Ahí están. De pie. Mirándome. Con esa mirada que solo ellas saben poner. No te juzgan, pero lo hacen. Si te acercas, huyen. Pero se paran a una cierta distancia. Te miran, te remiran, te siguen mirando. Se extrañan de verte erguido sobre dos patas. Mueven sus orejas. Acaban de masticar la hierba que les quede entre sus dientes. No dejan de observarte. Huirán si te acercas, pero se pararán.
Ellas son así.
domingo, 17 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario