viernes, 5 de diciembre de 2014
Vísperas de puente
No se el por qué de tanto empeñarnos en diferenciarnos de nuestros padres si, al final, somos carne de su carne y a ella volvemos. De hecho, cada vez veo más claro en mi los gestos de mi padre, sus palabras y casi hasta sus funciones, sacrificándose por una causa mayor que, al fin y al cabo, era en parte la responsabilidad y en parte su propio egoísmo.
o-o-o-o-o
El frío me ha sorprendido al llegar, aunque ya sabía que estaba aquí. La sierra blanca me ha cegado en el viaje, cada vez más inconsciente y liberador. Hemos pasado del venir dormido al venir hambriento.
domingo, 9 de noviembre de 2014
Volver a volver II
Y todo se debe a mi falta de palabra. De aquellos sitios de los que salí haciendo fu como el gato son aquellos a los que he vuelto. Por placer, por puntos o, principalmente, por no pensar. Que es justamente lo que necesito ahora. Lo que creo que necesitamos todos.
El caso es que aparqué el coche cerca del iemath, rimbombante nombre para tan escondido edificio, guardado por un ausente perro con caseta. La entrada al edificio, oscura. La manía de los edificios inteligentes que se iluminan conforme vas entrando. Y el deseo, firme, de no encontrar el aula, a pesar de haber llegado tarde. Dejar pasar el tiempo para no afrontar que, por decisión propia, volvía a esas aulas y a esos profesores, ya lejanos en algún caso e imposibles en otros.
Y toqué con los nudillos en la puerta de la segunda planta, accediendo a un aula impoluta, de blanco inmaculado o de blanco detergente, más bien. Con una pizarra digital relegada a un lateral, sin desplegar, y con una pizarra de tiza que ocupaba toda la pared, de esas dobles que subían y bajaban, como en las películas de matemáticos americanos famosos. Y mientras las cosas del pasado volvían a mis oídos, una sonrisa se dibujaba en mi corazón.
Otra cosa es como acabemos, justo como en aquellos años.
lunes, 13 de octubre de 2014
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Septiembre
Y es que llevo casi un mes esperando. Esperando al teléfono que no vino pero que luego llegó, como aquellas hambres que no lo fueron. Esperando empezar otras cosas que no acaban de concretarse, aunque te hayan costado el dinero, ¡Y cómo! Pero dejo a mi guitarra descansar a mi lado mientras se desafina poco a poco, por la falta de uso.
lunes, 15 de septiembre de 2014
Selectividad
Hoy hemos constituido el tribunal. Junio es un alivio. Septiembre es un castigo. Pero todo el mundo merece una oportunidad.
Lo mejor de eso es, como sucede en tantas cosas, el después. He hecho compras de intendencia, compras de intendencia con vistas y ahora estoy aquí, gorroneando Internet al burrikin. Por cierto que he sido capaz de pedir sin equivocarme, cosa que no es fácil en estos restaurantes.
Soy el único que come solo. Me he venido a una esquina a observar a la gente. Da a la plazoleta que hay en el centro comercial, pero en vez de eso me he dedicado a deleitarme, dentro de un orden, en el menú. Y aquí estoy, haciendo hora mientras posteo, oigo a la señora que tengo enfrente y que se parece sospechosamente a la cerdita Peggy y, ahora que he acabado de comer, observo la gente pasar.
Que de observar sí que se aprende.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Frases célebres a las que se le aplica un cambio de sentido y adquieren una nueva dimensión
Hoy me fío menos que ayer, pero más que mañana.
miércoles, 27 de agosto de 2014
Publicidad
No se si es que se ha acabado la crisis o que la población de Rodrígueces en las ciudades aumenta, pero en las radios no paran de anunciar puticlubs.
miércoles, 20 de agosto de 2014
martes, 19 de agosto de 2014
lunes, 18 de agosto de 2014
Observaciones
A las personas que hablamos solas nos molesta terriblemente oír a otras personas que hablan solas.
miércoles, 13 de agosto de 2014
Nokia Internet Radio
miércoles, 6 de agosto de 2014
Post para hacer constar...
Que hoy, día 6 de agosto de 2014, a las 14:20 horas y ante el correspondiente notario colegiado, he otorgado testamento.
martes, 5 de agosto de 2014
Taller de ebanistería
El una habitación que antes fue despacho de una carpintería se acumula el pasado. Cajas con plásticos, enaguas viejas llenas de polvo. Y tarjetas postales con sellos del año 13 del siglo pasado. Mensajes breves de gente que va a un sitio y manda una postal, en parte por cariño al que la recibe y en parte por recuerdo, por conformar una bitácora personal, un album que, cuidadosamente, será archivado en el olvido.
Así debato mi verano. Entre sobres dirigidos ya a muertos, con recomendaciones, peticiones, calendarios repartidos que la agonía recluyó en un armario. Cosas que pudieron ser útiles pero que quedaron condenadas a ser basura. Desidia.
Rebusco y mis manos se llenan de polvo. Sigo pensando en la historia oculta, en aquello que no sabemos por que entonces éramos inocentes. Y por la mano que lo asía todo con la fuerza de la fe. Y, quizá, del chantaje. Algo tendría que haber.
Trabajos de alumnos. Iconos del Perpetuo Socorro, de cuando la enseñanza era menos laica pero presumiblemente más enseñanza. Me voy a quedar uno para mi casa. Donde estarán las manos que lo hicieron.
Maderas comidas por polillas. Agujereadas. Otras, en cambio, han resistido bien el paso del tiempo.
Las nubes de polvo me asfixian. Ya han vuelto los albañiles.
Dos de martes
Quizá sea lo que queda por escribir la enfermedad que tengo.
lunes, 4 de agosto de 2014
Dar de baja
Una de las cosas que tengo pendientes es la dada de baja de recibos y suministros, propios y ajenos. Especialmente los ajenos, que son los que necesitan de una partida de defunción para completarse.
Primero, el gas. Hablas por teléfono, te informas y te mandan a un distribuidor. Curiosamente, en la otra punta de la ciudad y sin transporte público decente que te lleve. Así que allá que va uno, haciendo senderismo urbano, con toda la documentación necesaria. Firmas, fotocopias, pésames y un ya te llamaremos para dar quitar el contador.
Luego, el teléfono. Nos han mareado un poco a llamadas y a faxes y nos han pedido, casi suplicado, que si no le queríamos regalar la línea a alguien. Como regalo es una cosa bastante original, que no te cuesta dinero porque las cuotas las paga el regalado y encima es más práctico que el típico bolígrafo o la típica camisa de manga corta que te regalan cuando nadie sabe qué regalarte.
Hoy ha tocado el agua. He salido tarde, lo que ha avivado en mí aquello de que "al que madruga, Dios le ayuda" He llegado a la sede de la compañía del agua, en la calle Molinos. Parece que no está lejos pero tiene un trecho andando. He llegado y se me han cumplido mis peores pronósticos. Al subir la empinada escalera me he encontrado dos salas, una a la derecha y otra a la izquierda. En el medio, la garita del señor de seguridad y una expendedora de tickets que, junto con un "Su Turno", son dos de los objetos que más deseo y que, sin duda, pondría en mi lista de bodas.
Para amenizar la espera, el programa de las mañanas de la 1, en el que en ese momento previo a la gimnasia se habla de salud, y una fuente de agua fresca, imprescindible donde estaba.
Me siento y, al lado, bulle una señora de esas que van a estos sitios a echar la mañana. Busca un baño, pero sin levantarse, con lo que la presumible emergencia no lo es tanto. Otro señor maldice las tres visitas que le está costando dar de baja el agua. Me temo lo peor, así que me enchufo los cascos. Mi geronto-acompañante parece que no está por la labor y me pregunta por el retraso en su número. Le digo que no se apure, que ya saldrá, pero no parece muy convencida. Ni tampoco del guardia de seguridad, que le dice lo mismo que yo.
Los números van saliendo con una lógica aplastante: 846, 847, 228, 65, 66, 848, 229... Hasta que llegó mi querido 72, que me llevó a una señora y su aprendiza vacacional. Ambas quedaron sorprendidas por la completitud de la documentación aportada y, mascullando no se qué de una fianza y no se qué de que el contrato era del año 60, me plasmaron la baja. Firmé y salí de allí tan eufórico que, sin tener ni siquiera el último recibo, me fui a dar de baja la luz.
Pero ahí la cosa no salió tan bien. Había tal gentío que entré por una puerta, ví, y me salí por la otra.
Ahora sé qué sienten los toreros.
domingo, 20 de julio de 2014
sábado, 19 de julio de 2014
jueves, 17 de julio de 2014
domingo, 13 de julio de 2014
domingo, 6 de julio de 2014
Y no acaba de hacer calor
o-o-o-o-o
Y el verano va, con invasión de cabezones en la relativamente virgen piscina, anhelo de años que ha quedado un poco en la desilusión. Será la novedad o que está algo inclinada y temo que la empezar a nadar, dentro de las limitaciones, claro, el agua inunde la parcela y se lleve por delante los tomates. ¡Y, qué tomates, oiga!
o-o-o-o-o
Esto de escribir tiene su gracia. Las ideas no me fluyen como antes pero, cuando me pongo frente al recuadro blanco, las ideas quisieran salir atropelladas. Quise volver a la normalidad después de la muerte, pero no lo conseguí. Y es que a veces las cosas no pueden volver a ser como antes. Un día pasa algo que cambia tu vida aunque no lo veas y es inútil, y gastoso, resistirse al río de la vida que te va moviendo.
He aprendido mucho. La depresión y las pastillas, en cierto modo, han sido una liberación.
martes, 1 de julio de 2014
Y septiembre que no llega
Y justo cuando estaba todo a su gusto, se dio cuenta que era hora de acostarse.
miércoles, 18 de junio de 2014
martes, 17 de junio de 2014
Contingencias domésticas
Y al igual que la sangre se bajaba en el primero, el wifi se va a las diez.
sábado, 14 de junio de 2014
Sábado
No ha estado la cosa como el año pasado. Aunque mejor, en algunos aspectos.
lunes, 9 de junio de 2014
Y, sin avisar, llegó el calor o cómo recurrir al tópico de tiempo para titular una entrada
Me está costando un horror leer lo de la filosofía en los Simpsons. Tampoco encuentro tiempo.
martes, 3 de junio de 2014
Salir a andar
Parado en la curva se oye el silencio, solo roto por las abejas, los trinos de los pájaros y los crujidos del quitamiedos al ir bajando, poco a poco, la temperatura.
o-o-o-o-o
Más me valiera que dejara de preguntarme los porqués y asumiera la vida tal cual es.
lunes, 2 de junio de 2014
Abdicando, que es gerundio
Son momentos que siempre se recuerdan, el dónde estabas y con quién cuando paso tal o cual cosa. El 11-M me pilló entre sábanas y esto, hablando con mis jefes.
Aunque me propuse no hablar nunca de política en el blog, porque se supone que esto es un diario personal, no me resisto a decir un par de cosas. A meterme en camisa de once varas que se llama.
La primera cosa es que, de haberse ido, lo tendría que haber hecho ya. Una vez medianamente consolidado el hijo y su periodístico matrimonio. Nos habríamos ahorrado Corinas y elefantes. O, al menos, no se hubiera notado tanto.
La segunda cosa, pero relacionada con la anterior. De haberse ido antes, el panorama que le hubiera dejado a su vástago no hubiera sido tan desolador, con un partido en el gobierno en las nubes de su idiocia, con una oposición gobernante hecha unos zorros y con una amalgama de partidos que están en contra de todo, cosa que está muy bien, pero a la que no se le conocen propuestas medianamente coherentes, cosa que está muy mal. Haber sufrido la crisis con la clase media y haber salido de ella habría sido algo al estilo de Isabel II cuando la II Guerra Mundial. Y un país a punto de romperse y sin nadie que lo quiera defender, ni nadie que aplique la ley.
Y luego está el toque pintoresco republicano. Tenemos lo que tenemos porque viene de donde viene. Y es que, en perspectiva, tampoco hace tanto que Franco se murió, en su cama para más señas. Y, a pesar de la Transición, de las distintas alternancias y cambios de gobierno y el desarrollo del estado automónico, pareciera que todavía estamos en las mismas, en un país que sigue anclado en el pasado, en las discusiones de quítate tu para ponerme yo. Habría que ver que pasaría si el Jefe del Estado fuera de un partido. Lo íbamos a flipar con lo que serían capaces de hacer por el hecho de ser legitimados por las urnas. Como ahora, pero avalado por la ciudadanía. Un Jefe de Estado, a mi juicio, debería ser alguien imparcial, neutral. Llámese rey o presidente. Pero elegido por sus virtudes, no por carnet o sangre. Y sin inmunizar, por favor.
Veamos como evoluciona la cosa. Por lo menos, durante un día, no han hablado del mundial. Lo que es de agradecer.
martes, 27 de mayo de 2014
domingo, 25 de mayo de 2014
25 M
La noche que murió el bipartidismo. O como de aquí a dos años a España no la gobierna ni la madre que la parió.
sábado, 24 de mayo de 2014
Tres
El Madrid gana la copa de Europa. Aquí, que no llueve nunca, se pone a diluviar. Y, el edredón que esta mañana quité, esta noche lo tengo que volver a poner.
viernes, 23 de mayo de 2014
Tentaciones inmobiliarias II
Bueno, pues pasó el tiempo y ahora las ofertas salen como las setas. Unas setas muy raras, pues estamos en verano, pero setas a fin de cuentas. Ya se me escapó una y ahora me hacen otra.
He de admitir que tengo muchas ganas de tener un conjunto de ladrillos, losetas y sanitarios que pueda llamar míos, aunque en realidad sean del banco. Paredes donde pueda colgar mis fotos a tamaño entre un poquito grande y ligeramente descomunal. Un rincón donde colocar la lámpara del Ikea y un recibidor donde poner la zapatera de 20 euros. Traerme todos los foeles del sótano de mi casa y, con ellos, conformar un modesto pero coqueto hogar donde pasar las insulsas tardes de 10 meses del año. Pero, claro. Al cabo de los años me tendría que deshacer de él, bien vía alquiler o venta. O también existe la nada desdeñable posibilidad de comérmelo, con patatas de guarnición.
Analizando las cosas en frío, he de decir que la situación personal ya no es la misma. La condena permanece, amenizada con el hecho de que levantarse para ir a trabajar es prepararse para la batalla diaria, y no precisamente por la materia prima, a la que la guerra se le supone. A ello únanle factores familiares y obtendrán un cóctel explosivo. Pero que hay que sobrellevar.
Y, aunque el alquiler sea dinero perdido, he descubierto que me aporta tranquilidad. ¿Que se me rompe la cisterna? Pues llamo a mi suegra y antes de que cuelgue el móvil ya tengo aquí al fontanero. ¿Que me hace falta un congelador-recibidor? Pues ya he estrenado dos. ¿Que la tele se me queda pequeña pero lo sufro en silencio? Pues otra más grande, y de tubo, que es como me gustan. Menos inteligencia y más culo. Tele a lo Botero.
Y como tranquilidad es lo que necesito, pues que paso total de complicarme.
O, al menos, eso creo.
Acuerdos y otras decisiones
Además, si las circunstancias lo considerasen oportuno, tampoco descartaré como nexo comunicador la rueda de prensa, dado el elemento feedback que proporciona, pero con un máximo de dos preguntas por persona.
En M. a tal de cual de dos mil pascual.
miércoles, 21 de mayo de 2014
martes, 20 de mayo de 2014
Cosas que pasarán
Llegará el momento en el que nuestros discentes, tras pegar el cambiazo, se quejen de que no obtienen la máxima calificación del docente.
Ah, que ya llegó.
lunes, 19 de mayo de 2014
S'acabó la crisis, ópera en dos actos
De como, en el primer acto, barajé la posibilidad de comprarme, a pesar de mi modesto sueldo a cargo de los PGE, un cepillo a pilas.
De como, en el segundo acto, un coco rubio de apenas 50 centímetros espurreó las tarjetas y documentación de su madre en la zona de pastillas de barbacoa.
40 de mayo
Y el edredón, sin estar enfado pero con una sonrisa socarrona, volvió a su sitio, encima de mi colcha de piqué.
domingo, 18 de mayo de 2014
La ventana
Ya está instalada. O, más bien, abierta. Mientras yo daba los últimos golpes con la azada los albañiles, con un primor contrario al esperado, fueron agrandando ese pequeña mirilla hasta convertirla en un rectángulo, perfectamente trazado, rompiendo la uniformidad de la pared, a medio pintar por el almez que hasta hace poco la tapaba.
A fin de cuentas y cayendo en tópicos y frases célebres, un pequeño picotazo para un albañil se convirtió en una gran ventana, una ventana que da luz a un anhelo, convenientemente ahogado por cuarenta años de noes primero e indiferencias después.
Reivindicaciones con razón. Hechos que ahora producen sentimientos de rabia, aunque a mi eso me resulte bastante curioso. El, los, que quiso vivir incómodo no debió morir infeliz. O al menos siempre fue inocente.
Aunque lo mejor de todo es que para poner fin a cuarenta años de desidia una familia se haya tenido que extinguir. Y, pensándolo un poco, eso dice mucho. Tanto de los vivos como de los muertos.
domingo, 11 de mayo de 2014
sábado, 10 de mayo de 2014
Sábado
Puntualidad británica. Me espera el joven peluquero leyendo el periódico y el sillón de presunto cuero vacío, lugar de mis confesiones más triviales.
Salgo. Los temas de hoy han sido el tráfico y el tiempo. Sustancia para empezar la mañana. Los habituales marginados, esta vez con niños, admiran mi nuevo look. Desaparecidas las motos en San Agustín, una nueva terraza se cierne sobre la plaza. No cabe un turista más. Terrazas sin turistas, turistas sin calles.
Gente normal que pide, aseada, peinada. Crisis que se resiste a irse, a pesar de todo. Alguien se lo debería decir.
Encargos relojeros. Me sorprende la feria del libro, nuevo. La del libro de ocasión da un poco de grima. Tampoco yo me he enterado de que la crisis haya pasado. Compro encargos que podrían interesar. Puestos que aceptan tarjetas. Anarquistas incluidos. Tampoco se enteran. Otra crisis que no ha servido de nada.
Y volví a casa como los Reyes Magos. Por otro camino, huyendo del calor y de la gente que te pide que te asocies a las más variopintas causas.
viernes, 2 de mayo de 2014
martes, 22 de abril de 2014
Sugerencias
Deberían hacer la segunda parte de My Fair Lady. Pero en vez de con Audrey Hepburn, con la señora de Google.
domingo, 20 de abril de 2014
viernes, 18 de abril de 2014
martes, 15 de abril de 2014
domingo, 13 de abril de 2014
La casa
Hoy, ya ha pasado todo. Ha sucedido todo demasiado rápido. Y, en cierto modo, la incredulidad no era del todo real. Porque todos tenemos nuestro tiempo contado.
He vuelto a la casa. Esa casa que siempre estuvo llena de señores mayores y gatos. Esa casa donde un día perdí parte de mi inocencia y donde me mataron mi ilusión. Y es que de tanto chocar contra un muro uno acaba sabiéndose perdedor.
El cuarto de estar estaba tal y como quedó antes de que saliera de casa, en su habitual y concienzudo desorden y sin gato. Bajé por las herramientas y al huerto y a veces me sobresaltaba el recuerdo. Los sonidos. Pero estaba solo. En la inmensidad de una casa vieja y achacosa.
Decidí dejar la luz de la escalera encendida. Luego volvería mi hermana a revisar a los gatos. Y volví de nuevo al cuarto de estar, que permanecía en el mismo desorden y, de nuevo, sin gato.
Y me sigue pareciendo increíble que ya hayan muerto todos.
viernes, 11 de abril de 2014
jueves, 10 de abril de 2014
Y a tí te encontré en la calle
Y la pizarra, si escribes con tiza y no lo borras.
miércoles, 9 de abril de 2014
domingo, 6 de abril de 2014
miércoles, 2 de abril de 2014
lunes, 31 de marzo de 2014
Súper héroe
domingo, 30 de marzo de 2014
lunes, 24 de marzo de 2014
domingo, 23 de marzo de 2014
Trabajos de jardinería
sábado, 22 de marzo de 2014
miércoles, 19 de marzo de 2014
Hace un año, hoy era martes
Hace un año, caía el agua del cielo. No como una bendición, sino como una advertencia. A la que no hice caso.
Hace un año pensé, con mi buena intención. Pero me equivoqué.
Y ahora ya no puedo hacer nada.
domingo, 16 de marzo de 2014
Domingo
Siempre que vengo a este banco me saluda la misma música, la del viento meciendo las hojas de los árboles.
La primavera ya ha empezado a romper por estos lugares. Calor de manga corta. Mariposas que revolotean. Pájaros que vuelven a cantar. El verde, la esperanza, de nuevo abriéndose paso.
El valle me trae sonidos del despertar sin prisa, del domingo tranquilo, de buscar tiempo para aquello que quedó pendiente en la semana. Un gallo que canta, unos niños que juegan.
La tranquilidad está a tan solo un paso. La tranquilidad perdida por buscar, por no encontrar, por no conformarse. La tranquilidad, en definitiva, la encuentro en mi banco.
viernes, 14 de marzo de 2014
Viernes
martes, 11 de marzo de 2014
domingo, 9 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
La TDT
Estoy viendo un documento del máximo interés. Se trata de Belén Esteban pasando unos días en Granada. Hasta el momento, la veo compartiendo la mañana de compras en el Albaycín con su anfitriona, mientras pasean en olor de multitudes. Luego la veo comiendo y preparando la actuación de la noche.
Tan petrificado estoy que no puedo ni cambiar de canal. Algo, quizá el ángel exterminador de Buñuel, me lo impide.
martes, 4 de marzo de 2014
lunes, 3 de marzo de 2014
domingo, 2 de marzo de 2014
sábado, 1 de marzo de 2014
viernes, 28 de febrero de 2014
martes, 25 de febrero de 2014
Martes
Y así estoy yo a estas horas. Con hambre.
lunes, 24 de febrero de 2014
domingo, 23 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
Pre-golpista
Tejero debería ser maestro de secundaria. Por lo de "¡Se sienten, coño!
Y también por lo de "¡Quieto todo el mundo!"
jueves, 20 de febrero de 2014
Jueves
Tarde de fotos. Hasta tirado en el suelo. Si es que cuando uno se mete en el papel...
o-o-o-o-o
Silencio en la noche. No hay nada en la tele, ni siquiera en el mundo feliz de las teletiendas. La bolsa ya cerró. Tan sólo estamos mi sillón, yo, y mis aparatos electrónicos. Es como si volviera a tiempo atrás, pero dándome cuenta de que lo que tanto echaba de menos no era para tanto. Que prefiero mi sencillo aburrimiento, mi aparente indolencias a las falsas promesas de vidas mejores. Porque, bien entendido, el amor empieza, y a veces acaba, en uno mismo.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Anillos de oro
Vistas ahora, con el paso de los años, se da uno cuenta de que tampoco eran para tanto. Y es que todo estaba ya inventado, lo único era la forma de afrontarlo. Antes se tapaba y ahora se muestra todo. Que digo yo que en el punto medio está la virtud, pero este país es así, no entiende de centro, aunque todos se identifiquen con él.
Y, además, el tiempo les ha dejado una pátina de ñoñería, amén de un estilismo que nos hace, bueno a mi no, que yo era muy joven, arrepentirnos de tanta hombrera y de tanto estampado imposible.
Eso sí, los habituales estaban más lisos. Si es que los años no perdonan. Fueraparte de ser crueles.
martes, 18 de febrero de 2014
Y es que el tiempo, en todas sus acepciones, pareciera repetirse
Me di cuenta porque algunas gotas mojaban la parte baja del cristal que da al ojo de patio. Como pequeños trocitos de esferas, transparentes, que a modo de lupa y conjuntamente cambian el ojo de patio, tan vulgar pero tan necesario.
Así que dejé la guitarra y salí al balcón del salón. La niebla no dejaba ver nada más allá de la piedra que nos separa del pueblo vecino. Y pensé que hace seis años y un día también hizo el mismo día, cuando tuve que salir corriendo a Granada.
domingo, 16 de febrero de 2014
Rafaela
Volví otra vez este verano, quizá en los comienzos y mediaciones de mis coqueteos con la colonia. Y allí estaba, impertérrita, organizando la cola y poniéndonos firmes, con su pequeño cuerpo y su voz un tanto quebrada. Y con su chapa impoluta.
Dejé de verla, al menos pasé por allí varias veces y no la vi, pero en mis dos últimos repostajes me ha atendido. La primera vez, me sugirió unos chicles y la tarjeta de puntos, que tengo pero que paso de llevar, porque a fin de cuentas para que te den una colchoneta de playa que se pincha al verla tampoco hay que moverse mucho. Y hoy, debido al escaso público, me he visto envuelto en una situación de acoso y derribo. No paraba de insistirme en que me llevara un jamón de Jabugo, que ya le digo que es de lo mejor. Lo que la pobre no sabía es que me tiré un año en Huelva comiendo jamón güeno a tutiplén. Así que asentí a cada una de las razones que me daba para comprar las cosas desoctanadas que me ofrecía, le agradecí amablemente con un "Lo tendré en cuenta para la próxima vez" el torrente de ofertas que, atropelladamente, me hacía y salí como pude de la gasolinera.
Lo peor es que, con tanto bombardeo, casi se me olvida el pin.
viernes, 14 de febrero de 2014
Viernes
jueves, 13 de febrero de 2014
martes, 11 de febrero de 2014
domingo, 9 de febrero de 2014
Domingo tarde
Que raro se me hace no estar en carretera un día de estos. Y, sin embargo, hoy estoy de rodríguez de mi mismo.
o-o-o-o-o
Viendo Superman II, no me gusta ver en apuros a un héroe, me doy cuenta de que, en un momento, se han cargado tres símbolos del consumismo occidental.
sábado, 8 de febrero de 2014
jueves, 6 de febrero de 2014
sábado, 1 de febrero de 2014
Corredores de bolsa
Tocaba ruta, de esas que te tienen planificadas milimétricamente. Recoger las chaquetas del tinte, llevar la chaqueta al tinte, recoger la chaqueta de la costurera... Aparte, comprar el periódico y las medicinas propias y extrañas.
Lo primero era bastante fácil, recoger la chaqueta gris de la costurera, una señora muy amable pero un poco cotilla. Supongo que eso lo dará la profesión, junto con el gremio de peluqueros. Del de dependientes de perfumería prefiero no hablar, que luego todo se sabe.
Como la ruta era larga, tanto a la ida como a la vuelta, pensé en pasar por las farmacias que me encontrara para encontrar mis pastillas. Mi doctor debe ser algo sibarita, porque no hay manera de encontrarlas. Porque aquí mucha crisis y muchos recortes y muchos apuros pero solo estamos deprimidos cuatro pringaillos, que encima nos vemos celestes para encontrar el dichoso escitalopram bucodispersable con sabor a menta. Pero bueno, no queda otra que encargarlo y esperar que lo traigan. Menos mal que tengo en reserva, porque cuando he ido a mi farmacia de referencia me la he encontrado cerrada por vacaciones.
Por lo menos, cuando he recogido las chaquetas del tinte y he dejado allí la nueva me he beneficiado de un 3x2 en limpieza. Son más apañados que las pesetas. Tintorerías Garci. En la calle San Antón.
Y, un poco más abajo, una funda para un aifon. Concretamente, para el aifon del jefe. Es una tienda de esas de artículos del lejano oriente, aunque yo todo lo que he comprado en esos comercios siempre era del cercano país. Ironías de la vida. Transparente ligeramente mate. Porque en tiendas más prósperas lo tenían agotado. La crisis, claro.
Y ya, de vuelta a casa, un bollo de aceite y los medicamentos ajenos en farmacias conocidas. No quiero ir con lo mío, vayamos a pollas, que decimos por aquí.
Que no hay que fiarse de las tiendas de barrio.
viernes, 31 de enero de 2014
Ya parecen más largas las tardes
Y, en una de las curvas, un disco que parecía la luna fue disipando la neblina, haciéndose de nuevo el rey del cielo.
jueves, 30 de enero de 2014
Empezar a cambiar
Si hay algo que me guste en la vida es empezar nuevos caminos. Más exactamente, intentar explorar esos caminos que una vez tracé pero que por cosas y órdenes de importancia no pude hacer. El entrar a un mundo nuevo que un día vi brillar por una ventana.
Y ahí estoy, con el mundo de la bolsa. He hecho ya algunas operaciones, todas ellas de mentira y me he dado cuenta de que cuanto más sé, peor me salen. Pero, de alguna manera, estoy contento, pues sé que estoy en el camino, que será complicado, pero que algún día llegaré a estar donde quiero.
A las malas, lo habré intentado.
miércoles, 29 de enero de 2014
El jersey II
Pues salió de la lavadora como entró. Bueno, más limpio.
Si es que a veces buscando la desgracia te salen las cosas bien. Tampoco hay que quejarse por eso, ¿no?
martes, 28 de enero de 2014
El jersey
En aquellos tiempos yo tenía más envergadura que ahora, que supongo será por la medicación, y lo llenaba en su totalidad. Hoy, más mermado en muchos aspectos, quepo en él de forma que puedo perderme en el mismo y no encontrarme. Así que el otro día, mientras fregaba la casa, recordé que una vez mi madre lavó por error un jersey de lana en la lavadora y encogió sobremanera. Y se me ocurrió hacer lo mismo con mi jersey, pero de forma menos accidental.
Y esta noche lo he puesto a lavar. Mientras redacto estas líneas estará el pobre venga a dar vueltas, mientras a mi la inquietud me invade, al igual que un ejército invade lo que le dicen que invada, que para eso están los ejércitos, para invadir...
En fin, que luego les cuento.
lunes, 27 de enero de 2014
domingo, 26 de enero de 2014
viernes, 24 de enero de 2014
Disculpas
lunes, 20 de enero de 2014
domingo, 19 de enero de 2014
viernes, 17 de enero de 2014
martes, 14 de enero de 2014
Pedalear para no caer
Hoy hablábamos de la enfermedad, de si es una miseria humana o un aspecto a mantener en la intimidad. No creo que estar enfermo sea una miseria o una tara, es algo consustancial al ser humano, un pequeño recordatorio de que estar vivo es a veces sufrir un poquito. Bien es cierto que hay enfermedades más veniales y otras más capitales. Hay quien se avergüenza, quien piensa que su sufrimiento breve o crónico es un estigma, provocando en nosotros la lástima o el rechazo. Por eso algunas enfermedades se mantienen en la intimidad de nuestro cuerpo, de nuestras paredes blandas, acunándola o soportándola lo mejor que se pueda.
Por eso hay quien decide mantener en secreto su taras o sus cuitas. Por muchos motivos. Quizá de forma acertada o no, pero las decisiones ajenas no debieran ser malinterpretadas. A veces las rocas tienen que seguir siendo rocas, por aquello de mantener las apariencias. A fin de cuentas, nuestro sólido planeta es lava ardiente y rotante en su interior.
Y es que, cuando hay cosas que cambian alrededor, se agradece que haya algo que siga siendo más o menos lo mismo. Con ayuda o sin ella. Al precio que cueste. Por aquellos a quien se quiere y que lo están pasando peor.
domingo, 12 de enero de 2014
sábado, 11 de enero de 2014
viernes, 10 de enero de 2014
miércoles, 8 de enero de 2014
De repente, un perro
Antes de comenzar la ruta propiamente dicha, me he acercado a la tienda oriental, vacía de clientes en general y de clientes frikis de los tornillos en particular. En vez de mirar lo que buscaba, una mesita para al lado de los sofases, me he decidido a preguntar directamente al amable vendedor. Le he pedido una plegable, "que se abra y se cierre", le he dicho para confirmar sus sospechas sobre dicho adjetivo. Tras ímprobos esfuerzos por su parte enseñándome el más variopinto género no hemos alcanzado un acuerdo, por lo que se ha perdido una casi segura transacción. Espero que del cilicio no pase.
El paseo ha transcurrido con normalidad. Incluso me encontré con dios y me saludó. Pero, al comenzar a bajar el punto más alto, de la nada salió un perro negro que ha comenzado a seguirme. Primero por detrás, a una prudente distancia. Pero luego el hombre ha ido cogiendo confianza y se ha puesto un par de veces por delante. Luego ha debido recapacitar y ha pensado que como no sabía dónde íbamos, pues mejor me dejaba a mi que abriera la marcha.
Y así hemos venido hasta la rampa del portal. Primero, con su pequeña pero definida postura, me ha mirado, como pidiéndome permiso para poder subir más. Al mirarlo ha debido entender que se lo daba y se ha acercado un poco. He girado la llave dentro de la cerradura y abrí la puerta del bloque. Lo miré de nuevo y, con la cabeza levantada, movía la cola con entusiasmo, como si quedara conmigo o quisiera venirse detrás. Sin pensarlo demasiado, porque uno para estas cosas es como es, he cerrado suavemente la puerta y me he asomado al cristal. Apenas miró dentro, tan solo olió un poco el suelo, como intentando adivinar el siguiente rastro que seguirá.
martes, 7 de enero de 2014
Las rebajas
Tiempo de no mucho frío, de apenas pisar una tienda. Tiempo de recordar lo pasado y preocuparse por el futuro. Lo que sea antes que pensar en el ahora, que eso es mucho jaleo.
Bienvenidas y deseos de año nuevo. Y también propósitos. El propósito de ser más egoísta, de estrenar mantel en vez de usar hule, de salir a andar por las tardes y de ir a los chinos a comprar una mesita cutre para al lado del sofá. Y tuperwares para la sopa. Muchos tuperwares.
Apago la tele. Siento que tengo esta bitácora abandonada. También es cierto que estoy de duelo. Por lo conocido, por lo divertido y por otras cosas que me callo. Asumiré el momento, pues una vez fui feliz y nada me impide volverlo a ser. Tan sólo hay que esperar al momento adecuado.
O no esperar y darse cuenta de que estoy el él.
sábado, 4 de enero de 2014
viernes, 3 de enero de 2014
Vísperas
Aún recuerdo cuando las luces eran bombillas. Digo eso de que aún recuerdo y en realidad no hace tanto. Es lo mismo que el frío y el calor, nunca nos acordamos de la temperatura del año anterior, cada estación nos borra ese recuerdo.
Ahora, con los leds, la Navidad es más eficiente, pero quizá algo más fría. Y más chillona. Los árboles azules que colocaron en el centro chirrían en las córneas sensibles como la mía, más aún cuando no se está acostumbrado. Las luces en Puerta Real, haciendo como una plaza redonda en el cielo, dan sensación acogedora. No se a quién se le ocurriría, pero está bastante bien pensado.
La gente copa la plaza. En los puestecillos de artesanía, desplazados por la codicia hostelera, la gente mira e incluso algunos se animan y compran. Cuando pasé, hará unos días, incluso yo mismo. Una lámpara de arena, de color rojo. Y que gustó a la regalada.
Me siento agobiado entre ese río de gente. Gente que hace cola para ver los belenes. Gente que compra castañas, inducidos por el calendario. Gente con bolsas, que pasea en grupos, en parejas. No se ve a nadie solo. Es como una tregua especial, que nos acoge antes del mes de enero, en el que las apariencias estarán de rebajas y la gente, posiblemente, metida en casa guareciéndose del temido frío en sus cuerpos y en sus carteras.