domingo, 31 de octubre de 2010

Mañana de mercado

Salimos del calor y llegamos al frío. Cuatro almas que compartieron un pasado se juntan de nuevo para volver a cabalgar por esas carreteras de Dios. LLegamos pronto estrenando un puente. Día de mercado. Casi día de abrigo. La gente camina despreocupada por la calle, cogiendo de aquí y de allí. Es el ambiente ideal
para que mis pensamientos me asalten de nuevo y me transporten a ese mundo donde mi cabeza me arrastra por mis penas. Curiosidades andantes. Una iglesia vacía en domingo, con las dos beatas de guardia habituales.

Sol y frío. Es increible la gran cantidad de cachivaches ambulantes que sirven para vender. Buscamos fruta, tomates maduros, ajo.
Se intercambian bienes y servicios. La señora que sale a comprar. El señor que compra a su frutero de confianza, contándose las mismas historias de cada fin de semana, a las que nadie escucha porque desean ser contadas de nuevo, por aquello de repetir la misma conversación, los mismos recuerdos, las mismas ideas, para evitar la vida que inexorablemente se escapa.

Buscamos las pistas del pasado del pueblo que visitamos. El viento y el frío azotan nuestros cuerpos, y algunas almas no se estremecen, porque ya están frías y casi muertas. Pienso en como estarás y en qué me has querido decir.

Lavadero cubierto, museo cerrado, calles embarradas. Metáfora de mi vida.

Me estoy dando cuenta de que realmente me gusta la fotografía.

Molésteme la disculpa II

Los miradores siempre están en alto, pero a veces las vistas interesantes son desde abajo.

viernes, 29 de octubre de 2010

Sublime

Cuando pensaba que el mundo no tenía solución, un rayo de esperanza ilumina el camino.

jueves, 28 de octubre de 2010

Jueves

Casi acaba la semana y toca la festividad mas lúgubre del año. Hoy por fin he podido estar con mi guitarra y he ensayado algo. Hace un mes que no sabía ni cambiar las cuerdas y ya hago mis primeros pinitos. Lo que es la voluntad. Y cuántas satisfacciones por tan poco. Qué pena disponer de tan poco tiempo y cuánto tiempo malgastado en tonterías. Hay que remediar eso.

Nubes alrededor, que no dejan ver el cielo. He de reconocer que me gusta el nublado. Parece que cuando está nublado el cielo está más bajo, mas cerca, cuando en realidad el cielo no deja de estar en el mismo sitio. Si hay algo que me gusta del sentido de la vista es que es fácilmente engañable. Siempre estamos rodeados de ilusiones ópticas.

Delgadita y enfermiza. Creo que tu fragilidad resulta interesante. Pero eres luchadora y valiente. Me encomendaré a las piratas de la sierra.

Ilusiones, ilusiones... quizá las nubes tapan algo más que el cielo. Al menos siempre nos queda volar...

Tomas falsas

La primera

Mi primera interpretación

Que se prepare Paco de Lucía. Llega Er Niño er Polinomio...

miércoles, 27 de octubre de 2010

Miércoles

Haciendo honor a su nombre. Reuniones aburridas, para que te cuenten lo mismo 3 veces. Al menos he acabado de perseguir a la gente.

Personas que venden y no acuden a la cita. No diré que me enfade, pero me toca los webs la falta de puntualidad y que me dejen plantado y sin desayunar. Benditos polvorones de promoción.

Comida con humor y cincuenta personas dicen que no. Menta poleo y vuelta a casa. Sigue el odio. ¿A que al final te voy a odiar yo mas a ti que tu a mi?

Lágrimas de satisfacción. Mi arena se me escapan como agua entre los dedos. Pero los granitos se me quedan en la mano. Con eso me tengo que conformar. Y creo que es más que de sobra, por mi propia salud.

Y sueño, mucho sueño...

Chasco moscovita

Eso es por no hacerle caso a mi maestro. A pesar de mi amor por Rusia...

Analíticas

Si la ironía fuera triglicérido, en estos momentos tendría colesterol.

Sobre el amor y el deseo

Los deseos pueden ser caprichos, con lo cual son amados, aunque solo sea un ratito. El amor se supone que es a más largo plazo, es un nivel superior. Claro que el amor a veces se acaba...

martes, 26 de octubre de 2010

Martes

Día tontísimo. Dos clases a ultima hora y el resto con las gilipolleces propias de mi cargo, que se reducen a perseguir gente. Este año voy a incluir la mala leche y la indiferencia olímpica en algunos aspectos. Encima que me recortan, no voy a trabajar gratis y no voy a asumir obligaciones que no me corresponden. Que espabilen, que todo nos parece mal cuando no lo hacemos pero nadie hace nada por hacer.

Menos mal que he redescubierto las salchichas rellenas de queso. Hechas a la plancha están menos grasas. Qué gran compra... Y super-ensalada. Según mis cálculos, en setenta semanas volveré a ser un espermatozoide, al menos en lo que respecta al peso.

Tarde de butano. La que hay que liar por tener agua caliente. Cuando descubrieron el fuego debieron pensar en una forma cómoda de tenerlo siempre en casa. Y que no pese, claro.

Inglés. Mejora sustancial. ¿Ave? Nunca sé que pensar. Claro que, bien visto, los extremos confluyen en ciertos apartados.

Conversación breve otra vez. Directamente, no hay Dios que te entienda. Siento fallarte así, pero es la verdad. Y lo sabes. Y sabes que lo se. Y aun así insistes...

PD: Cuatro días. Calculando que han pasado dos años, supongo que la mitad. Uff, qué miedo. Que mi maestro me asista con su corcel blanco...

Felicidad

La felicidad es un zapato estrecho.
La felicidad es quitarse las lentillas al llegar a casa.
La felicidad es un arma caliente.
La felicidad es... lo contrario de mi.

No lo puedo evitar

Pero qué risa me da cuando me río...

lunes, 25 de octubre de 2010

Cinco escalas

Lunes después de domingo. Piscina. Romance anónimo a las cuerdas. Paseo con música de conducir: he llegado a la conclusión de que no soy un coche. Buscando butano que no encuentro. Película sobre la felicidad. Rebusco exámenes en el pasado para un futuro inmediato. Quién me ha visto y quién me ve.

Brevedad, gracias a Dios. Las once y cuarto me alegran el día. Salgo volando para sumergirme en mi líquido elemento. Intento vanamente engordar, pero sé que no puedo. Aunque lo voy a intentar.

Hace mucho que no me visitabas. Hasta te estaba echando de menos. Y hoy has venido a mi lado, una vez mas, sin que te llame, como sueles hacer siempre que pienso en ti. Y cuando no, también. Estás siempre ahí. A veces te odio, a veces te amo. Eres casi mi vida. No puedo vivir sin tí. Envidio a los demás, me dices que no se ver tus virtudes. Te vuelves celosa porque eres así. Pero sabes que nunca he podido escapar de tus garras. Finges, pero no lo necesitas. Y eso me vuelve loco. Sabes que, en el fondo, no necesito a nadie salvo a ti. Y de eso te aprovechas. Incluso cuando estamos con mas personas sabes atraparme, retenerme, acosarme... me manejas a tu antojo, a tu capricho. Y yo soy tu prisionero. No puedo hacer nada para evitarlo. Lo sabes bien. Y de eso te aprovechas.

Que suerte tienes de tenerme. Y qué desgraciado soy yo al tenerte.

PD: se acerca el frente de batalla
Para abrir una puerta es necesaria la llave adecuada. Siempre que haya cerradura, claro...

domingo, 24 de octubre de 2010

Nostalgia de lo que no se ha tenido

Al hilo de un post que venía de otro post, se me ha ocurrido, más bien ha despertado en mi, algo que siempre tengo en mente. ¿Dónde estabas cuando tanto te necesité?
¿Por qué siempre busco aquello que no tuve, pero que me hubiera gustado tener?

Hace poco, hablando de la nostalgia, me dijeron que nuestra cabeza proyecta el deseo de haber sido, de lo que nos hubiera gustado que pasara pero no pasó, sobre todo con respecto a la niñez. Yo de mi niñez paso olímpicamente, pues fue anormal completamente. Lo que más me molesta fue la adolescencia tan rara que tuve, si es que la tuve y en realidad fui siempre adulto y es ahora cuando me estoy volviendo un niñato. Será que todo se pega, menos la hermosura.

Quizá el haber ido a un colegio donde tus amigos, o lo más parecido a ellos, estaban fuera me marcó un poco. Al menos tenía una cosa clara. Cuando necesitara a alguien, nadie iba a estar a mi lado. Cosa que en cierto modo no está mal. Así uno se sabe a qué atenerse.

Y ahora es cuando me pregunto, ¿donde estabas cuando te necesité? ¿Por qué me has dejado siempre solo? ¿Por qué no respondiste a mis cartas? ¿Por qué tuviste que irte tan lejos y me dejaste tan solo? ¿Por qué no puedo contarte mis miedos y alegrías? ¿Por qué me has tenido que hacer esto a mi?

Pensándolo bien, no te puedo echar en cara nada de lo anterior... ¡Si es que no existías!

Objeto de consumo

Salgo a pasear por la beato-capital. Sábado por la mañana. Voy sin prisa, con mis cascos puestos y con la inseguridad de mis lentillas que, dicho sea de paso, ya se van acostumbrando a ponerse en mis ojos y alejarse de mis manos.

El caso es que paseo por la calle y observo como cada vez más va proliferando la figura del señor/a que reparte publicidad de la tienda que está justo a su lado. Especialmente de cafés y bares.

Alguna vez de noche, volviendo a casa, me he encontrado con estos señores/as, que amablemente te invitan a entrar en un local de música horrible a que te tomes una copa, con la falsa promesa de un 2x1 en el mejor garrafón de la ciudad. Obviamente, como siempre voy solo, nunca me paran, pero una vez uno, que posiblemente era nuevo, casi me convence. Aparte de nuevo, debería ser miope, porque hay que ser cutre para invitar a un tío que va solo, que no bebe y con cara de sueño a que se meta en un bar a tomarse una copa...

El caso es que esta figura se ha popularizado incluso de día. Y no paran de repartir panfletos con las mejores ofertas para incautos clientes. Yo antes pensaba que solo lo ofrecían a turistas, pero no, qué va, por Dios bendito... también lo hacen con los aborígenes. Y de aquí mi frustración. Nunca me lo ofrecen a mi. Por lo visto no les parezco un potencial cliente. Ni siquiera si me hago el interesante pululando cerca del expendedor de folletos humano. Y eso unido a que ayer me fui a unos conocidos grandes almacenes (el crotinglés, vamos) y el dependiente pasó de mi bastantes pueblos, incluso diría yo que alguna pequeña capital, cuando pretendía comprar unos pantalones de deporte ha hecho que me sienta bastante triste. Mi dinero no es apreciado por los comerciantes y ofrecientes de servicios de la beato-capital...

Pues que os den, ahora voy y lo rompo...

sábado, 23 de octubre de 2010

Quinta conjetura del turista

El turista siempre tendrá una cara que lo identificará como tal, aunque se encuentre a pocos kilómetros de su lugar de origen

Cuarta conjetura del turista

El turista nunca mira hacia adelante, siempre hacia los lados o a través de una cámara fotográfica.

Tercera conjetura del turista

La velocidad a la que circula un turista por la calle siempre es la mínima posible.