He llegado a casa y me la he encontrado toda levantada. No hay nada como pasar de la asepsia de los días laborables al caos que producen las obras. Refugiado en el cuarto de estar siento el crujido de la arena y los restos de cemento al mover los pies. Una semana para reformar y un mes para limpiar. Espero ser de ayuda el próximo fin de semana.
o-o-o-o-o
Cansado. De luchar. De muchos sinsentidos. Me planteo si me conviene ahora aquello que tanto quería, si la crisis no es una oportunidad, sino un bache en el que se está más cómodo, echando la culpa a algo que no se controla, olvidando aquella serie numérica que da un queso sumando infinitas pequeñas partes.
No sé cómo afrontar esta apatía. Quizá es que todo se junte.
viernes, 19 de abril de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario