Estoy haciendo, dentro de este marasmo de cursos en el que me he sumergido, uno de servidores en Linux. La verdad es que para una vez que sale un curso chulo da cosilla no apuntarse, aunque luego haciéndolo se sufra un poco. Pero aprender es sufrir. Si no, que se lo digan a los sufridos alumnos de la ESO.
Primero había que hacer una máquina virtual con el VirtualBox, cosa que tampoco tiene mucha historia. Y, luego, instalar el sistema operativo en la máquina creada. Al principio usé una distribución pensada para 64 bits, pero el ordenador me dijo que no, que eso era mu moenno y que me buscar otra, y opté por la Ubuntu Server de 32 bits, que apenas me dio problemas de instalación.
Así que una vez hecho todo quedaba configurar la red, cosa completamente lógica si lo que se quiere montar un servidor. Y en ello estoy, porque el VirtualBox dice que la wifi no funciona aunque en realidad funciona perfectamente. Es mas, le pregunto al propio sistema sin virtualizar y no la detecta, pero yo bien que navego. Pero eso es lo de menos, basta con conectarse con cable y todo resuelto. Cosa que, si se va a usar un servidor, es lo más normal del mundo.
Pero sin tener en cuen este escollo, resulta por otra parte que las IPs están rebeldes. No tengo muy claro cuál debe estar en cada sitio. Y, por tanto, el servidor sirve para salir y no para entrar, que debería ser lo suyo. Realmente es un servidor bastante cómodo, pues no sirve. Pero habrá que ponerlo a trabajar. A pesar de estar en vacaciones de Semana Santa.
El que las tenga, claro.
martes, 3 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario