- A veces pienso, no sé si estarás de acuerdo con esto, en que cada uno de los individuos de la sociedad se cree merecedor de todo, que tiene derecho a todo, como si fuera una herencia o un cupón de una cartilla de descuentos, que basta con ir a un sitio y llevártelo puesto. Nos hemos creído la cima de la creación, cada uno individualmente, con derecho a disponer de lo que creemos nuestro o de los demás. Y eso no es así.
+ Quizá es un movimiento pendular, que de aquellas penurias han venido estas abundancias. Pero eso ha provocado que todo el mundo crea que vale para todo, que basta con quererlo. Como si el esfuerzo, el tesón y el trabajo no fueran necesarios. Es lo que tu dices, el cupón que se recorta y se canjea.
- Y lo peor es que hemos llenado el mundo de falsos, de gente que cree que vale pero que en el fondo son unos petardos. Es un problema que, en el fondo, hemos creado nosotros, con nuestro buenismo y nuestras ganas de crear un mundo mejor para todos, basado en la ilusión y en la bondad. Y ahora viene el problema de qué hacer con ellos.
+ Comérnoslos con patatas.
lunes, 21 de mayo de 2012
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