viernes, 24 de diciembre de 2010

Nochebuena III

Te estoy muy agradecido, por muchos motivos. A pesar de que dices ser vietnamita, el acento lo disimulas muy bien, como muchas otras cosas. Como consejero, maestro y casi líder espiritual aprendo muchas cosas de ti, algunas incluso buenas. Somos Fred Astaire y Ginger Roberts, pero bailando mal y sin suelas en los zapatos. Pero ahí estamos, pegando carteles sin cabeza, bebiendo cerveza de postre y con nuestras penas a cuestas, como si fuéramos caracoles nada sexis, porque nosotros lo valemos y no necesitamos que nadie nos lo diga.

En esta noche tan puñetera, en este día tan blanco y no precisamente por la nieve, ni por el mármol, te mando un abrazo inmenso. Seguro que lo sientes.

No es el frío lo que hace que el vello te se ponga de punta, es el saber el cariño que te tenemos todos los que te queremos.

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