miércoles, 29 de febrero de 2012
Noticias que parecen mentira y sin embargo son ciertas como la vida misma XXIII
La propuesta ha surgido por los grandes remolinos de gente que se forman alrededor de algunos cuadros y que, según señala "Retrato de señor pocho a caballo": "colapsan los museos, porque todo el mundo se pone a mirar, se extasia, y se le pasa la hora y luego no tiene tiempo para ver a los demás. Así que nos hemos reunido y hemos preparado una paleta de iniciativas que vamos a colgar en una web y al lado de cada uno de los firmantes, para que el pueblo la comente y a ver qué tal"
En el artículo también aparece la opinión de los directores de los museos. La mayoría de ellos se han quedado "a cuadros" al conocer la noticia, pero se muestran abiertos al diálogo. "Nosotros creemos que todas las obras deben ser admiradas, todas tienen su encanto. Por eso, y como primera medida, vamos a retirar nuestros cuadros más famosos y que la gente se conforme con lo que quede" señala Marco Paitieri, director de uno de esos museos.
Además, la iniciativa cuenta con partidarios en nuestras fronteras. Según hemos podido saber, uno de nuestros cuadros más famosos, "Las Meninas", también apoya esta iniciativa. Según nos cuenta la primera menina disponible que nos encontramos por la derecha: "Estamos ya hartas de estar colgadas y de que la gente nos mire sin parar. Que si la ropa, que si la cara, que si esto, que si lo otro... Con lo que a nosotras nos gustaría irnos de viaje, aunque sea a Cuenca a ver las casas colgantes, por ver qué se siente al ver a alguien como nosotras. O bien a la playa, que hay que ver qué blancas que nos ponen siempre. Con lo que nos gustaría coger una poquita de color... Si al menos hubiera unas meninas interinas mientras estamos de permiso... En fin, que lo de estos cuadros nos parece muy bien, así los demás descansamos"
Estaremos atentos a cualquier novedad.
Primavera no nacida
Quizá de tanto perder no sabe uno hacer otra cosa. Quizá no sepa jugar, o no quiera ganar. Pero lo que está claro es que no voy a tener lo que pido, algo de tiempo para pensar, para estar seguro, si es que hay algo seguro en esta vida.
Aunque sea una cursilada, porque lo es, no se puede retener a los pájaros. Son libres. No se les puede sobornar con comida, no se les puede atrapar. Habrá que dejarlos como son, libres, y pensar que si tuvieron que irse fue porque lo necesitaban.
Bisiesto
Días como los demás, afortunadamente, son todos los años.
martes, 28 de febrero de 2012
Peces negros
Cientos de personas, todas vestidas iguales, nos rodean. Van con carteras en la mano, gesto serio y paso constante. Nadie, salvo mi acompañante y yo, habla. Parecen seres automáticos, programados según la hora del día. Posiblemente nos miren con una mezcla de desprecio e incredulidad, pues parecemos dos buzos entre un mar de peces negros, pues los observamos y, por miedo, no hablamos.
Sus pasos están sincronizados. Van unos detrás de otros, ordenadamente, hacia la estación de tren o metro más cercana. Alguno de ellos se sale por unos instantes de la fila, alargando su mano para coger un periódico con el que distraerse en el camino a casa, pero nada más.
Pero, superada la estación de metro, comenzamos a nadar contra corriente. Los mismos peces que antes formaban un banco a nuestro alrededor, empiezan a venir de frente. Una nube inmensa que se aproxima hacia nosotros, insignificantes obstáculos en su camino a casa. Siguen sin hablar. Optamos por hacernos a un lado de la acera. Avanzamos con dificultad hasta que, de repente, tan solo estamos nosotros dos. Los peces se han ido, como por arte de magia, engullidos por el metro.
Seguimos caminando hasta llegar a nuestro destino, con gente como nosotros. Pacíficos hermanos de la cámara réflex.
El rábano por las hojas II
Debes saber que, a pesar todo lo anterior, muy posiblemente te quedes solo, escondido en un lateral del escenario donde otros, inmerecidamente, se queden con la gloria. Te preguntarás qué has hecho mal, y es entonces cuando comprenderás que no era el amor a los demás la fuerza que movía tus actos, sino el amor a ti mismo, tu vanidad y tu orgullo.
El rábano por las hojas
lunes, 27 de febrero de 2012
Cosas que no debería decir pero, como ustedes no me conocen, no me da vergüenza reconocer
domingo, 26 de febrero de 2012
Laying on the bed
Turisteces
Nos hemos puesto en camino a nuestro primer destino, Westmister, donde hemos visto la catedral y la abadía. Nos hemos hecho también la típica foto delante de una cabina y hemos ido en busca del río Thames.
De ahí, a Trafalgar Square. En el bullicio de la plaza hemos comido un sandwich y un yogur de esos con muesli. Cuánta vida tiene esta ciudad.
Después, y para refugiarse en la dura hora para el turista que es el momento post-comida, hemos ido a la National Gallery. Tan cansados estábamos que casi la Venus del espejo nos deja el cheslon donde se recuesta, pero nos ha dado cosica y nos hemos ido.
Llegó el momento café y, como buenos turistas, nos metimos en un Starbucks. Pedí un capuchino y la señorita me pidió mi nombre. Me aclaró que no era para ligar, sino para llamarme cuando estuviera listo. Yo le dije en un correcto inglés de eoi que me llamaba Juan. Y ella me bautizó como Ewan. Luego pensé en haberle dicho mi nombre en inglés, pero me pasó como cuando veo fotos en el facebook, que me bloqueo y no reacciono a tiempo.
Posteriormente, paseo por Covent Garden y rumbo al palacio de SuMa, previo paso por los jardines de palacio, infestados de ardillas que ya no es que te pidan, sino que te exigen.
Por último, vuelta a Westmister a hacer fotos al Big Ben de noche y al hotel en el 148.
Salimos a cenar en un italiano, queremos subsistir al menos un poco, donde el verbo ignorar adquiere una nueva dimensión, hasta entonces desconocida por nosotros. No obstante, la comida muy rica.
Y ahora, un pis y a dormir, que esto de escribir con el móvil es la muerte a pellizcos.
La gipsy de las flowers
La cuestión es que va uno por Westmister Abbey y se encuentra con una postal familiar, pero adaptada al contexto. Al igual que en mi ciudad, si pasas por al lado de la catedral, te asalta una gitana con una rama de romero, en Londres se te acerca una gitana con una flor contrahecha que te ofrece los mismos servicios que en España, aunque supongo que en inglés y cobrando en libras esterlinas de Su Majestad, que por cierto vaya monedas más gordas que se gastan...
Para ser sinceros, no he visto más que a dos. Posiblemente porque formen parte de un experimento piloto para introducir una especie foránea en las islas, lo cual sería muy positivo, ya que por fin Gran Bretaña se está abriendo al mundo globalizado.
En fin, que me parece una gran novedad. Seguiremos la cosa, a ver como queda. Solo espero que en los cementerios no empiecen a escasear las flores...
sábado, 25 de febrero de 2012
Políticas toalliles
El caso es que te ponen el cartelito diciendo en que reflexiones sobre la cantidad de jabón y agua que se gasta cada día en todo el mundo con la limpieza de las toallas (supongo que para que fomentemos la competencia social y ciudadana) y es cuando yo pienso en las ballenas varadas en las playas, en delfines que se desorientan y en las pobrecitas tortugas bobas que hay que ver cómo se las zampan en cuantito que salen del huevo. Y me da una pena tremenda y un cargo de conciencia gordísimo por hacer turismo y, con lágrimas en los ojos, decido ser solidario con la madre tierra y cuelgo la toalla en la percha del baño, para calmar un poco la mala conciencia por vivir en un mundo tan materialista e higiénico.
Pero, cuando vuelves a la habitación después de un día de turismo, compruebas que, a pesar de tu buena intención, te han cambiado las toallas. ¿Ustedes se lo explainean? Pues yo, tampoco.
El gran Ben
Jet lag
Primeras impresiones
o-o-o-o-o
Entiendo a los pakistaníes. O es que los recepcionistas están mejor preparados o yo he mejorado mi nivel de inglés.
viernes, 24 de febrero de 2012
Crisis guitarril
Momentos de tensión. Crisis de nervios. Además, ha coincidido que varios compañeros han tenido alguna incidencia TIC y me he tenido que desdoblar. Pero es en los momentos de tribulación cuando uno saca lo mejor de sí mismo. Y mientras arreglaba ese par de cosas, un equipo formado por mis alumnos más cualificados ha emprendido la búsqueda de la arandela perdida, a la que al rato se ha unido le departamont de la consergeríe. Mientras, gestionaba con un compañero de tecnología el arreglo de la guitarra.
Casi sin tiempo, mi querida Rose ha sido intervenida de urgencia, a vida o muerte. Mientras mi compañero desenroscaba los tornillos, yo la sujetaba y una lágrima brotaba de mi corazón, sufriendo por su vida. Afortunadamente, todo ha resultado un éxito y ahora tan solo queda afinarla y deleitar a la concurrencia con mis artes musicales. Que son escasas, pero que ahí están oiga.
Felicidad
Es entonces cuando te pones los auriculares y te separas del mundo, aunque el mundo este a tan solo un centímetro de ti y al que solo vuelves para comprobar si tu parada es la siguiente.
Te bajas del metro y subes por las escaleras, con ese característico olor a humedad de las ciudades con río. Y es al llegar a la superficie y salir de la estación cuando compruebas que hubiera sido mejor quedarse en las entrañas de la tierra.
Ya en la calle, con el equipaje en una mano y un papel con una dirección en la otra, es cuando te asalta esa sensación, tan familiar y agradable, de que hagas lo que hagas y pienses lo que pienses, estás solo, solo en mitad de un océano desconocido, pero que recuerdas paso a paso en cada ola que te susurra. Y es cuando comprendes que la ciudad a la que acabas de llegar te pertenece.
miércoles, 22 de febrero de 2012
martes, 21 de febrero de 2012
lunes, 20 de febrero de 2012
Amores cobardes
No hay amores cobardes, tan solo personas que no se encuentran, quizá porque están absortos en sus propios pensamientos.
No hay amores cobardes, hay amores fallidos. Historias que no pueden ser y en las que no hay que empeñarse.
El amor no es oportuno, aunque a veces lo encuentras.
No existe el amor predestinado, hay que construirlo día a día, con el roce, el cariño, el odio, con la angustia en la espera de la respuesta, el dolor de las desilusiones y la resignación de la rutina.
No existe el amor cautivo. El amor es libertad. Hay que ser libre para amar cada día, amar como si cada día fuera el último, a aquella persona sin la cual el mundo ya no tiene sentido.
¿Y si no se ama? Habrá que disfrutar de la felicidad que sienten aquellos que sí se aman.
Y no sentir envidia por no amar, porque entonces no nos querrán nunca.
domingo, 19 de febrero de 2012
Inacabada
En ocasiones se es demasiado ligero con las palabras
(Publicada en febrero 2013)
Viajes III
o-o-o-o-o
Necesito escribir sobre lo reciente, pero sin que se note demasiado.
o-o-o-o-o
ES muy desconcertante llegar a la cochera y que las luces parezcan una discoteca.
o-o-o-o-o
Por suerte, aún quedan vecinos amables.
Consultas
sábado, 18 de febrero de 2012
El retante
Quizá se debería crear el cuerpo de profesores retantes. Eso sí sería calidad en la enseñanza. Y con lo que se recaudara de los mensajes, pues... para pizarras digitales, mismamente.
Inventos del maligno
La mecánica del programa es sencilla. Entran varios concursantes, cantan, el público los vota con mesemeses, que elige a un favorito, y luego un jurado hace un poco lo que quiere y salva a algunos y condena a otros y, al final de todo, uno gana y se lleva algo, no se qué, pero algo fijo que se lleva, al menos digo yo que se llevará algo después de tanto cachondeo. Hasta aquí, todo más o menos normal.
Pero como este procedimiento es muy sencillo, alguna aviesa mente lo ha complicado hasta extremos inasumibles, al menos para mí, claro que yo soy profesor y funcionario y como eslabón más bajo de la cadena tampoco se espera que lo entienda. El caso es que los concursantes tienen que enfrentarse a un figura llamada "la retante" Se trata de una señora, normalmente, que ha participado en ediciones anteriores y que la pusieron de patitas en la calle en el momento menos esperado. Y, por lo visto, regresa para vengarse con alguno de los corderillos que participen en el concurso. La retante siempre está de espaldas, y siempre está acompañada por una música de lo más siniestra, mientras la presentadora no deja de acojonar a los pobres concursantes con la retante. Que si la retante esto, que si la retante lo otro... En fin, que más de una vez he visto derrumbarse psicológicamente a un concursante que no ha podido resistir la presión. Lo que ya no sé es si canta de espaldas, porque siempre me pilla exiliado en mi habitación. El caso es que con la retante la composición de los participantes en el concurso puede variar y, como te pille desprevenido, de un sábado a otro te pierdes.
Y, a veces, para perderse no hace falta un retante. Hoy, al ver los concursantes, ninguno era el mismo de la semana pasada, salvo uno, que siempre se está riendo y que, según he podido averiguar hoy, es dentista. No sé si eso tendrá alguna relación, pero lo investigaré para la semana que viene. He procedido a inquirir a mi señora madre y me ha informado de que los concursantes de la semana anterior eran los finalistas de la primera fase y que ahora hay que elegir a los de la segunda. Han entrado otros 10 y tienen que quedar otros 5, si las retantes lo permiten, claro. Además, el dentista, a pesar de pertenecer a la anterior fase, se ha colocado otra vez en la segunda por no se qué encantamiento y ahí lo tienes, que el día que se vaya la luz en el estudio les puede hacer de foco auxiliar. Bueno, quizá por eso está allí de nuevo.
Y ahora, los 5 finalistas anteriores, están de público. Lo que ya no sé yo si se creará la figura del cantante espontáneo, que se tirará al escenario (supongo que en horario no protegido) a cantar. Y lo más importante es que uno de ellos ya está salvado directamente, con lo que irá a la gran final. Lo malo es que pierda la práctica, se le olvide cantar y entonces pierda el concurso.
En fin, que esto es un jaleo. A ver si ustedes lo entienden y me lo explican. Y de paso, fíjense en la presentadora. Mi señora hermana y yo tenemos la hipótesis de que la viste su peor enemigo.
Sábado de carnaval
o-o-o-o-o
Cuarto día y me duele la garganta como el primero. Estoy flojo. No me deja de asombrar el desarrollo de la enfermedad.
o-o-o-o-o
Tengo frío.
o-o-o-o-o
Te pensaste que todo el monte era orégano, pero yo tengo un máster en egoísmo. Y te la pegaste contra un muro de hormigón. O de hielo, según se mire.
o-o-o-o-o
No vienen mal ciertos experimentos para valorar lo que se tiene y lo que se pierde.
o-o-o-o-o
Siempre hay tiempo de empezar otra vez, pero con la lección bien aprendida.
jueves, 16 de febrero de 2012
Dos cosas
o-o-o-o-o
Volvemos al principio. A veces todo tiene que cambiar para que todo siga igual.
miércoles, 15 de febrero de 2012
En San Valentín, amarse es más barato
No he hecho la foto porque la farmacéutica me miraba raro, que si no...
Me acuerdo de...
Anoche, mientras me dormía, no se por qué me puse a pensar en el juego que aparece arriba. Pertenece a aquella época heroica en la que los juegos venían en diez o veinte disquetes de esos de 5 1/4 y en los que cada vez que tenías que cambiar de pantalla había que cambiar el disco, con el consiguiente mensajito de "Espera, por favor" El caso es que en vez de jugar, te tirabas el día esperando.
Curiosamente, este juego venía con una galleta espacial, que venía envuelta en un papel de plata y que no me comí. la guardaría como una reliquia del pasado, como esperando que se revalorizara. Aunque supongo que no me la comería porque no me fiaba de que un videojuego diera algo comestible, o quizá porque pensaba que algún día iría al espacio y la necesitaría.
Antes, los juegos eran más heroicos. Ahora, con tanto efecto, yo me aburriría.
Cursi
martes, 14 de febrero de 2012
Soledades
El día del orgullo soltero
Quizá el amor, bien entendido, comience por uno mismo. Hasta que realmente uno no se conoce no creo que pueda amar a los demás, ni siquiera a otra persona en especial. Conocerse es un largo camino que en algunos casos no acaba nunca y que tiene su parte de éxito y sus muchos fracasos. A veces no se si los fracasos merecen la pena por los éxitos, pero esas son las reglas del juego. Y no hay más remedio que participar.
Las personas que estamos acostumbradas a estar solas, al menos en mi caso, tenemos cierta alergia a amar. Quizá porque nos hayan arrancado una parte de nosotros que debimos cultivar a lo largo de nuestros años pasados, como si alguien nos dijera "Tú, no" evitando desarrollar esos sentimientos que a veces observamos en otras personas y que a nosotros nos parecen como de otra galaxia. A veces pienso que somos egoístas, pues no queremos compartir nuestra vidas con otras personas. O tímidos, pues no supimos decir a la persona "presuntamente" amada nuestros sentimientos. O indecisos, pues no fuimos capaces de elegir o decir que sí o que no. Otras veces pienso que de todo tiene que haber en la viña del Señor. Y, otras veces, directamente no pienso en nada, pues el día a día me come.
Hace tiempo que elegí el camino de enmedio, ser feliz (o intentarlo) conmigo mismo, con el día a día, con la gente que me rodea, con mis siete móviles y mis dos gatos. Con las pequeñas cosas cotidianas, como decidir que comer mañana, ayudar a que alguno de mis alumnos se enderece o comprobar que la pieza que empecé a tocar ayer no es tan difícil e inescrutable como me sugería la partitura. De tanta pequeña cosa se acostumbra uno a ser pequeño, y acaba escribiendo por la noche, en el sofá de su casa, en un blog mientras afuera el frío cae del cielo y un poquito de ese frío se queda conmigo, bien guardadito en mi interior.
Dentro y fuera
Normalmente, dado que siempre mentimos, los de dentro están encantados de estarlo y los de fuera encantados de no estar dentro. Pero ambos se miran y, en su fuero interno, se envidian.
Nadie se conforma con lo que tiene.
lunes, 13 de febrero de 2012
De mal en peor
Hala, ¡venga!
Lunes
Por lo demás, poco que contar.
domingo, 12 de febrero de 2012
Corazones
Senderadas
Hoy hemos quedado citados a las 9 y media. Después de los controles y todas las leches nos han reunido a todos en un círculo, (que en realidad es una circunferencia, pero tampoco es cuestión de aguarle el juego a la gente ) un tanto churriguresco por cierto, y hemos jugado a un juego llamado "Recolección de cítricos" consistente en que la persona que lo dirige se acerca a un componente del círculo y le espeta ¡Naranja! a lo que el sorprendido señor tiene que decir el nombre de la persona a su derecha, cosa que previamente tiene que inquirir. Pero, en un proceso de rizamiento de rizo bastante avieso, la persona que lo dirige puede decir ¡Limón! a lo que el atribulado participante debe responder el nombre de la persona a su izquierda, que por supuesto debe haber sido averiguado con anterioridad. Y, en un momento determinado, alguien grita "Batidora!" y entonces todos nos revolucionamos y nos cambiamos de sitio y volvemos a empezar.
La verdad es que no está mal para conocer a la gente. O incluso para ligar. Pero eso se lo dejo a la gente joven, que yo ya estoy muy mayor.
sábado, 11 de febrero de 2012
Sábado de duelo II
Siempre hay esperanza. Siempre hay un resquicio por el que se podría respirar y soñar un mañana como el pasado, quizá con alguna secuela asumible, pero siempre con la certeza de que el sillón no estará vacío, de que la cama no estará fría por la mañana y de que siempre habrá un abrazo que llene nuestras soledades.
Pero, desgraciadamente, eso no ocurre siempre. Pareciera que tras la muerte parara el mundo y bailáramos, por unas horas, su extraña danza de dolor, moviéndonos siguiendo los dictados de una cabeza amputada un poco antes. La gente nos lleva en volandas, recordando lo bueno que era el ser perdido, cosa que a veces es verdad, hasta que se cierra la puerta y nos quedamos solos en casa.
Es entonces cuando el vacío se hace más patente, cuando realmente comenzamos a sentir que ya no todo es como antes, que hay que seguir, pero mutilado, sin ese cachito de corazón que tiene cada ser querido y que, irremediablemente, se lleva con él al otro mundo.
Descansa en paz. Aunque no te conocí, sé que has hecho las cosas bien. Tus hijas son ejemplo de ello. Gracias por acogerme aquél día de julio en tu casa. Siéntete orgulloso de tu familia, que te ha cuidado tan bien. Nosotros cuidaremos ahora de ellas.
Estados de ánimo II
No sabía si creerte o no. Pero ya no había más remedio que empezar a jugar. Yo, que el azar me gusta tan poco y siempre pierdo a los juegos. Por eso recogí lo que pude y me fui de aquél lugar, camino a ninguna parte.
Las primeras horas apenas pensé en ello, pero luego, cuando mis sentimientos quisieron encontrar su hueco de nuevo, las llaves de las cerraduras estaban cambiadas. Y no sabían dónde meterse.
Desde entonces, me miro en los espejos y no veo lo mismo que hace unos días. Mientras conduzco a casa presto más atención que la que suelo a las señales y a los detalles de las avenidas, con sus semáforos que parecen burlarse de mi cada vez que los miro con tanto interés. Me siento extraño, sé que tengo que hacer algo, pero no quiero. Porque en realidad no sé qué hacer.
Tan sólo quiero no pensar. Que siga mi pequeña vida con sus pequeñas cosas. Y no echar de nuevo en falta lo que me robaste aquella noche tras una copa de vino.
viernes, 10 de febrero de 2012
Comisiones
Se abrió la puerta y entraron los primeros juzgados. Hay veces en los que los antedecentes hacen presagiar los consecuentes, pero otras no. Tan solo pudieran ser las circunstancias de la vida.
Las conclusiones son siempre las mismas. Quizá no somos capaces de cuidar de nuestro futuro y lo abandonamos a otras personas que no están preparadas para lo que no es su trabajo, porque a hacer crecer los árboles nadie te enseña. Nuestro trabajo es a veces un fraude, puesto que nos contratan para enseñar y ya no podemos enseñar nada, porque intentando apagar el fuego que otros crearon nos hemos agarrado al extintor y hemos olvidado la tiza.
Lágrimas, ruegos. A veces ironía, cinismo. Y otras, simplemente estupidez. Tan solo nos queda eso después de tres horas y media. Y ser jueces. Faltaría mas.
Preguntas de examen sobre competencia matemática y competencia artística y visual
jueves, 9 de febrero de 2012
Imaginaciones mías
Sigan imaginando, ahora que el ser en cuestión llega al instituto, pero que no sabe cómo entrar, porque no hay timbre. Menos mal que lo encuentra y al final entra. Ahora sí, pregunta por el director y le conducen, junto con su madre, al dirigente en cuestión, que en ningún momento duda de la profesionalidad de su nuevo trabajador, alabándolo ante su meteórica madre.
Imaginen a cientos de personas dirigirse a saludar al imaginario ser en cuestión, al susurro de "¡Ya está ahí el pringa.. digo, en nuevo de Matemáticas!" Pobre chiquillo, que no daba pie con bola, asintiendo ante el Jefe de Estudios sin entender nada.
Imaginen que suena el timbre y que comienza una vida laboral ante alumnos de bachillerato con la frase "El año que viene, en la facultad, lo primero que tendrán que localizar es la fotocopiadora y la cafetería"
No hace falta que imaginen. Felicidades a esa parte de mi que, aquel día hace seis años, comenzó a existir.
miércoles, 8 de febrero de 2012
Miércoles
Aún queda media mañana. Y la tarde.
Esta noche, pronto a la cama. El estrés y la edad no son compatibles.
martes, 7 de febrero de 2012
Febrero
Vísperas de presente.
¿Futuro? Incierto, sin duda. Pero claro en el planteamiento.
lunes, 6 de febrero de 2012
domingo, 5 de febrero de 2012
La suerte del que viaja en domingo
Y dar gracias por tener que trabajar mañana.
sábado, 4 de febrero de 2012
Dos de sábado mañana
o-o-o-o-o
Hoy he visto a una señora usar una cabina. Para hablar por teléfono, se entiende.
viernes, 3 de febrero de 2012
Viajes IV
Sigo avanzando y los bordes de la carretera se vuelven blancos. Hay estalactitas o estalagmitas que cuelgan de los quitanieves. Y, a lo tonto, estamos a -2º bajo cero (por si hay alguna duda y valga la reiteración) La estrella naranja se convierte en roja. Cuando el coche era más nuevo pitaba, pero con el tiempo ha tomado confianza y ya creo que no lo hace. Aparte llevo la música a toda pastilla, así que tampoco creo que lo oyera.
Pasa un rato y la temperatura asciende a unos tropicales 2º sobre cero. Pero aún queda el último puerto de montaña y la temperatura vuelve a ser la misma, pero con un signo menos delante. Con tanto frío, hasta los intervalos abiertos se cierran.
Llego a casa. Y me esperan mi hermana y mi abrigo blanco. Pero, curiosamente, aquí no hace tanto frío.
jueves, 2 de febrero de 2012
Infinitésimos II
Paradojas...
Infinitésimos
Pasado el tiempo, la exactitud me ha servido para poco y la pasión por enseñarlas se ha enfriado un poco por el desinterés de mis alumnos. Pero al menos las he de descubierto, agazapadas en la música.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Esperando sin fumar
Casi veo pasar la vida antes mis ojos, con el suave fondo del ventilador huracanado.