Mañana de periódicos y gelatina. Gelatina que no ha servido para nada, salvo para llevarme un mal recuerdo del mes de febrero. Al mes de febrero hay que temerle como a una vara verde. Sobre todo cuando la celebración es redonda.
Panorama para matar. En un arranque optimista, podría decirse. Las tres cuartas partes de la población habitual bajo el techo tienen algo de lo que preocuparse. Y el cuarto flotante ya ni les cuento.
Pienso que esto no tiene arreglo. Lo de después de la puerta. Y lo de dentro, pues ojalá me equivoque. Pero no pinta muy allá. Ya no sabe uno a qué santo encomendarse y si le harán caso. Pero habrá que intentarlo.
Estoy por dejar el curso que estoy haciendo. Es una idiotez y no sirve para nada. Pero tiene uno esa manía de no dejar las cosas a medias, que no a las personas, que en eso tengo experiencia.
sábado, 2 de febrero de 2013
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