Hoy he asistido a mi habitual clase de guitarra. La verdad es que estas semanas he estudiado poco debido a que mi habitual fuente de ingresos me ha exigido más atención de la debida. La pieza, Cántiga de Alfonso X el Sabio me salía más o menos. La he interpretado con cierto acierto y el profesor me ha puesto otra pieza para esta semana.
Una vez copiada la tablatura, llega el momento de enfrentarse por primera vez a la pieza. Cojo mi guitarra y empiezo a tocar. La verdad es que no sabía como meterle mano a la pieza y he estado a punto de decirle a mi profesor ¿Me la tocas, por favor?
En ese momento, y todavía sin saber por qué, justo cuando la m se asomaba por mis labios y la interrogación se escapaba ya de mí, he empezado a reírme. El caso es que he tenido que reprimirme, pues si estuviera en una clase con 20 criaturas más seguro que mi profesor no se da cuenta, pero estando yo solo la cosa es más difícil. Yo creo que el hombre se ha coscao y me ha dicho, "Empieza primero por el punteo y luego metes los acordes" Y yo, que soy un alumno muy aplicado, me he puesto a ello.
Moraleja: "No se puede ir a clase solo"
Moraleja II: "Se puede ir a clase solo, pero no se puede uno reír"
lunes, 23 de mayo de 2011
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Ir a clase solo es lo mejor, la atención es toda para ti. Yo siempre fui a clase sola y el profesor me tocaba las obras y yo se las tocaba a él. Incluso tuve un profe muy bueno con el que tocaba a dúo, eso me encantaba. Es más, hablando de guitarras buenas, me dejaba que le tocara la suya, que yo nunca había tocado antes algo que costara tanto dinero.
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