jueves, 6 de diciembre de 2012
Tranquilidad
Llegar a una ciudad extranjera, en la que no conoces su idioma, en el último vuelo, ver como todos los pasajeros se van, quedarte esperando, llamar a España y que te digan que el chofer está en camino, que se vaya la luz en todo el aeropuerto y que no se pueda ni entrar ni salir, que solo quede un taxi, que te digan que el conductor que iba por ti no está localizable, abalanzarse sobre el último taxi. Llegar al hotel. Afuera nieva. Todo está arreglado. Wielcommen.
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