Vuelvo a la rutina y se me va la inspiración. Hace tiempo eso no me pasaba. Ni tampoco cuando tenía un trabajo menos técnico. Pero el caso es que se me va la inspiración. Me vienen ideas inconexas, pero no soy capaz de materializarlas como a mí me gustaría.
Tampoco duermo bien. Al menos dormir como a mí me gustaría. Me meto con sueño en la cama y, ¡plas! los ojos como platos. Y así hasta pasado un buen rato. Dicen que eso es culpa del ordenador, de los reflejos, los rayos y esas cosas. Y encima lo tengo puesto en las piernas, con lo que la calidad de mi esperma debe ser subterránea. Total, para el uso que tiene da un poco igual.
Y las dudas me acosan. Mañana tarde y noche. Me da pereza pensar en ellas y me da pereza tenerlas que resolver. ¡Con lo puñeteramente organizado que yo era! Las dejaremos que se resuelvan o disipen por ciencia infusa.
Y yo me pregunto, ¿hemos avanzado o seguimos como la pescadilla que se muerde la cola?
jueves, 12 de enero de 2012
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