Lo que escribo últimamente no es publicable. O al menos no debería.
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La vuelta ha estado llena de nieve. Nieve en los laterales y en el arcén, porque la carretera afortunadamente estaba limpia. Debería tener una cámara instalada en el coche, para ir haciendo fotos sin parar, sobre todo de las nubes y de los colores que contrastan en el cielo. Y en los caprichos que forma la nieve sobre el suelo.
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De tanto ir, ya no se si voy o vengo. Diría que estoy siempre de vuelta y nunca de ida.
viernes, 20 de enero de 2012
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