Vivo en una nube, como narcotizado por una sensación de urgencia, de desaliento, de desesperanza, como un ave sin cabeza justo antes de caer, corriendo de acá para allá.
Hablo sin saber que digo. Miro sin fijarme. Respiro por ser algo automático. Hago planes absurdos sobre el futuro, sobre el pasado. Me planteó por qués de difícil respuesta.
Estoy cansado, pero creo no haber hecho nada. Tan sólo pendiente de una respiración. La luz es mortecina. El agua del oxígeno bulle. El suero baja gota a gota.
Tan sólo esperar.
lunes, 18 de marzo de 2013
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