"¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. ¡La flor perfumaba e iluminaba mi vida y jamás debí huir de allí! ¡No supe adivinar la ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era demasiado joven para saber amarla"
El Principito. Antoine de Saint Exupery
Cuántas veces nos iluminan la vida y preferimos la oscuridad...
Cuántas veces somos demasiado jóvenes para amar a los demás...
domingo, 26 de diciembre de 2010
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