El caso es que te ponen el cartelito diciendo en que reflexiones sobre la cantidad de jabón y agua que se gasta cada día en todo el mundo con la limpieza de las toallas (supongo que para que fomentemos la competencia social y ciudadana) y es cuando yo pienso en las ballenas varadas en las playas, en delfines que se desorientan y en las pobrecitas tortugas bobas que hay que ver cómo se las zampan en cuantito que salen del huevo. Y me da una pena tremenda y un cargo de conciencia gordísimo por hacer turismo y, con lágrimas en los ojos, decido ser solidario con la madre tierra y cuelgo la toalla en la percha del baño, para calmar un poco la mala conciencia por vivir en un mundo tan materialista e higiénico.
Pero, cuando vuelves a la habitación después de un día de turismo, compruebas que, a pesar de tu buena intención, te han cambiado las toallas. ¿Ustedes se lo explainean? Pues yo, tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario