Solo queda otro para cerrar el círculo otra vez. Un círculo que está sobre el mismo punto, pero que cada año es distinto. Sabemos cuándo empieza y cuándo acaba, pero nunca lo que sucede entre medias. A pesar de lo que tenemos que decir es algo sabido, el camino nunca es el mismo. Ni siquiera podemos prever los giros en la carretera.
Ya queda menos para no acabar nunca.
martes, 29 de marzo de 2011
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