Durante mucho tiempo llevo esperando muchas cosas. He esperado tanto que ya no se qué espero y, si cuando acabe de esperar, lo reconoceré. Pero ahí seguimos, esperando apoyado en la pared. Se hace de noche y una farola ilumina ténuemente la calle. Empieza a hacer frío y sigo solo, esperando. Como siempre.
Me digo a mi mismo que cuando llegue lo reconoceré. Pasó una persona, la miré y la desprecié. Al cabo del rato me di cuenta de que era ella. Me volvería a pasar, una y mil veces.
Estaba seguro de que, al verla, sabría que era lo que esperaba. Faltaría mas...
jueves, 3 de marzo de 2011
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