Miro las burbujas del agua caliente salir hacia afuera. Saben donde van, lo tienen claro. No puedo dejar de tener algo de envidia.
Después de tanto esperar y esperar una meta que nunca llegaba, cuando ésta llegó no supe qué hacer. De tanto construir una casa, cuando fui a meter la llave se cayó al suelo y hubo que empezar otra vez. Y surgieron las preguntas para las que las respuestas que había buscado no servían. Y tuve que volver a empezar otra vez. Curiosamente, lo que no quería.
Aunque quizá no me he dado cuenta que todo es un eterno acabar para volver a empezar.
lunes, 17 de enero de 2011
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