La noticia de hoy nos viene del ámbito educativo. Como saben, durante estos días se están llevando a cabo las pruebas de evaluación di-agnóstica que, a pesar de lo que se pueda pensar por su nombre, no tienen nada que ver con la religión, sino con el aprendizaje de las generaciones futuras. Cosa que, por otro lado, es casi un acto de fe.
Las pruebas se celebran una vez al año, como si fueran una olimpiada semicorchéica. Pero parece que este año se van a tener que repetir. Según hemos podido saber, se han producido filtraciones que, en palabras de un responsable de la administración competente: "pudieran perturbar la objetividad del mismo. Es por ello, oye, que vamos a tener que derrepetir el proceso" Dicho responsable nos comenta el por qué de la repetición: "Parece ser que alguien en la imprenta se quedó con un cuadenno, ya que en el recuento de seguridad que normalmente se hace se echó en falta. Automáticamente activamos todas las alarmas y repetimos el recuento. Al cuadrarnos, porque alguien no se acordó de llevarse una, nos confiamos y las desactivamos alegremente. Pero al cabo de los días nos llamaron de un instituto, diciendo que les faltaba un cuaderno. Y entonces se produjo la catástrofe"
Automáticamente se llamó a la imprenta, donde las cámaras de seguridad dijeron mucho sin apenas mediar palabra. En las grabaciones se pudo ver a un señor con bigote, disfrazado con una peluca rubia, coger un cuaderno de cada materia y llevárselo. Acto seguido, se avisó a la Policía, que detuvo al desalmado apenas 15 minutos después. Pero ya era tarde, el daño estaba hecho, pues no daba tiempo a derrepetir las pruebas.
Según el testimonio proporcionado por este execrable individuo, el robo se produjo por culpa de su suegra. Según la declaración realizada ante el juez de guardia: "Siempre le dice a mi mujer que soy un incompetente, que en mi familia somos unos incompetentes, que cómo se pudo casar con un incompetente como yo... por eso robé la prueba, para que mi hijo la sacara bien y no nos dijeran lo de que somos unos incompetentes. Que vea que la competencia lingüística, la competencia matemática y la social, ciudadana, musical y artística (competencia remix, según nos dicen desde la Consejería) las tenemos bien desarrolladas y hermosas. Y así callarle la boca en la próxima comida familiar de Navidad, y no con el típico alfajorazo que siempre me meto"
El caso está pendiente de juicio, que se celebrará en los próximos días.
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