Uno ya lleva muchos kilómetros en las botas, tanto en el anterior par como en este, pero nunca deja de sorprenderse con los senderos. Primero, por el hecho de tener que levantarse a las 8 de la mañana un domingo, considerado por el resto de la humanidad como día de descanso y permanencia en cama y en segundo lugar por las cosas que pasan.
Hoy hemos quedado citados a las 9 y media. Después de los controles y todas las leches nos han reunido a todos en un círculo, (que en realidad es una circunferencia, pero tampoco es cuestión de aguarle el juego a la gente ) un tanto churriguresco por cierto, y hemos jugado a un juego llamado "Recolección de cítricos" consistente en que la persona que lo dirige se acerca a un componente del círculo y le espeta ¡Naranja! a lo que el sorprendido señor tiene que decir el nombre de la persona a su derecha, cosa que previamente tiene que inquirir. Pero, en un proceso de rizamiento de rizo bastante avieso, la persona que lo dirige puede decir ¡Limón! a lo que el atribulado participante debe responder el nombre de la persona a su izquierda, que por supuesto debe haber sido averiguado con anterioridad. Y, en un momento determinado, alguien grita "Batidora!" y entonces todos nos revolucionamos y nos cambiamos de sitio y volvemos a empezar.
La verdad es que no está mal para conocer a la gente. O incluso para ligar. Pero eso se lo dejo a la gente joven, que yo ya estoy muy mayor.
domingo, 12 de febrero de 2012
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