Otra consecuencia del romerismo es la clasificación de documentos. Ésta consiste en, una vez alcanzado un volumen indeterminado de papeles, introducirlos en una bolsa y facturarlos al primer rincón disponible, de forma que si hay que encontrarlos posteriormente, por supuesto no a costa del clasificador, sino de otro pringaillo a tal efecto, haya que remover Roma con Santiago o bien aplicar el truco de atarle los huevos a Pilato.
viernes, 2 de agosto de 2013
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