Hemos estrenado el verano sin estrenarlo, cambiando de puesto y estrenando rutinas. El calor, de momento, nos respeta y el congelador se resiste a ser vaciado.
Aún recuerdo el primer día, hace ya más de 48 horas. Hacía tiempo que no me sentía tan raro, con el recuerdo del pasado y con la sensación de pérdida que tengo desde hace ya tiempo.
Los días han pasado y parece que las cosas se vuelven, si no más fáciles, más rutinarias. ¡Qué sería de mi sin ella!
Veamos cómo sucede todo.
miércoles, 5 de julio de 2017
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