Pienso en irme a dormir mientras allí fuera sopla el viento y aquí dentro el calefactor intenta calentar una habitación fría. Me espera el ritual de cada noche y, por último, el mejor momento del día, cerrar los ojos y sumergirme en mis sueños, que a saber cuales son porque normalmente no sueño nada.
Quizá debería pensar en las batallas en las que me meto, casi embistiendo, como un toro al que le enseñan un trapo rojo. En las veces en las que meto la pata, voluntaria o involuntariamente. En las metáforas, que las carga el diablo...
De alguna manera pienso que algo está cambiando dentro de mi. Me voy haciendo viejo. La prisa de los días y de los trabajos no me deja disfrutar de mi vida, que tanto trabajo me ha costado tejer, por la que tanto he luchado. Y ahora que la tengo, o no la se, o no la quiero disfrutar.
Es de noche, sopla el viento, Mañana será otro día...
miércoles, 2 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario