Está bien eso de tener un festivo entre semana. No te puedes mover de tu destino y tienes que agudizar el ingenio para evitar quedarte tirado un día. Hay que reconocer que la limpieza es siempre buena opción pero solo te ocupa una mañana, siempre que se sea habilidoso y la casa no muy grande.
Afortunadamente he pasado el día en buena compañía y haciendo lo que más me gusta, patearme sierras conocidas. Una ruta que ya había hecho pero que no me importa repetir. Bien es cierto que sin nieve pierde encanto, pero ya he conocido este camino en circunstancias extremas, o mucho frío o mucho calor.
Y, como premio, estupendas fotos. Aquí un botón, aquí unos amigos.
miércoles, 12 de octubre de 2011
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