Hace frío y ha llovido. Hay nubes, pero de vez en cuando sale el sol. No hay mucha gentes por la calle,pues es temprano para un domingo.
Creo que la crisis ha convertido en domingos todos los días de la semana, no solo porque las tiendas están cerradas, sino por la gran cantidad de locales que hay cerrados, negocios que ni siquiera he visto arreglar. Abortos comerciales.
Hay gente que pide en las calles. A los habituales hay que unir las víctimas de la coyuntura. Están situados a distancia estratégica, no hay suficientes iglesias para todos. O quizás es que la casa de Dios ya no sale rentable. En la puerta de una conocida charcutería un hombre de mediana edad, bien vestido y aseado prefiere pasar frío y vergüenza a hambre. Y así lo hace constar en un papel sin las habituales faltas de ortografía. ¿Acabaremos así?
También veo turistas por la calle. Antes iban en autobús o taxi, pero ahora cargan con las maletas y sus hijos, en su caso. Son inconfundibles, con su cara de despiste y su cámara de fotos.
domingo, 13 de enero de 2013
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