martes, 9 de agosto de 2011

Desintoxicación

Hoy es un día de cura. Y lo sé gracias a una multinacional de las telecomunicaciones. Ellos, en su infinita bondad, creen que soy un adicto al Internet y hoy han decidido cortarme el rollo. Al igual que hace unas semanas. Por lo visto entienden que lo necesito. Que quedarme un día sin Internet es algo que no está mal, que me merezco, que me viene bien un descanso. A pesar de que les pago una pasta por una conexión usb que me dicen que va a millones de megas y que luego si tengo suerte llega a 1 Mbps, contando con que la antena esté enfrente.

El caso es que me llamaron la semana pasada. Es curioso, te llaman, descuelgas, dices "Diga" tres o cuatro veces y luego te cuelgan. Así cada media hora durante cuatro o cinco tardes. Y cuando por fin hablas con ellos te ofrecen una tarifa que va supergenial y un aparato que va a nosecuantosmil megas. Uno, que no es tonto, les dice que ni de coña se alcanzan esas velocidades, más teniendo la antena tan lejos como yo la tengo y que no me voy a contratar esa tarifa por un aparato que no vale ni 50 euros y que encima me exige una permanencia de 18 meses. La señorita, que descubre que ha pinchado en hueso, amablemente me despide y cuelga. Y yo me pregunto por la gran cantidad de gente que habrá picado creyéndose las verdades a medias que proclaman las telecos.

En fin, que habrá que aviarse el Internet por otro lado. A rey muerto, rey puesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario