miércoles, 24 de septiembre de 2014

Septiembre

Volver a empezar siempre tiene un plus de pereza, al que este año se le une algo de torpeza, una pizca aprensión y otra de sospecha. Volvemos a los mismos vicios, que por serlo implican tanto un pecado como una reticencia a la salvación que implica el pasar por el confesor.

Y es que llevo casi un mes esperando. Esperando al teléfono que no vino pero que luego llegó, como aquellas hambres que no lo fueron. Esperando empezar otras cosas que no acaban de concretarse, aunque te hayan costado el dinero, ¡Y cómo! Pero dejo a mi guitarra descansar a mi lado mientras se desafina poco a poco, por la falta de uso.


lunes, 15 de septiembre de 2014

Selectividad

Hoy hemos constituido el tribunal.  Junio es un alivio. Septiembre es un castigo. Pero todo el mundo merece una oportunidad.

Lo mejor de eso es, como sucede en tantas cosas, el después. He hecho compras de intendencia, compras de intendencia con vistas y ahora estoy aquí, gorroneando Internet al burrikin. Por cierto que he sido capaz de pedir sin equivocarme, cosa que no es fácil en estos restaurantes.

Soy el único que come solo. Me he venido a una esquina a observar a la gente. Da a la plazoleta que hay en el centro comercial, pero en vez de eso me he dedicado a deleitarme, dentro de un orden, en el menú. Y aquí estoy, haciendo hora mientras posteo, oigo a la señora que tengo enfrente y que se parece sospechosamente a la cerdita Peggy y, ahora que he acabado de comer, observo la gente pasar.

Que de observar sí que se aprende.

viernes, 12 de septiembre de 2014