Hace mucho que quería hacer un viaje solo o, al menos sin conocer a nadie. Y, cuando llega el momento, me entra miedo. Pero el caso es que aquí estamos, camino de lo desconocido, con un poco de pellizco en el estómago y la seguridad de que, en el fondo, es lo que tenía que hacer.
martes, 1 de agosto de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Todo el mundo tiene que hacer uno.
ResponderEliminar