Hoy ha sido un día redondo. He aprendido a hacer fotocopias por las dos caras (por favor, no saquen paralelismos con cierta canción de Mecano) y me han informado de un descubrimiento científico de primera magnitud. Un avance de la tecnología que, sin duda, revolucionará la enseñanza en el siglo equis equis palote.
Por lo visto, hay alumnos que no acaban de creer en la significatividad del proceso de evaluación y deciden que tener una "ayuda" en esos momentos de soledad y tribulación siempre es bueno. Es decir, que o bien se copian, cosa que yo jamás he sospechado de mis pupilos, ni siquiera he tenido un atisbo de ello, o utilizan lo que vulgarmente se conoce como "chuleta". Curioso nombre de algo que no se come.
Hasta el momento, el sufrido alumno del sistema educativo español tenía que hacerse una chuleta a mano, lo cual sin duda resultaba un poco tedioso, porque te tenías que leer los apuntes, decidir lo que es más importante y copiarlo en un papelito de adecuado tamaño o bien recortarlo, que suponía aún más trabajo. También es cierto que últimamente se ha puesto de moda la chuleta TIC, consistente en la utilización del móvil o pda para ayudarse en los exámenes y así superar los elevadísimos niveles de exigencia de la educación secundaria obligatoria, más conocida por "eso", aunque debería ser "lo otro".
Pero las tribulaciones de los adolescentes que sestean por nuestro sistema educativo tocan a su fin. Llega "Chuletator", un magnífico programa con el que copiarse nunca fue tan fácil. Basta introducir los datos más relevantes, o bien los temas que compongan la prueba, imprimirlos y recortarlos. Y ya está. Sin más trucos o aditamentos. Tan fácil y sencillo como eso. Ya no serán necesarias largas noches de estudio intentando aprenderse las memeces de filósofos calvos y viejos, o fórmulas absurdas que no sirven para nada y que luego se olvidan, o aprenderse las obras literarias de cuatro muertos de hambre a los que encima no se les entiende lo que escriben. Hombre, no vas a comparar los relatos de la Superpop con Benito Pérez Galdós, por ejemplo.
El caso es que con este maravilloso programa se resolverán muchas penas de los adolescentes españoles. Ya no hará falta estudiar para que te compren la moto (bueno, a veces ni eso) o para que te levanten el castigo y te dejen salir de botellón con la Jenni o el Eufrasio. Basta con usar "Chuletator". Y asunto arreglado.
Lo último que queda es hacer el examen y a aprobar. Siempre que no se sea muy vago, claro.
PS: No pongo el enlace al programa por pudor. (No se pierdan los comentarios, por favor)
jueves, 26 de mayo de 2011
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Increíble, insólito!!! Buena entrada!!!
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