Día tontísimo. Dos clases a ultima hora y el resto con las gilipolleces propias de mi cargo, que se reducen a perseguir gente. Este año voy a incluir la mala leche y la indiferencia olímpica en algunos aspectos. Encima que me recortan, no voy a trabajar gratis y no voy a asumir obligaciones que no me corresponden. Que espabilen, que todo nos parece mal cuando no lo hacemos pero nadie hace nada por hacer.
Menos mal que he redescubierto las salchichas rellenas de queso. Hechas a la plancha están menos grasas. Qué gran compra... Y super-ensalada. Según mis cálculos, en setenta semanas volveré a ser un espermatozoide, al menos en lo que respecta al peso.
Tarde de butano. La que hay que liar por tener agua caliente. Cuando descubrieron el fuego debieron pensar en una forma cómoda de tenerlo siempre en casa. Y que no pese, claro.
Inglés. Mejora sustancial. ¿Ave? Nunca sé que pensar. Claro que, bien visto, los extremos confluyen en ciertos apartados.
Conversación breve otra vez. Directamente, no hay Dios que te entienda. Siento fallarte así, pero es la verdad. Y lo sabes. Y sabes que lo se. Y aun así insistes...
PD: Cuatro días. Calculando que han pasado dos años, supongo que la mitad. Uff, qué miedo. Que mi maestro me asista con su corcel blanco...
martes, 26 de octubre de 2010
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