sábado, 31 de marzo de 2012
viernes, 30 de marzo de 2012
Planafo
Hace algún tiempo compramos con un entusiasmo sin fronteras un cacharro de esos que te permiten que el Internet vaya por los cables de la luz sin que la misma se vaya o cueste más cara. No me pregunten ustedes como es eso posible, porque yo de esas cosas no entiendo. Pero es como un pequeño milagro cotidiano en el que seguro que los neutrinos tienen algo que ver.
La cuestión es que los compramos, creo que por mediación de algún periódico y los dejamos en lo alto de algún armario esperando sin mucha fe, dicho sea de paso, la venida del adsl. Pero como el cibernético advenimiento se produjo el día bisiesto del mes pasado, rescatamos del almacén foelero los susodichos cacharros y los hemos puesto en funcionamiento, dando una vez más cumplimiento al Planafo, que consiste en reutilizar aquello que, en principio, no se va a usar mas o, directamente, se compra para no usar. Cosa que, por otro lado, es directamente de juzgado de guardia. Pero es que los seres humanos somos hacín. En mi familia no nos podemos resistir a las ofertas de la prensa.
Clases dirigentes
Series de toda la vida
De la una. Y de la otra, que suele ser más grave.
jueves, 29 de marzo de 2012
Manual de supervivencia ante jugadas de nuestra mente
Nos sentimos ultrajados, creemos ser víctimas de un ladrón y cuando echamos mano al bolsillo para ver si nos han robado la cartera nos la encontramos ahí, con el contenido intacto, pero con una tarjeta de visita con alguna frase de azucarillo de bar que, al leerla, despierta nuestra obsesión de nuevo.
Es entonces cuando acudimos a nuestro ser racional, que dictamina tras un breve análisis que, en realidad, no ha pasado nada. Pero, de alguna manera, ya nada es como antes. Añoramos ese ser que dejamos por habernos robado, pero lo vemos reflejado en el espejo tras una noche de no dormir, dando vueltas en la cama y en nuestros pensamientos. Ahí está, mirándonos con cara de sueño y escondiéndose en algún recoveco de nuestra mente.
¿Qué hacer en esos momentos? He ahí la gran cuestión. Al menos he descubierto una cosa: debe ser cada uno el que la responda.
La huelga
El caso es que si se pone uno a leer pasa como con las elecciones, que todo el mundo gana. Los sindicatos, que éxito aplastante. El gobierno, que todo el mundo trabaja, el que puede, claro. En resumidas cuentas, que todo es felicidad. Y eso se traslada a los terminales mediáticos de cada bando.
Yo agradecería que se pusieran de acuerdo. Por ejemplo, que cada vez ganara uno, empezando la primera vez por sorteo. Y así se alternaran. "Oye, pues esta huelga va a ser un desastre, pero la que viene la ganamos los sindicatos, ¿no?" "Sí, sí, de acuerdo"
Así creo que todo sería más fácil. Vamos, digo yo...
PD: Hoy he presenciado un hecho insólito, ináudito, que han visto essosojitos que se ha de comer la tierra. Una huelguista, trabajando toda la mañana. Como se enteren las administraciones públicas nos tenemos que echar a temblar. Quizá debiera hacer una noticia de las mías...
miércoles, 28 de marzo de 2012
Confesiones
Pues tú mismo, chaval.
Vísperas IV
Ha sido una tarde extraña, porque hacía mucho que no estaba sentado, sin apenas moverme, delante de la pantalla del ordenador, peleándome con los dichosos cursos que solicito con entusiasmo para aumentar mis horas, que dicho sea de paso, no necesito.
He visto oscurecerse lentamente la tarde, rozando el mes de abril. Mañana será un día extraño, o quizá sea un día tan normal como otro cualquiera. Pero habrá que vivirlo, eso es seguro. Quizá sin pasión, quizá con entusiasmo.
Cuando he vuelto a mirar por la ventana ya era de noche. Ya es casi la hora del ritual nocturno, de la ducha, la cena, la llamada a casa y la serie. Tal como todos los días, tal y como dice la rutina, a punto de tomarse un descanso por vacaciones.
martes, 27 de marzo de 2012
Muerte en el sótano II
Pulsé el botón de llamada, no sin antes lamentar que la tarifa que estaba usando no era la adecuada y que la llamada me iba a salir por un pico y, como es natural y siguiendo la Ley de Murphy, el teléfono se apagó.
La cosa se estaba poniendo tan cuesta arriba como en inclinada se convertía la repisa. Así que había que pasar al plan B, consistente en dar golpes en la puerta que, afortunadamente, había al lado de la estantería. Desde aquí mi felicitación al arquitecto por tan oportuna ocurrencia. Al cabo del rato, algunos niños que gozaban con total impunidad del recreo, ajenos sin duda a mi desgracia, comenzaron a acercarse, creyendo que esos golpes eran un poltergeist. La cosa resultó ser peor, pues era yo desde dentro pidiendo auxilio.
Las primeras noticias volaron como vencejos y trajeron de vuelta a dos profesores de guardia, que movilizaron al equipo de emergencia habitual, geos, uvis móviles y, sobre todo, la llave de la puerta. Al entrar, se encontraron con una escena tan aterradora como risible. Afortunadamente, supongo que guardarían las risas para otro momento y, junto con unos alumnos que estaban cerca, quitamos los componentes informáticos y por fin me pude retirar, volviendo la estantería a una perpendicularidad con el suelo tan exacta como burlona. Agradecí a los alumnos su ayuda prometiéndoles un positivo si alguna vez les diera clase y aún me sobraron 5 minutos de recreo para presumir de la hazaña.
Y ahora que lo pienso, menos mal que me puse desodorante...
Muerte en el sótano
Abro la puerta y me encierro para evitar que venga algún niño y se me cuele. Compruebo que todo ha quedado correctamente y me dirijo al sótano, a coger unos cables y cacharrear en un ordenador. Aparto los cables y elijo la cpu que cacharrearé. Una vez obtenido lo que quería, la reintegro a su sitio, en una estantería un poco endeble. Al acabar de colocarlo he debido desencadenar un pequeño terremoto en la misma, pues ha adoptado una posición un tanto pisaica, aunque en sentido inverso al que muestra la foto y con un ángulo bastante mayor. Ello ha hecho que se desplome por un lado un monitor de 14" de los de antes, con su tubo catódico y sus electrones, por un lado, quedando atrapado entre el segundo estante según se empieza por abajo y la estantería de al lado, algo más resistente.
Mi primera reacción ha sido sujetar la estantería, pues el peligro de desplome era más que evidente. He puesto mi mano derecha para evitar la caída de otro monitor, estratégicamente situado en lo alto de la estantería y, en ese momento, peligrosamente cerca de mi despelada cabeza, hecho preocupante ya que con algo más de pelo digo yo que una hipotética caída monitórica habría quedado algo más amortiguada. El caso es que he soltado un poco la mano y la estantería seguía tendiendo al suelo. Nunca pensé que la gravedad que tanto estudié en mis tiempos de instituto se volviera en mi contra. Pero así es la vida...
Al ver que seguía cayendo la estantería puse la mano. Al instante me cansé y puse la otra. Miré la hora y comprendí que así no podría estar mucho rato, pues faltaban 15 minutos para que acabara el recreo. Tampoco era posible quitar con una mano los monitores que pendían amenazadoramente encima de mi cabeza. Pensé en que estaba en uno de esos momentos en los que uno tiene que pedir ayuda. Así que puse mi neurona a trabajar.
lunes, 26 de marzo de 2012
Sospechas
o-o-o-o-o
También creo de que, al igual que dicen de la radio, en los blogs la ironía tampoco se entiende.
Endespués
En algunos casos, en la noche electoral, sería menester retirar los carteles. Más que nada por piedad. Sobre todo cuando se aspira a un cambio y al final todo cambia para que todo siga siendo igual. Hay que reconocer que en esos momentos no se está para fiestas, pero eso es como el fútbol, mejor no dar ideas para los del equipo contrario al día siguiente.
Otros debemos reconocerlos como proféticos, especialmente el de IU. Ahí hay que reconocer el mérito del pensador del eslogan, así como reconocer el mío propio por haber escribido ahí hay correctamente, cosa que un alumno medio de la ESO no podría hacer si una ojeada rápida al Word Reference, en el supuesto caso de que supiera que demonios es eso del Word Reference.
En resumidas cuentas, que enhorabuena a todos que para eso han ganado. Y nosotros, pues a pagar, como Dios manda.
Cosas que uno oye mientras conduce
Pues eso.
Miope
El caso es que desde entonces llevo gafas. Gafas tras las que veo el mundo y, en ocasiones, me escondo. Gafas que mejoran mi vista y me protegen por el mismo precio. Quizá es que ya soy mayor, pero ya me he acostumbrado a ver el mundo que me muestran, y es por ellas que lo blanco lo veo blanco y lo negro lo veo oscuro.
A veces, hablando con gente que no tiene gafas, algunos coinciden con mi arco iris y otros no. Y yo me sorprendo que me digan los colores que ven allá donde yo veo oscuridad. Pero es lo que ellos ven y, si lo ven, por algo será.
Me pregunto sin mis gafas me engañan. Posiblemente.
domingo, 25 de marzo de 2012
Noticias que parecen mentira y sin embargo son ciertas como la vida misma XXIV
"Queremos anunciar a la ciudadanía " señala un portavoz "la inminente convocatoria de oposiciones para un nuevo cuerpo de funcionarios de la administración local: El cuerpo de funcionarios paseantes. Un nuevo tipo de funcionarios que llenarán la Carrera cuando la gente esté trabajando y así justificaremos el hecho de que la Carrera tiene que ser peatonal. Y, de camino, se reduce el paro, porque la gente estará andando"
A tenor de la convocatoria de oposiciones, que se publicará en breve, el procedimiento selectivo contará con dos partes. La primera será de orden teórico, con un temario en el que el aspirante deberá demostrar sus conocimientos sobre la elección del zapato adecuado según el día, técnicas de sorteo de los baches de la calzada, evitación de cacas de perro y técnicas para esquivar turistas que se paran a hacer una foto y no te avisan. Una vez superada esta primera parte, se pasará a una parte práctica en la que se plantean varios supuestos como, por ejemplo, alimentación y observación de los gatos del río, entenderse con un turista checo y su chica que quieren sacarse una foto y te lo piden con señas y otros por el estilo.
Una vez aprobadas las oposiciones, se entregará a los funcionarios en prácticas un kit compuesto por cámara de fotos, un par de zapatos de tacón para las aprobadas y de charol para los aprobados, que son especialmente adecuados para pasear por esas calles, una cámara reflex de pega y una L reflectante para que se pongan en la espalda durante los primeros meses, en los que serán funcionarios paseantes en prácticas. Aunque son rumores sin confirmar, se cree que se convocarán 500 plazas de paseantes, "que podrían ampliarse si vemos que cabe más gente. La cosa es echar a andar y luego ya veremos" señalan desde el ayuntamiento.
Pues nada, seguiremos con interés esta interesante iniciativa.
Los juanfras
He decidido fundar una orden religiosa. Una vez dentro se podrá rezar o no, pero la idea es esa. Como infraestructura para vivir se elegirá un cortijo grande, o un monasterio abandonado, o un solar sin recalificar en el que se pueda ubicar una casa para que los hermanos juanfrales tengan un techo donde vivir y un huerto para cultivar. Asimismo, dispondrán de una biblioteca con volúmenes de todo tipo y condición, pues después de la jornada de trabajo en el huerto y un moderado aseo habrá que cultivar también la mente. Asimismo se dispondrá de conexión a Internet, para saber lo que pasa fuera y reírse del mundo. Porque, eso si, esta orden es de clausura.
Los fines de semana, y si los hermanos se portan bien, se podrá visionar alguna película, siendo las más frívolas permitidas las de Woody Allen. Y si no se les han helado las lechugas, algún disquillo mono se podría poner.
La austeridad de los hermanos sería total. Eso sí, y a sugerencia de mi asesora en este tema, se dispondrían de unos buenos baños o en su defecto un spa con pompitas para el disfrute ocasional, que de todo tiene que haber en esas cuatro paredes.
Y si digo de todo, digo de todo. Pero tampoco sin pasarse, claro, que tampoco se trata de comer chicle si uno no quiere...
viernes, 23 de marzo de 2012
Viajes II
Viajes
Mi mente bulle, porque hay demasiadas cosas dentro de ella. Y, por primera vez en mucho tiempo, no son casi todas buenas. Siento mi tranquilidad robada, secuestrada por tantos problemas a mi alrededor, casi todos creados por mí mismo.
No sé cómo lo voy a arreglar. Pero lo tendré que hacer.
jueves, 22 de marzo de 2012
Poesía on the run (e in the kitchen too)
¡Qué maravilla!
En el que estreno estropajo
para mi vajilla
miércoles, 21 de marzo de 2012
martes, 20 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
Perdón
Dicen que la lluvia limpia la atmósfera. Los pecadores como yo ansiamos el perdón, venga en forma de lluvia o de bendición. Pero no hay confesor tan estricto como uno mismo.
Debería hacer una lista de pecados. Un examen de conciencia, pues el dolor de corazón ya lo llevo de serie. Pero supongo que son fases por las que uno pasa, momentos en los que uno sale a buscar lo que ya tiene. Momentos en los que se vuelve a un pasado innecesariamente, pues es una etapa ya quemada.
Ahora queda seguir. Como siempre he hecho. Seguir. Sin mirar atrás.
domingo, 18 de marzo de 2012
Domingo de Cuaresma
sábado, 17 de marzo de 2012
El escaipe
Dadas las ciber-circunstancias, había que pensar en alternativas para amortizar un poco el Internet, y una de ellas es el escaipe. ¿Y qué es el escaipe? se preguntará usted, amable lector. Pues no es más que un pograma para poder llamar por el Internés sin necesidad de coger el teléfano, entendiendo coger por agarrar. No me pregunten ustedes cómo funciona, porque yo soy un hombre del campo, que ni entiendo ni sé de letras, y menos de neutrinos, pero funcionar, funciona. El caso es que, aparte de llamar por el Internet, se puede uno ver con su interlocutor, lo que sin duda es un gran avance de la ciencia pero también presenta sus inconvenientes.
Por ser sábado noche, y por haberme pasado toda la mañana en plan pornochacha dejando el piso como los chorros del oro, he inaugurado la ciber-conexión. Al principio, he experimentado algún problema técnico con el audio y el vídeo, pero se ha ido solventando sin mayor problema. Pero lo que parecía una llamada telefónica normal con vistas ha ido degenerando hasta convertirse en algo un poco surrealista.
En un determinado momento de la videollamada, me han pedido que les enseñe el piso. Y allá que me he cogido o agarrado mi portátil enseñando las estancias de mi casa. Que si mira la cama que grande es, que si mira el armario que cabe un señor dentro, que si mira el baño, que si mira que poyo que tiene la cocina, que si mira el despacho, que si mira el congelador en la entrada... La conclusión es que mi piso es enorme. He estado a punto de decir que era lo mismo que dijo la última persona que vio mi piso, pero para evitar mayores explicaciones he vuelto a la incomodidad del sillón de mi salón y me he sentado.
El problema de escaipe es que te tienes que dedicar en cuerpo y alma y atender a tu interlocutor. Con el teléfono de toda la vida, puedes estar haciendo miles de cosas mientras tu interlocutor habla y haces como que le escuchas. Con el escaipe tienes que estar ahí, atendiendo, con carita de niño bueno mientras das las típicas y tópicas explicaciones sobre la temperatura o lo que has hecho durante el día. Y menos mal que no me preguntan que en qué estoy pensado... La cuestión es que, como te ven la cara, la mentira tiene que ser tan convincente que hasta tú te la creas.
Otra cuestión es el hecho de que, a los seres humanos, nos chiflan las cámaras y las novedades. Y si juntas las dos cosas la histeria se apodera de nosotros. Al final de la llamada estaba toda la familia congregada, gato incluido, delante del portátil, cada uno en una esquina en plan vídeo pop de los 80. Hasta mi padre se ha acercado, y eso que normalmente le da todo un poco bastante igual.
Cosa que tiene mucho mérito, pues es noche de copla y la retante está acechando.
Presupuestos
viernes, 16 de marzo de 2012
Viernes noche
jueves, 15 de marzo de 2012
Cotidiano
Y la inspiración, ¿Dónde estará?
miércoles, 14 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
lunes, 12 de marzo de 2012
Para otra vez
domingo, 11 de marzo de 2012
sábado, 10 de marzo de 2012
La cacerolada
Por ello, los vecinos y habitantes por temporadas, como un servidor, hemos decidido emprender una serie de protestas para que, por lo menos, nos dejen como estamos. Y esta tarde tocaba una cacerolada. Yo, que siempre dije "De este agua no beberé" he recibido mi bautismo de acero inoxidable. Y he de decir que con bastante entusiasmo.
El acto ha comenzado cuando uno de los cabecillas del movimiento nos ha congregado alrededor del megáfono que manejaba. Nos ha impartido unas nociones básicas de solfeo cacerolil y nos han repartido unos silbatos que, aunque un tanto regulares, ayudaban a aumentar el efecto de la cacerolada. Al principio, nos sentíamos un poco fríos, pero poco a poco la cacerolada ha ido tomando cuerpo. Cada uno con lo que tenía, la orquesta ha ido sonando cada vez mejor.
Posteriormente, hemos leído una serie de propuestas en tono de humor. Y, como nadie estaba por la labor, he decidido aumentar el bautismo cacerolero a bautismo de megáfono, añadiendo alguna perla de mi cosecha que ha hecho las delicias de una entregada audiencia.
En fin, que mola esto de protestar. Más aún cuando se tiene razón y se lucha por algo justo.
viernes, 9 de marzo de 2012
jueves, 8 de marzo de 2012
Casablanca
He dicho
Mmmeeeee, me, meeee, meeeeemeeeee, me.
Beee beee beeeee, bbeeeeeee beeeee be beeeee beee beeeeeeeee, be.
miércoles, 7 de marzo de 2012
La Carrera del Darro
Y no sólo las personas mayores. Vecinos que necesitan que les abastezcan de gasoil, butano o simplemente que les suban la compra van a ver empeoradas sus condiciones de vida por una decisión que se quiere vender como un gran logro, pero que en realidad no beneficia a nadie, tan solo al paseante ocasional de domingo por la mañana.
Supongo que en los barrios históricos de todas las ciudades del mundo existirán problemas similares. Vivir en estos barrios tiene indudables atractivos. Pero lo que no se ve son los inconvenientes. Supongan que se les rompe una lavadora. ¿Se imaginan las vueltas que hay que dar para que te suban una lavadora nueva a la puerta de tu casa? Bueno, ahora lo tenemos más fácil. Directamente, no dejan pasar al camión del reparto. Supongan que necesitan gasoil para la calefacción. Hay solo un distribuidor que acepta subirlo. Pero como ya les he dicho, ese problema pasó a la historia. Estamos a la espera de que el ayuntamiento nos diga cómo calentarnos. Supongan que necesitan un taxi. Tengan ojo y no paren un coche muy ancho, que si no, no les sube a casa. Ahora, pues casi mejor ni los paro, ¿para qué perder el tiempo? Así les podría contar miles de cosas que a veces me hacen preguntarme si realmente merece la pena vivir allí. Posiblemente crean que estoy exagerando. Pero les prometo que no. Que la cosa es tal como se la cuento.
La Carrera del Darro es un rincón bellísimo. Me encanta que la gente venga a verlo, conozca mi barrio, disfrute con sus calles, con sus vistas y con su gente. Que hagan fotos y se lleven un buen recuerdo de Granada. Me parece estupendo que los peatones puedan pasear tranquilamente, a la vera del Darro, y quedarse con la boca abierta al ver la Alhambra desde abajo, majestuosa, como un recortable en el cielo azul del sur. Jamás en la vida he molestado a nadie que paseara por allí mientras pasaba con mi coche, camino de casa. Ni lo pienso hacer. Ni tampoco me opongo a que se peatonalice la Carrera del Darro. Pero entiendo que debe haber un punto medio entre los intereses de los que vivimos allí y los de la gente que va allí de visita.
No creo justo que para que los turistas disfruten los vecinos nos tengamos que ver obligados casi a irnos del barrio. Tan solo bastaría, desde mi punto de vista, con dejar las cosas como estaban y vigilar de verdad los accesos, dejando un horario por la mañana para el acceso de los suministros. Y, el resto del día, solo servicios públicos y residentes. Con esa sencilla solución se resuelve el problema, apenas tiene coste adicional y estoy seguro de que la calidad de vida de los vecinos no se vería afectada. Al contrario.
Espero que los responsables de estas medidas den marcha atrás y rectifiquen. Ganaremos todos. Seguro.
Recurrente
Tardes
martes, 6 de marzo de 2012
La tierra roja de Tara
Creo que toca cerrar las ventanas. Uno es tardón en tomar decisiones, pero luego al ejecutarlas es rápido y mortal. Ha sido una etapa intensa, de muchas sensaciones nuevas, pero creo que va siendo hora de volver a mi estado natural, a mi vida sencilla y tranquila, que es como soy.
Pero me quedo con lo aprendido. Me quedo con que me conozco un poco más, con que tengo un poco más claro qué es lo que quiero hacer con mi vida, mis intereses y prioridades. Me quedo con que mi tiempo es mío, mi vida es mía y no tengo que pedir perdón por ello. Debo aceptar que los por qués no siempre tienen respuesta y no debo preocuparme. Tan sólo disfrutar de lo que venga. Y procurar ser feliz con ello.
A fin de cuentas, mañana será otro día.
La expresión del día
- Vaya, lo siento.
- No te preocupes, si era una virgen... era una persona ya mayor.
lunes, 5 de marzo de 2012
Redes sociales
o-o-o-o-o
Dicen por ahí que no soy buena persona. No les falta razón ni les sobran argumentos.
domingo, 4 de marzo de 2012
Son las cuatro y media
No estoy bien de la cabeza.
sábado, 3 de marzo de 2012
Volver
Abrió el viejo armario y metió el hábito que paseó por la calle durante todo ese tiempo, y descolgó los viejos harapos que cubrían su cuerpo en el convento. Por fin su piel recibió el áspero masaje de la ropa vieja. Sacó dos libros de su petate y los colocó cuidadosamente, junto a los demás, en su estantería.
Sacó una hoja y la garabateó a la luz de la vela que ténuemente iluminaba su cuarto. Quiso contar sus experiencias fuera de los muros, pero se cansó pronto. El viaje había sido largo y difícil. Pero, a pesar de todo, necesitaba caminar, calmar sus nervios.
Bajó por la vieja escalera y paseó por el claustro, oscuro, silencioso. Casi creyó oír la voz de aquél fraile que solía leer en las comidas cuando pasó junto al refectorio. Quería creer que había ruido, porque le ahogaba el silencio de la noche, le angustiaba el color negro.
Vio un ratón cruzar cerca de donde estaba. Se quedó quieto, observando alrededor. Pero no se asustó al ver al fraile.
Volvió a su habitación, algo más calmado. Se tumbó en el lecho y no hizo falta apagar la vela. Justo cuando cerró los ojos, exhaló su último aliento.
Y es que las ciencias adelantan que es una barbaridad
Llevo un tiempo con un resfriado que no se me acaba de curar, primero con dolor de garganta que se detuvo y ha evolucionado a un resfriado más estandarizado, con unos mocos verdes con los que se podría hacer una sopa bastante alimentosa, tos traicionera que te saca de la cama a las 4 de la mañana y algo de malestar general, pero tampoco mucho.
El caso es que fui al médico, algo tan poco común en el ser humano macho como preguntar a alguien cuando nos perdemos con el coche, y me dio el correspondiente diagnóstico. Me recetó un par de cosas. La más normal: un jarabe con su típico sabor a fresa aséptica. Pero me mandó también otra cosa realmente novedosa que paso a describir.
Viene en una caja normal, lo que viene siendo una caja de medicamento, aunque algo grande para las dimensiones habituales. Al abrirla, me encontré, en vez de las habituales pastillas o sobres, unos recipientes muy curiosos con forma de poloflases. ¿Se acuerdan ustedes de los poloflases? Pues ya los hay con aplicaciones médicas, no solo de fresa, cola o de dos sabores, que eran lo más de lo más. Supongo que con esto ha pasado al revés que con la marihuana, que de uso recreativo se ha pasado a uso medicinal.
Al sacar el primer poloflas de Dexketoprofeno trometamol, que es el sabor que me ha recomendado mi médico, me he dado cuenta de que tenía una guía para abrir el sobre, guía que yo hubiera agradecido en los poloflases de mi infancia y primera adolescencia, pues era incapaz de abrirlos con los dientes. Lo que hacía era abrirlos con la tijera de la cocina. Y, de camino, le hacía unos rebordes para que no hacerme daño en los labios y en las paredes de la boca, que uno siempre ha sido muy cuco. Pero claro, por diez pesetas tampoco podía uno esperar muchas comodidades.
Lo malo es que se me pasará el resfriado y tendré mono de poloflas. En fin, me los seguiré comprando. O me seguiré haciendo el resfriado, que tampoco es mal plan.
jueves, 1 de marzo de 2012
Picadilly
Una de esas plazas es Picadilly Circus. Probablemente pensará que es una idiotez, pero yo creo que es el centro del mundo. Bien es cierto que la plaza en sí no tiene nada de interés, pues hay una fuente con Cupido y un tráfico de mil demonios, fueraparte de los célebres luminosos. Pero allí siempre hay gente. Gente que pasea, que hace fotos, que se deja invadir por el ambiente, por todas las personas que forman ese microcosmos que, en cada segundo, conforman la plaza.
Hay gente que actúa, que hace mimos. Gente que protesta, que se expresa, que baila. Y hay público, que la mira, divertida, enfadada. Gente que forma corros en torno a cualquier idea que se expresa, corro que desaparece, o no, cuando se pasa el platillo y se pide la justa recompensa al momento de entretenimiento.
Hay autobuses, de dos plantas, coches con volantes cambiados y vehículos en los que es un hombre el que tira y otro hombre el que se deja llevar. Y, de repente, todo se para y surgen peatones de todas partes, que desaparecen tan rápidamente como aparecieron. Y todo vuelve a su ser.
Pero lo que más me gusta son esos luminosos, luminosos de anuncio a fin de cuentas, pero que me hacen que me embobe, mientras recibo puntual información del estado del metro, mientras veo botellas de Coca-Cola bajarse felices en la estación que está bajo mis pies. Y los mismos anuncios de las mismas marcas que salen en las fotos de los libros de turismo y geografía. Pero tiene encanto el verlo en vivo y en directo, el llenarse de la magia que invade la plaza y llevarse un poquito para la vuelta a casa, para ese momento en el que cierras la puerta tras regresar, ese momento en el que los viajes son sueños, sueños que hemos vivido despiertos.