Me acuerdo de una nochevieja en un piso prestado al acabar el milenio. Me acuerdo de que casi llegando me atropellan. Me acuerdo de un artefacto, simulando un pajarito en una jaula, que pusimos para no hacer demasiado ruido y molestar a los vecinos. Me acuerdo de las botellas que compramos. Me acuerdo de un langostino que nos sirvieron ya bien cocido y que se aficionó a botella de licor de menta. Me acuerdo de una partida de party. No me acuerdo de si pusimos música o no. Me acuerdo de los vómitos verdes, no solo producidos por el alcohol, sino por el desamor. Me acuerdo de las ganas que me entraron de irme. Me acuerdo de millones de personas en la calle. Me acuerdo de que, llegando a casa, un tío me guiño el ojo.
Me acuerdo tan bien que las nocheviejas las paso durmiendo en casa.
PD. Dios bendiga a Blogger
sábado, 1 de enero de 2011
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Algunas nocheviejas habrán sido buenas, pero a veces recordamos más las malas.
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