Mañana empezamos. Otra vez la rueda vuelve a girar y no se detendrá durante durante 10 meses, porque son 10, no 9. Volver a empezar, con las lecciones que se ven y las invisibles. Mucha responsabilidad, porque lo que antes parecía un juego ya no lo es. Empiezo a verme viejo, por culpa de mi barro. Mis manos empiezan a mancharse por el paso del tiempo y de mi materia prima. Aunque parezca que el tiempo no pasa, se va volando, sin decir nada.
Y muchas preguntas sin respuesta, en parte porque no sé que responder, en parte porque no las quiero responder. Y es mejor centrarse en esas cosas que distraen mi mente, que son mundanas y materiales, porque... nunca se por qué.
Mañana empezamos, la rueda vuelve a girar. Esperemos que para no detenerse nunca.
Y a ver si tengo ánimo y ajusto cuentas con mi presente más recientemente pasado
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