Al fondo, en el valle, suenan los cohetes de San Antonio.
Descanso a la salida de la curva. Cambio la música por el viento de la tarde, que se cuela por mis oídos.
Es un jueves atípico. Al igual que ayer fue un miércoles inesperado.
Quiere mecerme el viento, pero no lo dejo. Es hora de bajar mientras me cuenta las historias del valle. Las chicharras lo interrumpen. No tienen miedo de mi. A fin de cuentas me he colado sin permiso en su casa.
Las zapatillas y las llaves son la percusión que llenan el pentagrama.
jueves, 13 de junio de 2013
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