Comida de confraternidad. Volvemos a las reuniones, tras un tiempo ausente. Ambiente agradable, distendido, selecto. Hay quien también tiene Pou y quien también tiene gato. Miradas fulminantes ante la independencia de Cataluña. Parece que hay quien ve más allá de los delirios políticos. Cabe preguntarse por qué no se usa la fuerza del voto.
No he parado la portabilidad. Tras trece años, cambio de compañía. Ni una triste oferta. Esto ya no es lo que era. Al menos, quedémonos con los buenos recuerdos.
Calor pegajoso en O. del R. Y moscas, muchas moscas.
martes, 1 de octubre de 2013
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