algún día...

A veces la felicidad es la carretera. Y kilómetros.

La tarta de las tartas

En las imágenes adjuntas pueden ver, aparte de un sillón vacío, la que para mi es la tarta de las tartas, el séptimo arte de los postres, el final perfecto de un cumpleaños: La Tarta de Galleta.

La artífice de la misma es una suerte de joint-venture protagonizada por mi señora madre y su hermana, que es la que siempre me pica con la susodicha tarta. No obstante, han quedado en repetirla en futuras fechas cuando, espero, tenga más sentido.

Y es que se ven muchas tartas, todas ellas deliciosas. Heladas, adornadas, hechas de los pasteles más beatos, pero nada como la sencillez de la galleta mojada en café y brandy y crema de mantequilla, huevo y azúcar. 

Esta tarta siempre estuvo en mi subconsciente, ya desde muy pequeño. Recordaba el amargor de las pepitas de chocolate negro deshaciéndose en la boca. El sabor de la galleta suavemente bañada en esa mezcla prohibida para aquella edad, porque a veces uno es un adelantado a su tiempo. Recordaba su sabor, hasta que un día me reencontré con ella, por eso de los cumpleaños. Aquella vez me quedé sin entrante, pero la tarta me la quedé para mi solito.

La próxima vez que hable de ella espero que sea por haber heredado la receta familiar. Les mantendré informados.

Domingo

Creo que de tanto pasarme lo mismo empiezo a aprender. No es mal plan, desde luego.

Descubrimientos

No me van las camisas estampadas. Me dan miedo. Todavía.

o-o-o-o-o

También he descubierto que el equivalente a Roca de nuestros vecinos se llama Valadares.

Y, entonces, estarían ustedes en lo cierto

Si yo dijera que me estoy quitando el vicio de la mano derecha ustedes podrían pensar que, al tocar, la mano no tiene su correcta colocación sobre la guitarra.

Dobles sentidos (final alternativo)

Abandoné la estancia. Me metí en mi habitación. Cuánto chisme de por medio.

Dobles sentidos

Entré en la nueva habitación. Ya la vi ayer desde la puerta, pues el pavimento aún era frágil. Una perspectiva sorprendentemente sombría a pesar de la claridad de las paredes y los juegos de luces de los cuadrados más pequeños, de distintos marrones aleatoriamente distribuidos.

Al entrar me pareció menos estrecha de lo previsto. Perspectivas, supongo. La vacuidad de la misma era agobiante. No sabía donde ubicarían exactamente los nuevos muebles. Ni el color de los mismos. Ni siquiera la adenda al suelo que aún quedaba por colocar y que dejaba al descubierto el negro suelo, lleno de mugre y desechos.

Caminé hacia la ventana, abierta. El murmullo del agua se hizo cada vez más fuerte. Pero era un murmullo desagradable, chirriante, acompañado del mal olor de lo que se descompone, de lo que se enquista en las zahurdas que nos rodean, que sabemos, pero que no vemos.

Recomendaciones anónimas

Sírvanse.

Primavera II

El huerto tiene un verde casi casi insultante.

Alguien lo hará por ellos

Sentado en tu sillón veo tus cientos, miles, de libros, aguardando que los leas. Esperando, pacientemente, en fila. Soportando la humillación de haber sido desplazados por períodicos siniestros de pésimas noticas y libretos de óperas en alemán autodidacta.

No sé si los libros sabrán llorar.

Primavera

He llegado a casa y me la he encontrado toda levantada. No hay nada como pasar de la asepsia de los días laborables al caos que producen las obras. Refugiado en el cuarto de estar siento el crujido de la arena y los restos de cemento al mover los pies. Una semana para reformar y un mes para limpiar. Espero ser de ayuda el próximo fin de semana.

o-o-o-o-o

Cansado. De luchar. De muchos sinsentidos. Me planteo si me conviene ahora aquello que tanto quería, si la crisis no es una oportunidad, sino un bache en el que se está más cómodo, echando la culpa a algo que no se controla, olvidando aquella serie numérica que da un queso sumando infinitas pequeñas partes.

No sé cómo afrontar esta apatía. Quizá es que todo se junte.

Le noveaux Francaise

Le suplemont du le binnoculaire

No era paradigmatico...

Pero hoy había un guarda forestal en la puerta del instituto.

La verdad es que no sé de qué me sorprendo.

Me informan desde la distancia...

... que las obras del cuarto de baño van a ritmo muy lento, como si los azulejos no se colocaran con la presteza que se podría pensar debido a experiencias anteriores.

También me dicen que mañana me tendré que exiliar al sótano, cosa que no me importa. Que la casa parece Sarajevo, que están refugiadas en el cuarto de estar y que menos mal que no está, porque ya le habría dado algo. Además, apenas han tocado las terrazas.

Cosas de las obras.

El número e

He llegado a la conclusión de que no conozco a nadie. Lo que ya no se es si eso es una virtud o una pena.

Jornadas II

Me gusta venir a C. del A. porque parece que no vas a llegar nunca pero, de repente, giras y ya estas allí.

Sorpresas te da la vida

No hacia yo a la malicia, siendo generosos, tan crédula.

Post-curso

Más perdido que en un mercadona ajeno.

Lunes

Ya va apeteciendo salir a dar paseos, por la tarde, para recargar las pilas de un curso que se acaba y que, como de costumbre, nos deja descargados.

o-o-o-o-o

La música brotó, mientras la banda se iba contemplando. Permanecí de pie junto a la batería, sin quererme mover, sintiéndome intruso en una fiesta en la que muy pronto me gustaría participar.

o-o-o-o-o

El redoble. Ya va saliendo. Basta que alguien te marque el ritmo del tres por cuatro.

Santoral

Le he puesto dos velas a San Antonio. Creo que debería habérselas puesto a Santa Rita.

Sábado tarde, casi noche

Dios bendiga a la gente que nunca me dice que me quiere, pero que está ahí cuando la necesito.

Paralelismo, con pendularidad a priori (y, por tanto, a posteriori)

Decía mi padre que las alergias provienen de una excesiva higiene. Quizá la desgana venga de un excesivo interés.

Geométrica

De los círculos, o de las espirales, es muy difícil salir y, paradójicamente, nadie sabe como se entra. El hecho es que quedamos atrapados sin saber cómo llegamos. Y, lo que es peor, sin ni idea de cómo salir.

o-o-o-o-o

Todo tiene su plazo, incluso el dolor. Cíñanse a él, si son tan amables. Y sin ánimo ni intención de pasar por gilipollas.

o-o-o-o-o

Suenan huecas las risotadas en los espacios cerrados, rebotando entre las paredes buscando la nada.

Jueves mediodía

A los días impares no queda más remedio que sumarles uno.

Trabajos TIC

Cuidador de Pou.

Temerle más que a un nublado

Neblina en el cielo. Nubes que se extienden, infinitas, horizontales, tangentes.

Ánimos bajos. Será culpa de las galletas.

Ausencias, vacíos.

Indiferencias.

Demasiado largo para un tuit

Profesores de cursos que te mandan mensajes diciéndote chorradas, pero que en realidad lo que quieren es restregarle a sus alumnos lo maravillosa que es su existencia mientras tu te pudres en un instituto de pueblo con las aburridas clases que ellos critican, pero de las que luego se aprovechan.

Miércoles

Acabo de llegar a casa. Día interminable, con dolores fingidos y penas que se esconden porque, a fin de cuentas, uno tiene una reputación que mantener.

Por el balcón se cuela el verano, con sus ruidos de negocios que cierran ahora, cohetes que celebran victorias futuras y cuartos de finales de ligas europeas de bares cercanos.

La lámpara ilumina la habitación, con su suave luz entre amarilla y naranja pastel. El silencio ensordece mis tímpanos, tan solo lo acallan los coches que bajan por la calle y un perro que ladra, lejos.

Me sigo preguntando qué hago aquí, por qué pasan según que cosas. Y si debería irme duchando ya.

Antropológica

Creo que los gusanitos son el nexo entre el eslabón perdido y el hombre actual, porque su ingesta lleva aparejada las más bajas cotas de higiene.

Relatos cortos

Hallados, completamente, por azar.

Las cinco y cuarto.

Incruspida

El punto justo en el que con el brasero te asas pero sin él pasas frío.

Sugerencias

Me acabo de comprar una maleta con 4 ruedas. No quería hacer yo tal dispendio, pero no he tenido más remedio, pues la maleta que iba a cubrir la plaza de la que venía usado se me ha dado de baja de forma inesperada. Así que un día que iba por otra cosa la vi y me la compré.

Ahora bien, he de reconocer mi máxima torpeza en la conducción de la misma. Así que yo sugeriría a los fabricantes una especie de curso para la obtención de la licencia de conducción de maletas cuatroruediles.

Coincidencias

No sé si tiene algo que ver que, en el mismo día, mueran Margaret Thatcher y Sara Montiel.

Aun así, Señor, ¡qué racha!

Titulaciones

Máster en conversación insulsa, con especialización en análisis estacional y meteorológico.

Evaluación en competencias

Hoy llegaba yo con el coche de pasar el fin de semana y he coincidido con mi vecino. Venía con él su hijo pequeño. No sabría estimar la edad, porque ahora los niños con tanto potito y tanto biofrutas crecen que da gusto, pero seguro que más de cero años tenía. Y, mientras pasaba por delante de mi plaza ha dicho: "Acabas de llegar con las maletas" Y me ha sonreído cariñosamente. Y he pensado, mira qué majo.

Sorprendido ante tan inesperado acontecimiento he pensado en que el niño, dada su corta edad, estará en el colegio. Y, siguiendo este vertiginoso ritmo de encadenamiento de pensamientos, he imaginado que estará siendo evaluado en competencias. Y he decidido aplicarlas para ver qué tal le iría en el cole.

1. Competencia lingüística: Hay que reconocer que la frase es impecable. "Acabas de llegar con las maletas". Quizá le haya puesto h y en realidad quisiera decir que "Hacabas de llegar con las maletas" pero como la h es muda pues no tengo suficientes elementos de evaluación. Incluso puede que hubiera o hubiese querido decir "Acavas de llegar con las maletas". Porque ahora no hay distinción, cosa que a mi me desconcierta, porque mi profe de tercero de EGB, doña Emilia, decía que la v se pronunciaba distinto de la b. Así, nos instaba a diferenciar entre "baca" y "fvaca". Y no veas como se cabreaba cuando decías bacaciones. Había que decir fvacaciones. Pero bueno, que me desvío. Creo que podríamos concluir que la competencia lingüística la tiene aprobada.

2. Competencia matemática: El niño ha dicho "Acabas de llegar con las maletas" Por si no lo saben, venía con dos maletas, la maleta propiamente en sí misma y el bolso de los tuperfvares, asimilable a una segundo objeto maletífero. De lo cual podemos deducir que la competencia matemática la lleva bien. Si hubiera dicho "Acabas de llegar con la maleta" pues claramente la habría suspendido, pero afortunadamente para su desarrollo cognitivo ha dicho claramente "maletas", bien es cierto que con una h aspirada antes que con una s vallisoletana, pero como estoy evaluando la competencia matemática pues eso no se tiene en cuenta.

3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico: El niño ha identificado el objeto maleta. Podría haber dicho "Acabas de venir con los deses" o "Acabas de venir con las cabras" aunque realmente uno tenga bastante de cabrero por otros motivos que no vienen al caso. Luego podemos dar por desarrollada esta competencia, pues conoce el objeto "maleta". Aunque me preocupa que no haya diferenciado el objeto "bolso de los tuperfvares". Quizá lo haya englobado dentro de la categoría de "maleta" todos aquellos objetos que contienen cosas cuando se va de viaje. En tal caso, podemos decir que incluso manifiesta un nivel de madurez y desarrollo competencial en este apartado superior a la media.

4. Tratamiento de la información y competencia digital. Al decir la frase "Acabas de llegar con las maletas" ha señalado a las mismas con su dedo índice.  Además, ha transmitido dicha información a su padre, que ha asentido repitiendo la misma frase. Todo esto indica un desarrollo clarísimo de esta competencia.

5. Competencia social y ciudadana: Al decir la frase "Acabas de llegar con las maletas" ha sonreído y ne ha mirado, estableciendo un fvínculo clarísimo entre el emisor de la frase y sujeto competenciable y yo, recién llegado de mi casa, acogiéndome en su núcleo social y abriendo un espacio común en el que intercambiar información entre los nativos y yo. Con lo cual, creo que podemos dar por superada la competencia.

6. Competencia para aprender a aprender: Al decir la frase "Acabas de llegar con las maletas" el niño ha identificado de forma meridiana que vengo de viaje, pues tengo las maletas justo en la pared, lo que supondrá que entable una conversación con su padre sobre el por qué de mi viaje. Otra competencia al bote

7. Autonomía e inciatifva personal: El niño se ha dirigido a mi de forma autónoma y libre, no como otros niños cuyos padres son un coñazo y les dicen siempre "Dile algo a este señor", para que tu, acto seguido, les rías la gracia. Tranquilamente, me ha hablado y yo le he respondido. Incluso me ha sonreido, como he dicho ates. Con lo cual, siete competencias como siete soles desarrolladas.

8. Competencia Cultural y artística: La verdad es que no tengo ni idea de si esta competencia la supera o no, pero como tiene las otras siete claramente superadas, pues esta no hace falta evaluarla. Aunque seguro que se ha dado cuenta de lo bonita que es mi maleta y por eso me ha dicho aquello de "Acabas de llegar con las maletas". Sobre todo, porque está nueva.

En resumidas cuentas, que este niño está ya completamente desarrollado para pasar al mercado laboral o la universidad, así que que se deje de leches y le vamos tramitando ya el título. Total, más no va a aprender...

Consuetudinaria

Esa ridícula danza de cuando te meas y no llegas al baño.

o-o-o-o-o

Conversaciones de ascensor. Cambias papeles con tu interlocutor, llegando a contradecirte en lo que dura una subida al tercero.

Deje usté de tocar el níspero...

... y déjenos gestionar nuestro dolor, de golpe o en incómodos plazos, y adaptarnos a la nueva situación.

Cuestionario desinteresado

1. ¿Cuánto cobras?

2. ¿Pagas mucho de IRPF?

3. ¿Sabes lo que es una SICAV?

4. ¿Tienes Visa Oro? ¿O Platino?

5. ¿Desayunas con diamantes?

6. ¿Sabes lo que pagas de teléfono?

7. ¿Sabes lo que es un bonobús? O, mejor, ¿sabes lo que es el transporte público?

8. ¿De qué color es una moneda de 5 céntimos?

Sábado tarde

Estoy solo en casa. Apenas me he dado cuenta de cómo ha sucedido.

He visto menguar tanto a mi familia que tengo la certeza, quizá más acuciante que en otros, de que algún día no seremos ni siquiera el polvo del que dicen que venimos. Apenas llenamos una discreta mesa camilla.

Ya la tele no dice lo mismo que antes. El teléfono suena demasiado, siempre con la misma canción. El signo de los tiempos.

En el silencio de la casa oigo la caldera arrancar. Quité el brasero y mis pies se van enfriando lenta y progresivamente. La lámpara es la que ilumina la habitación, pintándola de beige. Creo que con los años he aprendido a identificar ese color.

Y, a mi izquierda, incredulidad. Y volver una y otra vez al dolor.

Viernes

Veía la oscuridad venir desde el sillón, mientras veía las desventuras de la comunidad que, en cierto modo, es reflejo de lo que tenemos nada más salir al rellano. Aún así, decidí irme, más que nada porque no quedaba otra. Y me llovió al tirar la gran cantidad de basura individual, consecuencia de las prisas pasadas. Y de que todos los envases de plástico se acaban a la vez. Es curioso, pero así es.

El viaje transcurrió entre lluvias y paradas. Pasé miedo al adelantar dos camiones, mucha agua en suspensión. Y llegué buscando un barro, extraviado por su despistado vendedor. Un claro ejemplo de "por qué poco es un hombre cabrón".

Sigo incrédulo. No encontramos explicación. Y, a veces, ni siquiera consuelo.

La-tita

Si efectuáramos una rifa, nadie adquiriría una papeleta.

Jueves

Acaba una semana en la que todo ha ido como siempre, pero en la que nada es igual. Sigo sientiéndome fuera de la realidad, mas aún en la distancia, refugiándome en las estupideces de antaño, para no pensar, para no enfrentar.

Disfrutemos de la herida, mientras ésta esté abierta.

Versiones copleras

Se me enamora el alma
se me enamora
cada vez que te veo
usar el ESCOBA
evaluando competencias
de hora en hora.

Por otro lado, el fuego está encendido. Por consiguiente, la leña arde.

Libros que hay que leer

Aquí.