lunes, 4 de marzo de 2013

De médicos, lluvia y cambios

Día propio para la desesperanza en lo meteorológico, que no en lo médico. El diagnóstico de cuatro patas es rotundo y propio de la edad, según dicen. Insuficiencia renal. En cambio, el análisis bípedo sigue siendo el mismo, que no hay diagnóstico. O se oculta muy bien. Al menos, parece que se descarta la bestia negra.

Lluvia toda la mañana. Agua mansa, pero que no se para. El inevitable riachuelo al bajar la calle y conductores cabrones que no consideran al pobre peatón. Suerte de zapatos gruesos. La pena es que el correr ayer para poder ir hoy a andar no ha servido para nada. Los dioses del universo se confabulan contra mi asueto.

Creo que estoy, estamos, tan faltos de buenas noticias que con cualquier chorrada se alegra uno. Mañana me cambio de compañía de móvil, noticia intrascendente donde las haya pero que a mi me llena de orgullo y satisfacción. Me da un poco de pena, después de tantos años y tantas noticias buenas y malas dadas y de tantas cosas vividas, pero el bisness es el bisness. Además, creo que ahora me podré poner una cosa que se llama guasap que creo que es fantástica y que me catapultará, si mis previsiones no me fallan, a la cima del reconocimiento social, remendando el hecho de mi condición trabajadora.

PD: Hoy casi me ahogo con el jarabe para la tos. Castigos divinos. Aunque dicen en las homilías que Dios no castiga. Tampoco ahoga, aunque sí que aprieta.

1 comentario:

  1. Pásmese: en el blog se me han metido de Microsoft Hostings y, lo que es más esencial, de la Diputación de Barcelona.

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