Suscribo todas y cada una de sus palabras, amigo. Pretender vendernos, a estas alturas, la beneficencia como algo avanzado y progresista es el colmo de la desvergüenza. Aunque cuele. Aunque cuela.
Todo eso es una gran verdad; lo malo es lo que calla: ¿Qué alternativa existe que mejore lo presente? Recuerdo que en USA no hay apenas asistencialismo.
Supongo que, como en todas las cosas, en el término medio estaría la virtud. Claro que los seres humanos no somos de términos medios. Confiemos en nuestros políticos.
Suscribo todas y cada una de sus palabras, amigo. Pretender vendernos, a estas alturas, la beneficencia como algo avanzado y progresista es el colmo de la desvergüenza. Aunque cuele. Aunque cuela.
ResponderEliminarTodo eso es una gran verdad; lo malo es lo que calla: ¿Qué alternativa existe que mejore lo presente? Recuerdo que en USA no hay apenas asistencialismo.
ResponderEliminarSupongo que, como en todas las cosas, en el término medio estaría la virtud. Claro que los seres humanos no somos de términos medios. Confiemos en nuestros políticos.
ResponderEliminar"Confiemos en nuestros políticos." Vd. va a ser irónico.
ResponderEliminar¿Irónico qué es? ¿Bonito?
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