Hoy hemos vuelto de puente. Curiosamente ha sido el primer puente en mucho tiempo sin disparar una foto, sin hacer muchos kilómetros y sin poner lavadoras a la vuelta. Supongo que son cosas que pasan, todo sea en pro de un bien superior. La mejoría del enfermo habitual y la del nuevo enfermo cuatripatero.
Aun así, mas trafico del debido, sobre todo por la nacional. Normalmente siempre vengo solo, pero hoy se ha formado una disciplinada cola detrás mía, encabezada por un Seat Ibiza blanco que no ha querido adelantarme, a pesar de que he dado suficientes pistas y motivos para que lo hiciera. Será falta de comunicación.
A la llegada, nubes, frío y sopa. Trabajo adelantado para mañana. A ver cómo se resuelven las citas pendientes. Que no son tantas ni tan pendientes.
Me sorprende lo del miedo. A mí, que siempre he sido tan cobarde.
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