No sé por qué esta tarde me ha dado por ver vídeos del Uno Dos Tres. Aún recuerdo esas noches de viernes y tortetas, viernes de vigilia, vísperas de sábado da catequesis, en el que esperábamos ante la tele el espectáculo de premios que, ya desde temprana edad, despertaría la codicia que la crisis se encargaría de aplacar. Y aunque en este vídeo uno ni existía ni estaba en mente, aunque supongo que era una excusa para la diversión marital, ya se ve en qué nos hemos ido convirtiendo.
lunes, 3 de diciembre de 2012
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