...pero ya veo todo lo que necesito. Siempre he sido así. Las ilusiones me invaden durante un tiempo, peor luego la realidad se encarga de deformarla, de romper todo lo creado por mi mente. Por eso ya voy aprendiendo a ser cauteloso, apático, huraño. Hay que defenderse como sea.
Pienso en cómo sería todo. De tantas veces, lo tengo tan trillado que ya me sale solo. Me doy lástima, en cierto sentido, pero es lo que hay. Aunque creo que ya es mi turno, creo que ya estoy preparado, que por fin ha llegado mi momento. Aunque eso nunca lo sabré realmente.
Creo que me merezco una oportunidad de ser feliz, o al menos de querer ser feliz, puesto que se abre una puerta a lo desconocido, aunque siempre soñado. Y quizá de tan anhelado se convierta en un chasco. Pero eso no lo sabré hasta que pase. Habrá que superar miedos y presiones. Quizá para nada, quizá para todo.
Ya queda menos. Para lo que sea. Por una vez, me gustaría dejarme llevar.
domingo, 2 de octubre de 2011
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